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París y Berlín atenúan pasajeramente desacuerdos profundos

En Bruselas se celebra a partir de este jueves 28 de junio una Cumbre Europea centrada en la crisis en Europa, asustada por una España que se tambalea y una Italia en apuros. Hollande y Merkel se reunieron la víspera en París y dieron señales de querer limar diferencias.

RFI

  Jueves 28 de junio 2012 13:14 hrs. 
HOLLANDE Y MERKEL

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Los medios franceses ya no se atreven a titular que la Cumbre Europea que empieza este jueves será crucial para salvar al euro porque ya se han realizado una veintena y la crisis persiste. Peor aún, se agrava.

España e Italia están en el ojo del huracán. La caída del Producto Interno Bruto español se aceleró en el segundo trimestre. Además, la zona euro anunció la víspera que contempla ayudar, en coordinación con el FMI, a la isla de Chipre, que se ha convertido en el quinto país de la eurozona en pedir ayuda a sus socios.

De ahí la importancia de esta nueva reunión de los 27 jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE). Los dirigentes europeos debatirán “medidas importantes” para salir de la crisis de la deuda, en una cumbre de dos días en la que deberán superar las reticencias de Alemania en algunos de los puntos claves propuestos para reactivar el crecimiento en Italia y España.

“Esperamos aprobar importantes medidas para reactivar el crecimiento y el empleo” en la zona euro, dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al iniciar la cumbre.

Alemania ha dejado claro que la única medicina para salir de esta crisis que amenaza con llevarse por delante el euro es la austeridad y una mayor integración política. Francia es partidaria, en cambio, de poner el acento en el crecimiento.

Sin embargo, tras la reunión que sostuvieron Hollande y Merkel este miércoles en París, los dos responsables trataron de moderar la intensidad de los desacuerdos que han expresado los últimos días. El presidente socialista francés afirmó: “Queremos, tanto el uno como el otro, profundizar la unión económica, monetaria y mañana política para llegar a una integración y a una solidaridad”.

Hollande sostuvo también que había habido “avances sobre todo en el crecimiento, que fue objeto de numerosas discusiones que han dado resultados”. El presidente francés se refiere a un pacto de crecimiento que constituye su primer triunfo, aunque modesto, en el forcejeo con Merkel.

La semana pasada, en efecto, los mandatarios de Alemania, Francia, España e Italia propusieron un “pacto” para movilizar entre 120.000 y 130.000 millones de euros. Esta suma, sin embargo, representa escasamente un 1% del PIB europeo, los cuales provendrían del Banco Europeo de Inversiones.

En el plano macroeconómico, no se espera que este plan de estímulo al crecimiento vaya a tener un gran impacto. Según el profesor de economía Charles Wyplosz, del Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra, citado por Le Figaro, “el dinero no será gastado enteramente antes de doce meses y tampoco estará centrado en el euro, ya que concierne la Europa de los 27, y además son proyectos que Bruselas ya había identificado desde hace un tiempo”.

¿Por qué entonces los alemanes aceptaron esta solicitud del presidente Hollande, la cual había sido uno de sus principales argumentos de campaña? “Porque los alemanes comprendieron que había que cederle alguna cosa a Hollande para que pudiera cantar victoria, para que pudiera decir que puso un término a la austeridad. La verdad, es que los alemanes fueron los que lanzaron este proyecto. Y Hollande cayó en la trampa”.

Por su lado, Merkel sigue inflexible en el rechazo tajante a los eurobonos, una medida que defiende Hollande, porque significa para Berlín pagar las deudas de los demás países. La estrategia de Merkel para contrarrestar esta idea es alentar un cambio de las instituciones alemanas, una mayor vigilancia de los presupuestos nacionales bajo la forma de una supervisión presupuestaria común de Bruselas, lo cual implicaría una pérdida de soberanía.

Para el profesor Charles Wyplosz, sin embargo, ésta es otra trampa de los alemanes: “¡La unión política, es el antídoto a los eurobonos!”, se exclama.

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