Nuevos cambios a la ley de violencia en los estadios: ¿Será suficiente?
La Cámara de Diputados aprobó esta semana una serie de indicaciones a la normativa que, entre otras novedades, contemplan responsabilidad de los clubes en eventuales daños y exige transparentar los aportes a las barras. La incógnita es si bastan para acabar con hechos que nada tienen que ver con la pelota.
Domingo 15 de enero 2012 0:32 hrs.
Este sábado Universidad Católica y Universidad de Chile se enfrentaban por las semifinales de la Copa UC Sub 17. Las tribunas de San Carlos estaban prácticamente vacías, salvo por los familiares y algunos hinchas que se concentraban bajo la marquesina. Pese a que era un partido de juveniles, estuvo al borde de la suspensión por enfrentamientos entre barristas de ambos equipos.
Apenas unos días antes, el martes, la Cámara de Diputados había aprobado nuevas modificaciones a la Ley de Violencia en los Estadios, que ahora deben ser debatidas por el Senado.
Entre otras novedades, las indicaciones incluyen la responsabilidad de los clubes en los desmanes que puedan producir las barras.
Asimismo, el proyecto busca transparentar la relación entre dirigentes y barristas al establecer que todo aporte debe ser registrado contablemente y comunicado a las autoridades del fútbol y las intendencias.
En esa línea, los clubes deberán tener un registro con sus actividades de promoción y apoyo a las barras, individualizando a las personas beneficiadas. Cualquier omisión en este punto puede acarrear una sanción entre 100 y 200 UTM ($3.937.300 y $7.874.600).
El presidente de la comisión de Deportes de la Cámara, el UDI Celso Morales, explicó que el objetivo es que “si existe el ánimo o deseo de un dirigente de apoyar a una barra en particular, no prohibirlo, sino que sea transparente. Que al final del año, en su contabilidad, el club diga a la barra le aporté 500 mil pesos para viajar a apoyar al club a tal parte. O cualquier otro beneficio que sea en relación a apoyar a una barra. Que sea transparente, que se diga, que no se oculte”.
Para los parlamentarios, la entrega de aportes desde los clubes a las barras no es cuestionable. Uno de los impulsores a las nuevas indicaciones, el DC Matías Walker, hizo ver que “la ley de violencia en los estadios otorga un concepto de las barras, las definió y de alguna manera las legitimó. Entonces no creo que sea malo por sí mismo que exista una barra, es decir, un grupo que se organiza con el objeto de alentar a un equipo con banderas y cánticos. De hecho, nosotros fomentamos que las barras puedan estar empadronadas y que los clubes verifiquen que esas personas no tengan antecedentes penales. De esa forma se puede transparentar a quienes se les entregan los aportes”.
“Lo que queremos prohibir y prevenir son los hechos de violencia perpetrados por personas que escalan en lugar de liderazgo en las barras a partir precisamente de los hechos de violencia que generan al interior de las barras y que amenazan con ejercer violencia a los propios miembros de las barras, a los dirigentes y a los medios de comunicación”, agregó.
Letra muerta
La Ley de Violencia en los Estadios se promulgó en 1994, pero ha sido modificada en varias ocasiones, es cuestionada por la dificultad para aplicar sanciones reales y en los estadios siguen ocurriendo incidentes, como el de la Copa UC. Sin ir más lejos, las tres barras de mayor convocatoria, de Universidad de Chile, Colo Colo y Universidad Católica, protagonizaron incidentes en la temporada 2011.
Solo como ejemplo, Los de Abajo se encuentran divididos en dos facciones que protagonizaron violentos choques en tribunas; miembros de la Garra Blanca ingresaron a camarines en el último Superclásico, donde se produjeron otros incidentes que terminaron con el Monumental sancionado; y Los Cruzados quemaron butacas del Nacional en el último clásico universitario, además de romper rejas e ingresar a la cancha en la final de Copa Chile.
¿Será suficiente con las modificaciones recién aprobadas? Según Matías Walker, novedades como la presencia de fiscales en partidos de alto riesgo, la regularización de aportes a las barras y la suma de la ley de responsabilidad juvenil, son pasos concretos. A esto se deben sumar otras indicaciones que se encuentran hace años en el Senado y que deben ser tramitadas en conjunto.
En ese sentido, el coordinador del plan “Estadio Seguro” del ministerio del Interior, Felipe Achondo, dice que “se necesitan más modificaciones, dentro de las cuales están las que estamos planteando nosotros y que tenemos en esta comisión del Senado. Hay otras situaciones que me parecen relevantes de incluir en las modificaciones de forma de hacer una ley que abarque exactamente todas las cosas que creemos relevantes”.
El ex dirigente de Universidad Católica consideró que “si bien es un avance lo que han planteado los diputados, todavía es insuficiente y creemos que vamos a aportar con las modificaciones para tener una ley que nos deje más tranquilos”.
