En su último informe de perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, el organismo advierte que “en los países con una presión tributaria relativamente baja (Chile, México, Perú), es necesario llevar a cabo esfuerzos orientados a movilizar ingresos fiscales para atender las necesidades sociales y de infraestructura de la región, tales como los niveles aún elevados de desigualdad y las necesidades insatisfechas de una clase media en rápida expansión”.
Otro de los puntos importantes del documento refiere a los incentivos y beneficios de la industria en países como Chile, e indica que “se debe considerar la posibilidad de aumentar los impuestos directos llevando las tasas que pagan las empresas a niveles internacionales y reduciendo los generosos incentivos y concesiones tributarias”.
Al respecto, el ministro de Economía, Pablo Longueira, manifestó su parecer con la medida, quien destacó que esta es la posición de su cartera respecto a recaudación de ingresos fiscales. “Coincide con la posición que yo he tenido, es muy importante que Chile si avanza al desarrollo tenga los recursos necesarios y el financiamiento para atender nuevas demandas que surgen. Es parte del debate que debemos tener, hemos presentado una Ley de Presupuesto responsable, hago un llamado a tener una discusión, y posteriormente discutir reformas tributarias y modificaciones”.
Al respecto, el economista Hernán Frigolett explicó la viabilidad de subir la tasa tributaria en nuestro país. En conversación con Radioanálisis, estableció un mínimo de alza que permitiría financiar la educación superior y duplicar la subvención municipal.
“Los recursos están, tener las universidades del CRUCH gratuitas significa mil 800 millones de dólares anuales, y duplicar la subvención escolar requiere otros mil 600 millones. Estamos hablando de tres mil 500 millones de dólares. Bastaría con que el impuesto de primera categoría suba del 17 al 20 por ciento en forma permanente, y que el impuesto adicional a la minería suba del 35 al 40 por ciento, y obtenemos 4 mil millones de dólares por año”, indicó el economista.
Distintos estudios han señalado que el Estado podría percibir hasta 550 millones de dólares promedio por cada punto porcentual aumentado. Esta situación fue destacada por Frigolett, quien apuntó que Chile es el país con una ínfima tributación a empresas, la menor en la OCDE.
“Chile es el país que lejos tiene la tasa tributaria más baja, está a 5 puntos del colista de la OCDE, entonces podríamos llegar al 25 por ciento en primera categoría y estaríamos en umbrales mínimos para el nivel de ingreso y PIB per cápita que tiene este país”, sostuvo.
El Fondo Monetario Internacional establece condiciones prácticas para no desincentivar el clima de inversión en los países que suban los impuestos a grandes empresas, tales como facilitar trámites burocráticos, reforzar los derechos de propiedad y reduciendo las barreras de entrada al mercado.
En su último informe de perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, el organismo advierte que “en los países con una presión tributaria relativamente baja (Chile, México, Perú), es necesario llevar a cabo esfuerzos orientados a movilizar ingresos fiscales para atender las necesidades sociales y de infraestructura de la región, tales como los niveles aún elevados de desigualdad y las necesidades insatisfechas de una clase media en rápida expansión”.
Otro de los puntos importantes del documento refiere a los incentivos y beneficios de la industria en países como Chile, e indica que “se debe considerar la posibilidad de aumentar los impuestos directos llevando las tasas que pagan las empresas a niveles internacionales y reduciendo los generosos incentivos y concesiones tributarias”.
Al respecto, el ministro de Economía, Pablo Longueira, manifestó su parecer con la medida, quien destacó que esta es la posición de su cartera respecto a recaudación de ingresos fiscales. “Coincide con la posición que yo he tenido, es muy importante que Chile si avanza al desarrollo tenga los recursos necesarios y el financiamiento para atender nuevas demandas que surgen. Es parte del debate que debemos tener, hemos presentado una Ley de Presupuesto responsable, hago un llamado a tener una discusión, y posteriormente discutir reformas tributarias y modificaciones”.
Al respecto, el economista Hernán Frigolett explicó la viabilidad de subir la tasa tributaria en nuestro país. En conversación con Radioanálisis, estableció un mínimo de alza que permitiría financiar la educación superior y duplicar la subvención municipal.
