Con alegría reaccionaron los pobladores de Freirina luego de que el Gobierno decretara el cierre temporal de la planta reproductora de cerdos de Agrosuper y declarar alerta sanitaria.
En conversación con Radioanálisis de Radio Universidad de Chile, Andrea Cisternas, vocera del Movimiento Socio Ambiental del Valle del Huasco, confirmó que depusieron las manifestaciones y los bloqueos de caminos.
Asimismo, señaló que una vez que ingresaron las autoridades sanitarias a comprobar el estado de los más de 500 mil cerdos que se encontraban al interior de la planta sin alimentación ni agua, comprobaron que el grado de mortandad de los animales no fue tan alto como se creía.
Esta mañana, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, encabezó una reunión en la localidad de Maitencillo, junto a la ministra del Medioambiente, María Ignacia Benítez, el director de la Dirección General de Aguas (DGA), Matías Desmadryl, y representantes de Freirina, Huasco y Vallenar, donde se tomaron las decisiones de emergencia.
El cierre de Agrosuper es temporal hasta que regularice el tratamiento de las fecas, que generan malos olores y contaminación, y se someta a un nuevo proceso de evaluación ambiental.
“Nosotros vamos a estar pendientes del tema, al ojo con lo que ocurra para que no nos vuelvan a pisar porque fue indignante para la gente vivir entre el olor a mierda”, sostuvo la vocera.
La denuncia de contaminación por parte de la empresa generó intensas movilizaciones de la ciudadanía la que, desde el jueves pasado, había mantenido corte de rutas instalando barricadas e impidiendo a los trabajadores y administrativos ingresar a la planta.
Sin embargo, se trata de un conflicto antiguo. Esta planta fue aprobada el 2005, y pretende convertirse en la planta reproductora de cerdos más grande del mundo, albergando a 2 millones 300 mil animales, pero desde su instalación se han generado problemas. “Agrosuper se instaló sobre el desierto florido destruyendo la flora y fauna que había ahí”, detalló la vocera del Movimiento Socio Ambiental del Valle del Huasco.
La dirigenta agregó que la planta además requiere una gran cantidad de agua para funcionar, y está instalada en una región afectada por la sequía y con problemas de recursos hídricos.
Las primeras acciones judiciales se realizaron en noviembre del año 2011, fecha en que las educadoras de párvulos presentaron una querella contra los malos olores, en defensa de los niños. Desde esa fecha, el conflicto fue escalando, hasta que se agravó con una serie de intentos fallidos de diálogo con las autoridades regionales. Por esta razón, los voceros también pidieron la renuncia de la Intendenta de la Región de Atacama, Ximena Matas.
“Nosotros hicimos todo lo posible”, dice Andrea Cisternas detallando reuniones con los municipios, la empresa y representantes del Ejecutivo. “Esto no hubiera ocurrido si ellos hubieran tomado cartas en el asunto. Nosotros no comprendemos cómo el gobierno regional pudo haber dilatado tanto el problema y haber llegado a estas instancias”.