Consultados por las modificaciones a la ley, en la dirigencia de Universidad de Chile declinaron opinar por no tener conocimiento cabal, mientras en Colo Colo señalaron que no hay directivos que se refieran al tema. El presidente de Cruzados S.A., Jaime Estévez, se encontraba inubicable.
Este sábado Universidad Católica y Universidad de Chile se enfrentaban por las semifinales de la Copa UC Sub 17. Las tribunas de San Carlos estaban prácticamente vacías, salvo por los familiares y algunos hinchas que se concentraban bajo la marquesina. Pese a que era un partido de juveniles, estuvo al borde de la suspensión por enfrentamientos entre barristas de ambos equipos.
Apenas unos días antes, el martes, la Cámara de Diputados había aprobado nuevas modificaciones a la Ley de Violencia en los Estadios, que ahora deben ser debatidas por el Senado.
Entre otras novedades, las indicaciones incluyen la responsabilidad de los clubes en los desmanes que puedan producir las barras.
Asimismo, el proyecto busca transparentar la relación entre dirigentes y barristas al establecer que todo aporte debe ser registrado contablemente y comunicado a las autoridades del fútbol y las intendencias.
En esa línea, los clubes deberán tener un registro con sus actividades de promoción y apoyo a las barras, individualizando a las personas beneficiadas. Cualquier omisión en este punto puede acarrear una sanción entre 100 y 200 UTM ($3.937.300 y $7.874.600).
El presidente de la comisión de Deportes de la Cámara, el UDI Celso Morales, explicó que el objetivo es que “si existe el ánimo o deseo de un dirigente de apoyar a una barra en particular, no prohibirlo, sino que sea transparente. Que al final del año, en su contabilidad, el club diga a la barra le aporté 500 mil pesos para viajar a apoyar al club a tal parte. O cualquier otro beneficio que sea en relación a apoyar a una barra. Que sea transparente, que se diga, que no se oculte”.
Para los parlamentarios, la entrega de aportes desde los clubes a las barras no es cuestionable. Uno de los impulsores a las nuevas indicaciones, el DC Matías Walker, hizo ver que “la ley de violencia en los estadios otorga un concepto de las barras, las definió y de alguna manera las legitimó. Entonces no creo que sea malo por sí mismo que exista una barra, es decir, un grupo que se organiza con el objeto de alentar a un equipo con banderas y cánticos. De hecho, nosotros fomentamos que las barras puedan estar empadronadas y que los clubes verifiquen que esas personas no tengan antecedentes penales. De esa forma se puede transparentar a quienes se les entregan los aportes”.
“Lo que queremos prohibir y prevenir son los hechos de violencia perpetrados por personas que escalan en lugar de liderazgo en las barras a partir precisamente de los hechos de violencia que generan al interior de las barras y que amenazan con ejercer violencia a los propios miembros de las barras, a los dirigentes y a los medios de comunicación”, agregó.
Letra muerta
La Ley de Violencia en los Estadios se promulgó en 1994, pero ha sido modificada en varias ocasiones, es cuestionada por la dificultad para aplicar sanciones reales y en los estadios siguen ocurriendo incidentes, como el de la Copa UC. Sin ir más lejos, las tres barras de mayor convocatoria, de Universidad de Chile, Colo Colo y Universidad Católica, protagonizaron incidentes en la temporada 2011.
Solo como ejemplo, Los de Abajo se encuentran divididos en dos facciones que protagonizaron violentos choques en tribunas; miembros de la Garra Blanca ingresaron a camarines en el último Superclásico, donde se produjeron otros incidentes que terminaron con el Monumental sancionado; y Los Cruzados quemaron butacas del Nacional en el último clásico universitario, además de romper rejas e ingresar a la cancha en la final de Copa Chile.
¿Será suficiente con las modificaciones recién aprobadas? Según Matías Walker, novedades como la presencia de fiscales en partidos de alto riesgo, la regularización de aportes a las barras y la suma de la ley de responsabilidad juvenil, son pasos concretos. A esto se deben sumar otras indicaciones que se encuentran hace años en el Senado y que deben ser tramitadas en conjunto.
En ese sentido, el coordinador del plan “Estadio Seguro” del ministerio del Interior, Felipe Achondo, dice que “se necesitan más modificaciones, dentro de las cuales están las que estamos planteando nosotros y que tenemos en esta comisión del Senado. Hay otras situaciones que me parecen relevantes de incluir en las modificaciones de forma de hacer una ley que abarque exactamente todas las cosas que creemos relevantes”.
El ex dirigente de Universidad Católica consideró que “si bien es un avance lo que han planteado los diputados, todavía es insuficiente y creemos que vamos a aportar con las modificaciones para tener una ley que nos deje más tranquilos”.
Consultados por las modificaciones a la ley, en la dirigencia de Universidad de Chile declinaron opinar por no tener conocimiento cabal, mientras en Colo Colo señalaron que no hay directivos que se refieran al tema. El presidente de Cruzados S.A., Jaime Estévez, se encontraba inubicable.
