Por segunda vez en cinco meses, el presidente peruano Ollanta Humala estrena gabinete, con el reemplazo de la mitad de sus integrantes. El cambio más destacado es la llegada del ex militar Oscar Valdés como primer ministro en reemplazo de Salomón Lerner Ghitis, quien dimitiera el sábado. El empresario de izquierda evitó explicar las razones sobre su renuncia, pero dejó entrever que disentía con la decisión del Ejecutivo de declarar en emergencia Cajamarca (norte), foco de conflictos sociales protagonizados por antimineros.
Valdés quiso quitarle dramatismo al cambio de gabinete.”No hay ninguna crisis política, lo que está sucediendo es que hay algunos reajustes como siempre suele hacerse” (en esta época del año), aseguró a periodistas en Palacio de Gobierno tras reunirse con Humala.
El nombramiento de Valdés, ex instructor de Humala, fue interpretado como una señal de endurecimiento del Gobierno. El ex presidente Alejandro Toledo expresó su desacuerdo con la decisión de Humala.
“Me preocupa profundamente la militarización de un gobierno que fue elegido en democracia. Me preocupa mucho que el presidente Humala le haga más caso a sus asesores militares retirados que a sus ministros”, sostuvo. “Estoy demasiado preocupado por esta situación, me preocupa la gobernabilidad del país”, continuó Toledo. “Estoy preocupado por la gobernabilidad democrática y esa fue la única razón por la que apoyé a Humala en la elección. Quiero ser claro, yo no estoy apoyando al presidente Humala” agregó.
En el mismo sentido, el historiador Antonio Zapata estimó que “al ser un militar (el designado primer ministro) se podría decir que tiene cierta capacidad autoritaria y que son válidas las sospechas de fuertes probabilidades de militarización de Ollanta Humala”.
La designación de Valdés representa un “mensaje de endurecimiento frente a conflictos sociales”, opinó Alfredo Torres, director de la encuestadora Ipsos Apoyo. “Valdés tiene una imagen de una persona bastante eficiente y manejó una cartera difícil -como Interior- con inteligencia. El hecho que venga del ejército quiere decir que el gobierno no va permitir más excesos” en los conflictos sociales, declaró Torres.
Valdés deploró esta interpretación. “Lamento que mucha gente me vea como autoritario. Me gusta la disciplina, pero no soy autoritario”, dijo el flamante nuevo primer ministro.
El nuevo Gobierno:
Oscar Valdés es un ex teniente coronel del ejército, como el presidente Humala, que se desempeñó como ministro del Interior en el gabinete saliente de Lerner.
Los nuevos ministros: de Defensa, Luis Alberto Otárola; de Interior, Ezequiel Lozada; de Justicia, Juan Jiménez; de Agricultura, Luis Ginocchio; de Trabajo, José Villena, y de Producción, José Urquizo. Además, juraron sus cargos el nuevo ministro de Energía y Minas, Humberto Merino; la de Mujer, Ana Jara; el de Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, y el de Cultura, Luis Peirano.
Ratificados: el canciller, Rafael Roncagliolo; el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla; la titular de Inclusión Social, Carolina Trivelli, el de Turismo y Comercio Exterior, José Silva; el de Salud, Alberto Tejada, la de Educación, Patricia Salas, y el de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes.
Entre las salidas más llamativas: Aída García Naranjo (Mujer), Francisco Eguiguren
(Justicia) y Ricardo Giesecke (Ambiente), todos ligados a la izquierda. También sale la cantante Susana Baca, primera afroperuana en ocupar un ministerio.