El colapso de tres centrales de distribución originó un nuevo apagón en India, el segundo en dos días, el cual dejó esta vez a más de 600 millones de personas sin suministro, con problemas con la evacuación de cientos de mineros, cautivos bajo tierra por ascensores sin energía.
Esta nueva falla deriva en una doble crisis para India, con evidentes problemas para satisfacer la demanda energética de su población, además de falencias en el control del sobreconsumo este verano.
Esta es la peor crisis energética de India, un país que busca instalarse entre las potencias mundiales, aún cuando los peores apagones en los últimos diez años se traducen en críticas al manejo del Gobierno.