Las pérdidas del sistema de AFP y las oscilaciones del mercado volvieron a abrir el debate sobre la eficiencia de las aseguradoras de fondos de pensiones en nuestro país.
Este martes se votará en sala del Senado un proyecto de acuerdo, donde se le solicita al Ejecutivo enviar un proyecto de ley con suma urgencia, en el que se permita a los trabajadores que impusieron en el antiguo sistema volver al INP (hoy en manos de la Superintendencia de Pensiones), prorrogando en 5 años las normas para promover estas desvinculaciones, con lo que permitirá a los trabajadores esperar un momento más oportuno para jubilar.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de los trabajadores. El presidente de la Federación Nacional de Profesionales de los Servicios de Salud (Fenpruss), Claudio González, afirmó que hoy los pensionados del ex INP reciben ingresos tres o cuatro veces más altos que el de las AFP, lo que se puede apreciar en el caso de los funcionarios de la Salud.
“La realidad es cruda y la realidad nos dice hoy que tenemos cerca de siete mil personas en el ámbito de la salud que están en condiciones de jubilar, que van a jubilar en los próximos cuatro años y que efectivamente sus pensiones son jubilaciones de hambre. Se trata de profesionales de la salud que hoy están ganado 800 mil pesos, pero cuando van a la AFP se encuentran con la triste sorpresa de que su pensión es de 180 mil o 200 mil pesos. Esa gente no se va a ir del sistema público de salud”, explicó González.
“Hay que reparar una deuda histórica con los trabajadores”, advirtió el dirigente, para quien es necesario que los trabajadores públicos tengan la posibilidad de elegir en qué sistema quieren estar. Y más aún cuando entre abril y septiembre de este año los fondos de pensiones registraron pérdidas de 25 mil millones de dólares.
Para el dirigente “Los dineros de los trabajadores no pueden estar al arbitrio del mercado”, por lo que señaló que es urgente generar cambios estructurales en esta materia, abriendo las puertas de un viejo sistema que funcionaba de forma eficiente, garantizando una mayor estabilidad futura a los trabajadores e introduciendo además criterios de solidaridad como hoy lo hace FONASA. “Una realidad muy distinta a las del actual modelo”, añadió.
Las pérdidas del sistema de AFP y las oscilaciones del mercado volvieron a abrir el debate sobre la eficiencia de las aseguradoras de fondos de pensiones en nuestro país.
Este martes se votará en sala del Senado un proyecto de acuerdo, donde se le solicita al Ejecutivo enviar un proyecto de ley con suma urgencia, en el que se permita a los trabajadores que impusieron en el antiguo sistema volver al INP (hoy en manos de la Superintendencia de Pensiones), prorrogando en 5 años las normas para promover estas desvinculaciones, con lo que permitirá a los trabajadores esperar un momento más oportuno para jubilar.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de los trabajadores. El presidente de la Federación Nacional de Profesionales de los Servicios de Salud (Fenpruss), Claudio González, afirmó que hoy los pensionados del ex INP reciben ingresos tres o cuatro veces más altos que el de las AFP, lo que se puede apreciar en el caso de los funcionarios de la Salud.
“La realidad es cruda y la realidad nos dice hoy que tenemos cerca de siete mil personas en el ámbito de la salud que están en condiciones de jubilar, que van a jubilar en los próximos cuatro años y que efectivamente sus pensiones son jubilaciones de hambre. Se trata de profesionales de la salud que hoy están ganado 800 mil pesos, pero cuando van a la AFP se encuentran con la triste sorpresa de que su pensión es de 180 mil o 200 mil pesos. Esa gente no se va a ir del sistema público de salud”, explicó González.
“Hay que reparar una deuda histórica con los trabajadores”, advirtió el dirigente, para quien es necesario que los trabajadores públicos tengan la posibilidad de elegir en qué sistema quieren estar. Y más aún cuando entre abril y septiembre de este año los fondos de pensiones registraron pérdidas de 25 mil millones de dólares.
Para el dirigente “Los dineros de los trabajadores no pueden estar al arbitrio del mercado”, por lo que señaló que es urgente generar cambios estructurales en esta materia, abriendo las puertas de un viejo sistema que funcionaba de forma eficiente, garantizando una mayor estabilidad futura a los trabajadores e introduciendo además criterios de solidaridad como hoy lo hace FONASA. “Una realidad muy distinta a las del actual modelo”, añadió.
Las pérdidas del sistema de AFP y las oscilaciones del mercado volvieron a abrir el debate sobre la eficiencia de las aseguradoras de fondos de pensiones en nuestro país.
Este martes se votará en sala del Senado un proyecto de acuerdo, donde se le solicita al Ejecutivo enviar un proyecto de ley con suma urgencia, en el que se permita a los trabajadores que impusieron en el antiguo sistema volver al INP (hoy en manos de la Superintendencia de Pensiones), prorrogando en 5 años las normas para promover estas desvinculaciones, con lo que permitirá a los trabajadores esperar un momento más oportuno para jubilar.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de los trabajadores. El presidente de la Federación Nacional de Profesionales de los Servicios de Salud (Fenpruss), Claudio González, afirmó que hoy los pensionados del ex INP reciben ingresos tres o cuatro veces más altos que el de las AFP, lo que se puede apreciar en el caso de los funcionarios de la Salud.
“La realidad es cruda y la realidad nos dice hoy que tenemos cerca de siete mil personas en el ámbito de la salud que están en condiciones de jubilar, que van a jubilar en los próximos cuatro años y que efectivamente sus pensiones son jubilaciones de hambre. Se trata de profesionales de la salud que hoy están ganado 800 mil pesos, pero cuando van a la AFP se encuentran con la triste sorpresa de que su pensión es de 180 mil o 200 mil pesos. Esa gente no se va a ir del sistema público de salud”, explicó González.
“Hay que reparar una deuda histórica con los trabajadores”, advirtió el dirigente, para quien es necesario que los trabajadores públicos tengan la posibilidad de elegir en qué sistema quieren estar. Y más aún cuando entre abril y septiembre de este año los fondos de pensiones registraron pérdidas de 25 mil millones de dólares.
Para el dirigente “Los dineros de los trabajadores no pueden estar al arbitrio del mercado”, por lo que señaló que es urgente generar cambios estructurales en esta materia, abriendo las puertas de un viejo sistema que funcionaba de forma eficiente, garantizando una mayor estabilidad futura a los trabajadores e introduciendo además criterios de solidaridad como hoy lo hace FONASA. “Una realidad muy distinta a las del actual modelo”, añadió.
