Hollande asume la presidencia de Francia en una sobria ceremonia
El socialista François Hollande fue investido oficialmente este martes como nuevo presidente de Francia. El presidente saliente, Nicolas Sarkozy, partió del palacio del Elíseo en un auto junto con su esposa, Carla Bruni. Hollande reconoció el peso de las limitaciones que afronta Francia y agregó que cuenta 'abrir una nueva vía en Europa'.
Martes 15 de mayo 2012 9:29 hrs.
En su primer discurso luego de haber sido investido oficialmente como Presidente de la República francesa, el socialista François Hollande afirmó este martes “conocer el peso de las limitaciones a las cuales se enfrenta Francia: una deuda masiva, un crecimiento frágil, un desempleo elevado, una competitividad degradada y una Europa que no logra salir de la crisis”.
Pero Hollande precisó que “no hay fatalidad” frente a esta situación ya que “Francia tiene ventajas considerables”. El Presidente francés citó como parte de las fuerzas del país “la productividad de los trabajadores, la excelencia de los investigadores, el dinamismo de los empresarios, el trabajo de los agricultores, la calidad de los servicios públicos, la proyección de la cultura y la lengua, sin olvidar la vitalidad de nuestra demografía y la impaciencia de nuestros jóvenes”.
Hollande, que parte este martes en horas de la tarde a Berlín para reunirse con la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, afirmó que propondrá a los socios europeos de Francia “un nuevo pacto que combinará la reducción necesaria de las deudas públicas y el impulso indispensable a la economía”. También dijo que cuenta “abrir una nueva vía en Europa”.
El candidato socialista, que prometió durante la campaña un giro a la política de austeridad, afirmó que para “superar la crisis, Europa necesita proyectos, necesita solidaridad, necesita crecimiento”.
Hollande insistió asimismo en la necesidad de reciprocidad en los intercambios comerciales de la Unión Europea con el resto del mundo. En el plano interno, Hollande hizo hincapié en la imparcialidad del Estado y en la necesaria unidad de los franceses e, invocando los valores de la República, prometió luchar “contra el racismo, contra el antisemitismo y contra todas las discriminaciones”.
La ceremonia de investidura se realizó respetando el protocolo tradicional. Electo el 6 de mayo con 51,6 por ciento de los votos, François Hollande, de 57 años, es el séptimo presidente de la Quinta República Francesa con un mandato de cinco años, al frente de una de las principales potencias mundiales, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
En su primer discurso luego de haber sido investido oficialmente como Presidente de la República francesa, el socialista François Hollande afirmó este martes “conocer el peso de las limitaciones a las cuales se enfrenta Francia: una deuda masiva, un crecimiento frágil, un desempleo elevado, una competitividad degradada y una Europa que no logra salir de la crisis”.
Pero Hollande precisó que “no hay fatalidad” frente a esta situación ya que “Francia tiene ventajas considerables”. El Presidente francés citó como parte de las fuerzas del país “la productividad de los trabajadores, la excelencia de los investigadores, el dinamismo de los empresarios, el trabajo de los agricultores, la calidad de los servicios públicos, la proyección de la cultura y la lengua, sin olvidar la vitalidad de nuestra demografía y la impaciencia de nuestros jóvenes”.
Hollande, que parte este martes en horas de la tarde a Berlín para reunirse con la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, afirmó que propondrá a los socios europeos de Francia “un nuevo pacto que combinará la reducción necesaria de las deudas públicas y el impulso indispensable a la economía”. También dijo que cuenta “abrir una nueva vía en Europa”.
El candidato socialista, que prometió durante la campaña un giro a la política de austeridad, afirmó que para “superar la crisis, Europa necesita proyectos, necesita solidaridad, necesita crecimiento”.
Hollande insistió asimismo en la necesidad de reciprocidad en los intercambios comerciales de la Unión Europea con el resto del mundo. En el plano interno, Hollande hizo hincapié en la imparcialidad del Estado y en la necesaria unidad de los franceses e, invocando los valores de la República, prometió luchar “contra el racismo, contra el antisemitismo y contra todas las discriminaciones”.
La ceremonia de investidura se realizó respetando el protocolo tradicional. Electo el 6 de mayo con 51,6 por ciento de los votos, François Hollande, de 57 años, es el séptimo presidente de la Quinta República Francesa con un mandato de cinco años, al frente de una de las principales potencias mundiales, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
En su primer discurso luego de haber sido investido oficialmente como Presidente de la República francesa, el socialista François Hollande afirmó este martes “conocer el peso de las limitaciones a las cuales se enfrenta Francia: una deuda masiva, un crecimiento frágil, un desempleo elevado, una competitividad degradada y una Europa que no logra salir de la crisis”.
Pero Hollande precisó que “no hay fatalidad” frente a esta situación ya que “Francia tiene ventajas considerables”. El Presidente francés citó como parte de las fuerzas del país “la productividad de los trabajadores, la excelencia de los investigadores, el dinamismo de los empresarios, el trabajo de los agricultores, la calidad de los servicios públicos, la proyección de la cultura y la lengua, sin olvidar la vitalidad de nuestra demografía y la impaciencia de nuestros jóvenes”.
Hollande, que parte este martes en horas de la tarde a Berlín para reunirse con la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, afirmó que propondrá a los socios europeos de Francia “un nuevo pacto que combinará la reducción necesaria de las deudas públicas y el impulso indispensable a la economía”. También dijo que cuenta “abrir una nueva vía en Europa”.
El candidato socialista, que prometió durante la campaña un giro a la política de austeridad, afirmó que para “superar la crisis, Europa necesita proyectos, necesita solidaridad, necesita crecimiento”.
Hollande insistió asimismo en la necesidad de reciprocidad en los intercambios comerciales de la Unión Europea con el resto del mundo. En el plano interno, Hollande hizo hincapié en la imparcialidad del Estado y en la necesaria unidad de los franceses e, invocando los valores de la República, prometió luchar “contra el racismo, contra el antisemitismo y contra todas las discriminaciones”.
La ceremonia de investidura se realizó respetando el protocolo tradicional. Electo el 6 de mayo con 51,6 por ciento de los votos, François Hollande, de 57 años, es el séptimo presidente de la Quinta República Francesa con un mandato de cinco años, al frente de una de las principales potencias mundiales, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
