Raúl Sohr: Las opciones de Chile lo hacen incompatible con el Mercosur
La incorporación venezolana al Mercado Común del Sur, Mercosur, ha despertado distintas reacciones en la región, y desde luego en Chile, sobre las oportunidades y amenazas que podría significar adherir o no a “la quinta potencia mundial”, como lo llamó la mandataria brasileña y presidenta pro témpore del organismo, Dilma Rousseff.
Domingo 5 de agosto 2012 13:10 hrs.
El ingreso de Venezuela al Mercosur para muchos, como la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, selló una alianza que se proyecta como una potencia energética, alimentaria y económica, cuyas arcas representan el 83,2 por ciento del PIB de toda Sudamérica.
En Chile, Pablo Longueira, ministro de Energía, se refirió a este bloque sudamericano y potencial fuente de recursos energéticos, manifestando “la oportunidad que significa”.
“No podemos seguir con una política energética en que cada país le da la espalda al otro, teniendo enormes posibilidades las naciones de compartir una malla energética mucho más diversificada. Es por eso que, si el Mercosur inicia un proceso de profundizar una mayor integración, los únicos favorecidos vamos a ser todos los países que nos incorporemos a esa integración. Creo que es fundamental, y creo que cualquier integración latinoamericana y foros que existan Chile tiene que ser parte de ella”, dijo.
Evidentemente, como lo sostuvo Longueira, el Mercosur potenciará los intercambios energéticos entre las naciones adheridas, como el acuerdo recién firmado entre Yacimientos Petrolíferos Argentina, YPF, y Petróleo de Venezuela SA, PDVSA.
Rigoberto Torres, ingeniero del Centro de Energía de la Universidad de Chile, recalcó la oportunidad que significa el Mercosur, aunque señaló que, además de los acuerdos, “el país se debe tomar una decisión” en materia de políticas de Estado acerca de nuestros propios recursos energéticos.
“Para cualquier país pequeño como el nuestro es importante tener un acceso expedito a un mercado más grande como podrían ser todos los países del Mercosur. Siempre es bueno aprovechar alguna ventaja que se podrían generar pero lo veo difícil, tendría que ver mayores señales en términos de los intercambios comerciales asociados a los acuerdos. Recursos energéticos aquí hay bastante, el problema es cómo extraer esos recursos. El país lo primero que necesita es tomar una decisión, sea cual sea, lo peor que estamos haciendo en este minuto es permanecer en la incertidumbre”, señaló.
Si bien Chile no pertenece al Mercado Común del Sur, sí forma parte de la “Alianza del Pacífico”, iniciativa del ex presidente de Perú, Alan García, y ratificada por los países integrantes en junio del 2012.
Raúl Sohr, analista internacional, se refirió a “la otra cara del eje comercial latinoamericano”.
“Chile ha hecho también una opción al privilegiar la Alianza del Pacífico con México, Colombia y Perú. Esta opción no es contraria al Mercosur, pero se está mirando con una óptica diferente, Chile está apostando sus fichas en esa dirección más que hacia el resto de Sudamérica”, afirmó.
No obstante, la opción escogida por Chile no sólo se limita a políticas económicas, sino a la postura ideológica que propone el Mercosur.
Con el ingreso de la nación bolivariana y sin contar con Paraguay, que fue vetado por la alianza luego del golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo, los cuatro países vigentes en el tratado -Brasil, Uruguay, Argentina y Venezuela- conforman parte del bloque de izquierda o centro izquierda de la actual América del Sur.
En ese sentido, Sohr, recalcó que las políticas de Estado proteccionista, que Chile no tiene, significan un requisito gravitante para acceder al tratado.
“El Mercosur tiene una serie de impedimentos para Chile porque éste prácticamente no tiene aranceles, no hay proteccionismo, y el Mercosur es un pacto económico y los países que lo integran tienen aranceles muy alto, son proteccionistas, por lo que para Chile es muy difícil vincularse, en la práctica es imposible. Las opciones que nuestro país tiene lo hacen relativamente incompatible al Mercosur”, advirtió.
El ingreso de Venezuela al Mercosur para muchos, como la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, selló una alianza que se proyecta como una potencia energética, alimentaria y económica, cuyas arcas representan el 83,2 por ciento del PIB de toda Sudamérica.
En Chile, Pablo Longueira, ministro de Energía, se refirió a este bloque sudamericano y potencial fuente de recursos energéticos, manifestando “la oportunidad que significa”.
“No podemos seguir con una política energética en que cada país le da la espalda al otro, teniendo enormes posibilidades las naciones de compartir una malla energética mucho más diversificada. Es por eso que, si el Mercosur inicia un proceso de profundizar una mayor integración, los únicos favorecidos vamos a ser todos los países que nos incorporemos a esa integración. Creo que es fundamental, y creo que cualquier integración latinoamericana y foros que existan Chile tiene que ser parte de ella”, dijo.
Evidentemente, como lo sostuvo Longueira, el Mercosur potenciará los intercambios energéticos entre las naciones adheridas, como el acuerdo recién firmado entre Yacimientos Petrolíferos Argentina, YPF, y Petróleo de Venezuela SA, PDVSA.
Rigoberto Torres, ingeniero del Centro de Energía de la Universidad de Chile, recalcó la oportunidad que significa el Mercosur, aunque señaló que, además de los acuerdos, “el país se debe tomar una decisión” en materia de políticas de Estado acerca de nuestros propios recursos energéticos.
