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¿A quién ha beneficiado la declaratoria de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad?

A casi una década del reconocimiento internacional que situó a Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad, surgen dudas sobre las decisiones del Estado para su administración. "Se necesitan recursos adicionales del nivel central o se va a empeorar mucho más la situación de Valparaíso”, dicen los críticos.

Paula Correa

  Sábado 14 de julio 2012 14:07 hrs. 
valpo

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¿A quién ha beneficiado la declaratoria de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad? Esta es la principal pregunta de dos profesionales, para quienes el enfoque ha estado en la reactivación económica y en generar oportunidades de emprendimiento y negocios apoyando a los empresarios, pero dejando de lado otros aspectos del patrimonio tanto o más importantes que estos.

Uno de ellos es Pablo Andueza, abogado de la Universidad Católica de Valparaíso especialista en temas patrimoniales, quien criticó el modelo de gestión que han adoptado las autoridades, al que calificó de “reduccionista”, ya que excluye el aporte que pueden realizar los habitantes del puerto principal.

Andueza añadió que la organización que debió hacerse cargo de la gestión del patrimonio era la municipalidad, sin embargo el tema está a cargo de una oficina de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (la Subdere), excluyendo nuevamente a la ciudadanía: “A mí me parece que el tema del patrimonio debe manejarse en forma local. Es insólito que el Concejo Municipal, que tiene a cargo la planificación de la ciudad y el manejo de los recursos municipales, no haya tenido injerencia alguna en la toma de decisiones respecto de las platas del BID. Desde esa perspectiva me parece que, en función de la autodeterminación de los municipios de las ciudades, la gestión del patrimonio debería estar en manos locales”, dijo.

El abogado añadió que la administración de la Subdere generó una serie de obstáculos, pues significó instalar una estructura paralela a la municipalidad, pero sin atribuciones legales de ninguna especie.

Según señaló Pablo Andueza, el centralismo santiaguino optó abiertamente por instalar un sistema de gestión del patrimonio cultural que, al final, comprometió la autodeterminación de la ciudad.

En esto coincidió el economista Camilo Vargas, para quien se dejó de lado la educación y la formación, pese a que existían programas para ello, lo que se refleja hoy en los jóvenes del puerto, ya que no consideran como suyo el patrimonio local ni lo valoran.

Temas que, según Vargas,  son fundamentales cuando se deben diseñar nuevos planes y redefinir la estrategia a futuro: “Respecto del futuro, el crédito del BID para Valparaíso ya se termina este año y no existe un proyecto que vaya a seguir en esta línea, lo que es bastante preocupante porque el municipio sigue completamente desfinanciado por lo que se necesitan recursos adicionales del nivel central, o se va a empeorar mucho más la situación de Valparaíso”, advirtió.

Para ambos especialistas, el camino correcto es recuperar la vía de participación, ya que un empresario lógicamente va a pensar en su negocio y un extranjero sólo viene de paso. En ese sentido, afirmaron  que “los ciudadanos son piezas claves en esto, pues son los únicos que pueden darle continuidad al patrimonio”.

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