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Política, desarrollo e internet

Columna de opinión por Roberto Meza
Lunes 2 de abril 2012 10:44 hrs.


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Para 2016 habrá tres mil millones de usuarios de Internet en el mundo, según recientes proyecciones realizadas por la consultora Boston Consulting Group (BCG) en un Estudio de impacto de Internet sobre las economías de los países miembros de la G20. El informe proyecta que el número de usuarios crecerá al 8% anual durante los próximos 48 meses, al tiempo que su peso en el PIB del G20 aumentará a los US$ 4,2 millones de millones, subiendo del 4,1% del PIB, que anotó en 2010, a sobre el 8% el 2016, con un tipo de desarrollo cada vez más nómade: para ese año, 80% de las conexiones web serán desde smartphones o tablets.Como en la pasada Revolución Industrial, nuevamente Inglaterra es el país que ha tomado la delantera en la adopción de estas nuevas técnicas y es la nación europea que más impacto de la Revolución Digital muestra en su economía, alcanzando ya al 8,3% de su PIB. En efecto, Internet se ha convertido en el quinto sector en importancia, por sobre áreas tradicionales como la Construcción y Educación y sólo bajo Industria, Servicios Financieros, Negocios y Retail, y a niveles similares a Trabajo Social y Salud.El impacto sobre la economía inglesa, según proyectó BCG, continuará aumentando hasta el 12,4% de su PIB, con importante crecimiento en el consumo, producción y exportaciones. Londres ha seguido estimulando este desarrollo y recientemente ha anunciado inversiones multimillonarias para la conexión de banda ancha de alta velocidad para 14 ciudadesEl informe indica, asimismo, que junto con Inglaterra, los países que más avanzan en la contribución de Internet a sus economías son justamente los más poderosos, Alemania y Francia, mientras que en naciones como España, Polonia o Bélgica, el impacto total de Internet sobre sus economías será notablemente menor, por bajo el 6% del PIB en 2016, guarismo que se estima, será la media de países de la Unión Europea.

Aunque Chile es de los países OCDE que está más atrás en lo que se denomina e-Intensity Index -que mide habilidad, destreza y facilidad con Internet de los entes económicos e impacto en su vida diaria- con sus casi 2 millones de conexiones de banda ancha a Internet móvil y fijas ha estado avanzando rápidamente en los últimos años, pero aún no consigue estándares desarrollados en las medidas del impacto de Internet que los estudios consideran a la hora de la evaluación: Habilitación; que se refiere a la calidad y extensión de la infraestructura; Gastos; que mide el nivel de gastos y publicidad en el Internet; y Participación, referido a la participación activa en la web del gobierno, empresas y ciudadanos.

Aunque el tema de las redes sociales y su impacto en la vida social de los chilenos ha impulsado a las elites a considerar su relevancia, especialmente luego de las manifestaciones estudiantiles del 2011 y las regionalistas del 2012, la praxis de las dirigencias es menos elocuente que las palabras de elogio y apoyo que aquellas usan respecto de estas nuevas tecnologías, pues, por lo general, en las aplicaciones reales para una mayor integración de nuestra economía a las redes cibernéticas se observa aún un fuerte conservadurismo e incapacidad de asumir riesgos de la puesta en marcha de dichas tecnologías en educación, salud y gobierno, nacional y local, no obstante que se destaca la eficiencia y eficacia de servicios que si lo han conseguido.

Si los dirigentes políticos llegan a entender realmente la relevancia de Internet y su impacto económico en el crecimiento de la economía, su impulso a la inversión, en la creación de nuevos empleo y en el bienestar de la sociedad, con seguridad en los próximos años deberíamos seguir aumentando nuestra velocidad de integración a estas nuevas herramientas, que por lo demás son la clave para ingresar y permanecer en la emergente nueva sociedad de la información y el conocimiento.

Fuente Gráfico: BCG Perspectives

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.