Los belgas logran acuerdo para salir de su crisis política
Los partidos flamencos y francófonos anunciaron este sábado un acuerdo para reformar el Estado y transferir más poderes a las regiones. Queda aún por delante la delicada negociación de un programa común para poder formar un gobierno. Se espera que la situación política belga se normalice a finales de octubre.
Sábado 8 de octubre 2011 17:20 hrs.
Parecía que los belgas se habían acostumbrado ya a vivir con el record de país con más tiempo sin gobierno (un año y cuatro meses al día de hoy). Sin embargo, este sábado los partidos flamencos y francófonos anunciaron la obtención de un acuerdo global para reformar las instituciones. Un paso importante para salir de la crisis política, pero solo el primero.
Según lo adelantado por ambas tendencias, las dos comunidades acordaron aumentar la autonomía de las regiones en relación con el actual Estado federal. Pero la tarea se anuncia ardua. Los ocho partidos volverán a reunirse el lunes para ultimar los detalles del texto que presentarán el martes oficialmente en el Parlamento. Y solo después podrán comenzar a trabajar en un programa común de gobierno que permita la creación del nuevo Ejecutivo.
Según la corresponsal de Radio Francia Internacional en Bruselas, Laia Forés, “el nuevo gobierno podría ver la luz en las próximas dos o tres semanas”.
En todo caso, el anuncio llega en buen momento para calmar a los mercados. La agencia calificadora de riesgo Moody’s amenazó el viernes con bajar la nota de la deuda belga a raíz de las turbulencias en las que ha entrado el banco franco-belga Dexia.
Este anuncio aleja al menos por el momento el espectro de la secesión del país, una partición que reclama el movimiento independentista flamenco N-VA de Bart de Wever, el vencedor de las elecciones de junio 2010. La población de Flandres -60% de los belgas- viven con la sensación de pagar por las comunidades del sur, más pobres y acusados de no hacer los mismos esfuerzos para sacar al país de la crisis económica.
A pesar de esa rivalidad y cargas de prejuicios, todas las partes parecían optimistas tras el acuerdo del sábado. El presidente del Partido Liberal francófono Charles Michel dijo que esta reforma de las instituciones es “la más importante desde la Segunda Guerra Mundial”. El partido Ecologista flamenco evocó un compromiso “imponente” y subrayó que “el diálogo se antepuso al cinismo”.
Por el momento, el país seguirá administrado por un gabinete encargado solo de los asuntos corrientes.
Parecía que los belgas se habían acostumbrado ya a vivir con el record de país con más tiempo sin gobierno (un año y cuatro meses al día de hoy). Sin embargo, este sábado los partidos flamencos y francófonos anunciaron la obtención de un acuerdo global para reformar las instituciones. Un paso importante para salir de la crisis política, pero solo el primero.
Según lo adelantado por ambas tendencias, las dos comunidades acordaron aumentar la autonomía de las regiones en relación con el actual Estado federal. Pero la tarea se anuncia ardua. Los ocho partidos volverán a reunirse el lunes para ultimar los detalles del texto que presentarán el martes oficialmente en el Parlamento. Y solo después podrán comenzar a trabajar en un programa común de gobierno que permita la creación del nuevo Ejecutivo.
Según la corresponsal de Radio Francia Internacional en Bruselas, Laia Forés, “el nuevo gobierno podría ver la luz en las próximas dos o tres semanas”.
En todo caso, el anuncio llega en buen momento para calmar a los mercados. La agencia calificadora de riesgo Moody’s amenazó el viernes con bajar la nota de la deuda belga a raíz de las turbulencias en las que ha entrado el banco franco-belga Dexia.
Este anuncio aleja al menos por el momento el espectro de la secesión del país, una partición que reclama el movimiento independentista flamenco N-VA de Bart de Wever, el vencedor de las elecciones de junio 2010. La población de Flandres -60% de los belgas- viven con la sensación de pagar por las comunidades del sur, más pobres y acusados de no hacer los mismos esfuerzos para sacar al país de la crisis económica.
A pesar de esa rivalidad y cargas de prejuicios, todas las partes parecían optimistas tras el acuerdo del sábado. El presidente del Partido Liberal francófono Charles Michel dijo que esta reforma de las instituciones es “la más importante desde la Segunda Guerra Mundial”. El partido Ecologista flamenco evocó un compromiso “imponente” y subrayó que “el diálogo se antepuso al cinismo”.
Por el momento, el país seguirá administrado por un gabinete encargado solo de los asuntos corrientes.
Parecía que los belgas se habían acostumbrado ya a vivir con el record de país con más tiempo sin gobierno (un año y cuatro meses al día de hoy). Sin embargo, este sábado los partidos flamencos y francófonos anunciaron la obtención de un acuerdo global para reformar las instituciones. Un paso importante para salir de la crisis política, pero solo el primero.
Según lo adelantado por ambas tendencias, las dos comunidades acordaron aumentar la autonomía de las regiones en relación con el actual Estado federal. Pero la tarea se anuncia ardua. Los ocho partidos volverán a reunirse el lunes para ultimar los detalles del texto que presentarán el martes oficialmente en el Parlamento. Y solo después podrán comenzar a trabajar en un programa común de gobierno que permita la creación del nuevo Ejecutivo.
Según la corresponsal de Radio Francia Internacional en Bruselas, Laia Forés, “el nuevo gobierno podría ver la luz en las próximas dos o tres semanas”.
En todo caso, el anuncio llega en buen momento para calmar a los mercados. La agencia calificadora de riesgo Moody’s amenazó el viernes con bajar la nota de la deuda belga a raíz de las turbulencias en las que ha entrado el banco franco-belga Dexia.
Este anuncio aleja al menos por el momento el espectro de la secesión del país, una partición que reclama el movimiento independentista flamenco N-VA de Bart de Wever, el vencedor de las elecciones de junio 2010. La población de Flandres -60% de los belgas- viven con la sensación de pagar por las comunidades del sur, más pobres y acusados de no hacer los mismos esfuerzos para sacar al país de la crisis económica.
A pesar de esa rivalidad y cargas de prejuicios, todas las partes parecían optimistas tras el acuerdo del sábado. El presidente del Partido Liberal francófono Charles Michel dijo que esta reforma de las instituciones es “la más importante desde la Segunda Guerra Mundial”. El partido Ecologista flamenco evocó un compromiso “imponente” y subrayó que “el diálogo se antepuso al cinismo”.
Por el momento, el país seguirá administrado por un gabinete encargado solo de los asuntos corrientes.
