Si en este instante está naciendo un niño en Estados Unidos, lo más probable es que no sea “blanco”, según la taxonomía empleada por la Administración norteamericana, que atribuye la categoría racial de una persona en función de cómo ésta se define.
Según datos de la encuesta publicada este jueves por la Oficina del Censo de EE.UU., los hispanos, los negros, los asiáticos, mestizos y mulatos representaron exactamente el 50,4 por ciento de los nacimientos en un año hasta julio de 2011. Dicho de otro modo, los bebés norteamericanos blancos (no hispanos) dejaron de ser mayoritarios para pasar a ser la primera minoría del país.
Los demógrafos esperaban este resultado, conociendo la fuerte progresión de la minoría hispana, que en los últimos once años creció hasta situarse en 52 millones de personas, el 16,7 por ciento del total de la población.
Las personas que se presentan como blancas siguen ostentando el mayor porcentaje de nacimientos por raza, con un 49,6 por ciento, de acuerdo con el censo de 2010, pero la combinación del resto de la sociedad muestra que Estados Unidos ha pasado a ser una sociedad multirracial y multicultural.
Hoy en día, 63,4 por ciento de los norteamericanos son blancos, pero el censo realizado en 2008 apunta a que esta población dejará de ser mayoritaria en 2042.
Jeffrey Passel, del centro de estudios Pew Hispanic, explicó que la edad media de la población hispana en Estados Unidos es de 27 años, por lo cual está “justamente en su pico de fertilidad”.
Los cambios reflejan “la transformación de una cultura mayoritariamente blanca a un país más globalizado y multiétnico, en el cual nos estamos convirtiendo”, señaló el analista William Frey del centro de análisis Brookings, al diario The New York Times.