Este sábado Universidad Católica y Universidad de Chile se enfrentaban por las semifinales de la Copa UC Sub 17. Las tribunas de San Carlos estaban prácticamente vacías, salvo por los familiares y algunos hinchas que se concentraban bajo la marquesina. Pese a que era un partido de juveniles, estuvo al borde de la suspensión por enfrentamientos entre barristas de ambos equipos.
Apenas unos días antes, el martes, la Cámara de Diputados había aprobado nuevas modificaciones a la Ley de Violencia en los Estadios, que ahora deben ser debatidas por el Senado.
Entre otras novedades, las indicaciones incluyen la responsabilidad de los clubes en los desmanes que puedan producir las barras.
Asimismo, el proyecto busca transparentar la relación entre dirigentes y barristas al establecer que todo aporte debe ser registrado contablemente y comunicado a las autoridades del fútbol y las intendencias.
En esa línea, los clubes deberán tener un registro con sus actividades de promoción y apoyo a las barras, individualizando a las personas beneficiadas. Cualquier omisión en este punto puede acarrear una sanción entre 100 y 200 UTM ($3.937.300 y $7.874.600).
El presidente de la comisión de Deportes de la Cámara, el UDI Celso Morales, explicó que el objetivo es que “si existe el ánimo o deseo de un dirigente de apoyar a una barra en particular, no prohibirlo, sino que sea transparente. Que al final del año, en su contabilidad, el club diga a la barra le aporté 500 mil pesos para viajar a apoyar al club a tal parte. O cualquier otro beneficio que sea en relación a apoyar a una barra. Que sea transparente, que se diga, que no se oculte”.
Para los parlamentarios, la entrega de aportes desde los clubes a las barras no es cuestionable. Uno de los impulsores a las nuevas indicaciones, el DC Matías Walker, hizo ver que “la ley de violencia en los estadios otorga un concepto de las barras, las definió y de alguna manera las legitimó. Entonces no creo que sea malo por sí mismo que exista una barra, es decir, un grupo que se organiza con el objeto de alentar a un equipo con banderas y cánticos. De hecho, nosotros fomentamos que las barras puedan estar empadronadas y que los clubes verifiquen que esas personas no tengan antecedentes penales. De esa forma se puede transparentar a quienes se les entregan los aportes”.
“Lo que queremos prohibir y prevenir son los hechos de violencia perpetrados por personas que escalan en lugar de liderazgo en las barras a partir precisamente de los hechos de violencia que generan al interior de las barras y que amenazan con ejercer violencia a los propios miembros de las barras, a los dirigentes y a los medios de comunicación”, agregó.
Letra muerta
La Ley de Violencia en los Estadios se promulgó en 1994, pero ha sido modificada en varias ocasiones, es cuestionada por la dificultad para aplicar sanciones reales y en los estadios siguen ocurriendo incidentes, como el de la Copa UC. Sin ir más lejos, las tres barras de mayor convocatoria, de Universidad de Chile, Colo Colo y Universidad Católica, protagonizaron incidentes en la temporada 2011.
Solo como ejemplo, Los de Abajo se encuentran divididos en dos facciones que protagonizaron violentos choques en tribunas; miembros de la Garra Blanca ingresaron a camarines en el último Superclásico, donde se produjeron otros incidentes que terminaron con el Monumental sancionado; y Los Cruzados quemaron butacas del Nacional en el último clásico universitario, además de romper rejas e ingresar a la cancha en la final de Copa Chile.
¿Será suficiente con las modificaciones recién aprobadas? Según Matías Walker, novedades como la presencia de fiscales en partidos de alto riesgo, la regularización de aportes a las barras y la suma de la ley de responsabilidad juvenil, son pasos concretos. A esto se deben sumar otras indicaciones que se encuentran hace años en el Senado y que deben ser tramitadas en conjunto.
En ese sentido, el coordinador del plan “Estadio Seguro” del ministerio del Interior, Felipe Achondo, dice que “se necesitan más modificaciones, dentro de las cuales están las que estamos planteando nosotros y que tenemos en esta comisión del Senado. Hay otras situaciones que me parecen relevantes de incluir en las modificaciones de forma de hacer una ley que abarque exactamente todas las cosas que creemos relevantes”.
El ex dirigente de Universidad Católica consideró que “si bien es un avance lo que han planteado los diputados, todavía es insuficiente y creemos que vamos a aportar con las modificaciones para tener una ley que nos deje más tranquilos”.
Consultados por las modificaciones a la ley, en la dirigencia de Universidad de Chile declinaron opinar por no tener conocimiento cabal, mientras en Colo Colo señalaron que no hay directivos que se refieran al tema. El presidente de Cruzados S.A., Jaime Estévez, se encontraba inubicable.
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