“Para cualquier país pequeño como el nuestro es importante tener un acceso expedito a un mercado más grande como podrían ser todos los países del Mercosur. Siempre es bueno aprovechar alguna ventaja que se podrían generar pero lo veo difícil, tendría que ver mayores señales en términos de los intercambios comerciales asociados a los acuerdos. Recursos energéticos aquí hay bastante, el problema es cómo extraer esos recursos. El país lo primero que necesita es tomar una decisión, sea cual sea, lo peor que estamos haciendo en este minuto es permanecer en la incertidumbre”, señaló.
Si bien Chile no pertenece al Mercado Común del Sur, sí forma parte de la “Alianza del Pacífico”, iniciativa del ex presidente de Perú, Alan García, y ratificada por los países integrantes en junio del 2012.
Raúl Sohr, analista internacional, se refirió a “la otra cara del eje comercial latinoamericano”.
“Chile ha hecho también una opción al privilegiar la Alianza del Pacífico con México, Colombia y Perú. Esta opción no es contraria al Mercosur, pero se está mirando con una óptica diferente, Chile está apostando sus fichas en esa dirección más que hacia el resto de Sudamérica”, afirmó.
No obstante, la opción escogida por Chile no sólo se limita a políticas económicas, sino a la postura ideológica que propone el Mercosur.
Con el ingreso de la nación bolivariana y sin contar con Paraguay, que fue vetado por la alianza luego del golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo, los cuatro países vigentes en el tratado -Brasil, Uruguay, Argentina y Venezuela- conforman parte del bloque de izquierda o centro izquierda de la actual América del Sur.
En ese sentido, Sohr, recalcó que las políticas de Estado proteccionista, que Chile no tiene, significan un requisito gravitante para acceder al tratado.
“El Mercosur tiene una serie de impedimentos para Chile porque éste prácticamente no tiene aranceles, no hay proteccionismo, y el Mercosur es un pacto económico y los países que lo integran tienen aranceles muy alto, son proteccionistas, por lo que para Chile es muy difícil vincularse, en la práctica es imposible. Las opciones que nuestro país tiene lo hacen relativamente incompatible al Mercosur”, advirtió.
El ingreso de Venezuela al Mercosur para muchos, como la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, selló una alianza que se proyecta como una potencia energética, alimentaria y económica, cuyas arcas representan el 83,2 por ciento del PIB de toda Sudamérica.
En Chile, Pablo Longueira, ministro de Energía, se refirió a este bloque sudamericano y potencial fuente de recursos energéticos, manifestando “la oportunidad que significa”.
“No podemos seguir con una política energética en que cada país le da la espalda al otro, teniendo enormes posibilidades las naciones de compartir una malla energética mucho más diversificada. Es por eso que, si el Mercosur inicia un proceso de profundizar una mayor integración, los únicos favorecidos vamos a ser todos los países que nos incorporemos a esa integración. Creo que es fundamental, y creo que cualquier integración latinoamericana y foros que existan Chile tiene que ser parte de ella”, dijo.
Evidentemente, como lo sostuvo Longueira, el Mercosur potenciará los intercambios energéticos entre las naciones adheridas, como el acuerdo recién firmado entre Yacimientos Petrolíferos Argentina, YPF, y Petróleo de Venezuela SA, PDVSA.
Rigoberto Torres, ingeniero del Centro de Energía de la Universidad de Chile, recalcó la oportunidad que significa el Mercosur, aunque señaló que, además de los acuerdos, “el país se debe tomar una decisión” en materia de políticas de Estado acerca de nuestros propios recursos energéticos.
“Para cualquier país pequeño como el nuestro es importante tener un acceso expedito a un mercado más grande como podrían ser todos los países del Mercosur. Siempre es bueno aprovechar alguna ventaja que se podrían generar pero lo veo difícil, tendría que ver mayores señales en términos de los intercambios comerciales asociados a los acuerdos. Recursos energéticos aquí hay bastante, el problema es cómo extraer esos recursos. El país lo primero que necesita es tomar una decisión, sea cual sea, lo peor que estamos haciendo en este minuto es permanecer en la incertidumbre”, señaló.
Si bien Chile no pertenece al Mercado Común del Sur, sí forma parte de la “Alianza del Pacífico”, iniciativa del ex presidente de Perú, Alan García, y ratificada por los países integrantes en junio del 2012.
Raúl Sohr, analista internacional, se refirió a “la otra cara del eje comercial latinoamericano”.
“Chile ha hecho también una opción al privilegiar la Alianza del Pacífico con México, Colombia y Perú. Esta opción no es contraria al Mercosur, pero se está mirando con una óptica diferente, Chile está apostando sus fichas en esa dirección más que hacia el resto de Sudamérica”, afirmó.
No obstante, la opción escogida por Chile no sólo se limita a políticas económicas, sino a la postura ideológica que propone el Mercosur.
Con el ingreso de la nación bolivariana y sin contar con Paraguay, que fue vetado por la alianza luego del golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo, los cuatro países vigentes en el tratado -Brasil, Uruguay, Argentina y Venezuela- conforman parte del bloque de izquierda o centro izquierda de la actual América del Sur.
En ese sentido, Sohr, recalcó que las políticas de Estado proteccionista, que Chile no tiene, significan un requisito gravitante para acceder al tratado.
“El Mercosur tiene una serie de impedimentos para Chile porque éste prácticamente no tiene aranceles, no hay proteccionismo, y el Mercosur es un pacto económico y los países que lo integran tienen aranceles muy alto, son proteccionistas, por lo que para Chile es muy difícil vincularse, en la práctica es imposible. Las opciones que nuestro país tiene lo hacen relativamente incompatible al Mercosur”, advirtió.
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