“Los recursos están, tener las universidades del CRUCH gratuitas significa mil 800 millones de dólares anuales, y duplicar la subvención escolar requiere otros mil 600 millones. Estamos hablando de tres mil 500 millones de dólares. Bastaría con que el impuesto de primera categoría suba del 17 al 20 por ciento en forma permanente, y que el impuesto adicional a la minería suba del 35 al 40 por ciento, y obtenemos 4 mil millones de dólares por año”, indicó el economista.
Distintos estudios han señalado que el Estado podría percibir hasta 550 millones de dólares promedio por cada punto porcentual aumentado. Esta situación fue destacada por Frigolett, quien apuntó que Chile es el país con una ínfima tributación a empresas, la menor en la OCDE.
“Chile es el país que lejos tiene la tasa tributaria más baja, está a 5 puntos del colista de la OCDE, entonces podríamos llegar al 25 por ciento en primera categoría y estaríamos en umbrales mínimos para el nivel de ingreso y PIB per cápita que tiene este país”, sostuvo.
El Fondo Monetario Internacional establece condiciones prácticas para no desincentivar el clima de inversión en los países que suban los impuestos a grandes empresas, tales como facilitar trámites burocráticos, reforzar los derechos de propiedad y reduciendo las barreras de entrada al mercado.
En su último informe de perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, el organismo advierte que “en los países con una presión tributaria relativamente baja (Chile, México, Perú), es necesario llevar a cabo esfuerzos orientados a movilizar ingresos fiscales para atender las necesidades sociales y de infraestructura de la región, tales como los niveles aún elevados de desigualdad y las necesidades insatisfechas de una clase media en rápida expansión”.
Otro de los puntos importantes del documento refiere a los incentivos y beneficios de la industria en países como Chile, e indica que “se debe considerar la posibilidad de aumentar los impuestos directos llevando las tasas que pagan las empresas a niveles internacionales y reduciendo los generosos incentivos y concesiones tributarias”.
Al respecto, el ministro de Economía, Pablo Longueira, manifestó su parecer con la medida, quien destacó que esta es la posición de su cartera respecto a recaudación de ingresos fiscales. “Coincide con la posición que yo he tenido, es muy importante que Chile si avanza al desarrollo tenga los recursos necesarios y el financiamiento para atender nuevas demandas que surgen. Es parte del debate que debemos tener, hemos presentado una Ley de Presupuesto responsable, hago un llamado a tener una discusión, y posteriormente discutir reformas tributarias y modificaciones”.
Al respecto, el economista Hernán Frigolett explicó la viabilidad de subir la tasa tributaria en nuestro país. En conversación con Radioanálisis, estableció un mínimo de alza que permitiría financiar la educación superior y duplicar la subvención municipal.
“Los recursos están, tener las universidades del CRUCH gratuitas significa mil 800 millones de dólares anuales, y duplicar la subvención escolar requiere otros mil 600 millones. Estamos hablando de tres mil 500 millones de dólares. Bastaría con que el impuesto de primera categoría suba del 17 al 20 por ciento en forma permanente, y que el impuesto adicional a la minería suba del 35 al 40 por ciento, y obtenemos 4 mil millones de dólares por año”, indicó el economista.
Distintos estudios han señalado que el Estado podría percibir hasta 550 millones de dólares promedio por cada punto porcentual aumentado. Esta situación fue destacada por Frigolett, quien apuntó que Chile es el país con una ínfima tributación a empresas, la menor en la OCDE.
“Chile es el país que lejos tiene la tasa tributaria más baja, está a 5 puntos del colista de la OCDE, entonces podríamos llegar al 25 por ciento en primera categoría y estaríamos en umbrales mínimos para el nivel de ingreso y PIB per cápita que tiene este país”, sostuvo.
El Fondo Monetario Internacional establece condiciones prácticas para no desincentivar el clima de inversión en los países que suban los impuestos a grandes empresas, tales como facilitar trámites burocráticos, reforzar los derechos de propiedad y reduciendo las barreras de entrada al mercado.
