El viaje comienza cuando una persona conversa con las familias y les comenta que algo sucederá en la Torre 5 de la cárcel de San Miguel. Allí comienza un recorrido por distintas experiencias de ese fatídico 8 de diciembre del 2010, diversos testimonios que convergen también en el clásico griego “Antígona” de Sófocles.
La obra revive recuerdos llenos de rabia, impotencia y dolor, donde el teatro se convierte en un verdadero mecanismo de sanación para los miembros del elenco, quienes sufrieron la pérdida de sus seres querido en el incendio y hoy forman parte de la organización “81 Razones para Luchar”.
La madre de Julián Valdebenito, uno de los reos que falleció en la tragedia, Manuela Martínez, sostuvo que el montaje ha servido en la medida que “harta gente se ha dado cuenta que es una manera de protestar por lo que le pasó a los chicos, para que no vuelva a suceder y haya realmente justicia”.
“Queremos que se tome conciencia de lo que pasó y que se hagan responsables, que por ser presos, sí, ellos tenían culpa, pero más culpa tuvieron los que no reaccionaron en la forma en que tenían que hacerlo”, criticó Martínez en relación a la negligencia con que actuaron las autoridades responsables.
Manuela añadió que aún no se dan pasos significativos para descongestionar los centros penales, para que los condenados sean tratados como personas y que se respeten sus derechos, como correspondería a un país “supuestamente desarrollado”.
El proyecto surgió de una invitación de Caritas Chile para que los afectados realizaran una catarsis, idea que fue respaldada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNA).
A la iniciativa se sumó también la presidenta ejecutiva de la Corporación de Artistas por la Rehabilitación y Reinserción Social a través del Arte (Coartre), Jacqueline Roumeau, quien actuó como directora.
La actriz afirmó que la idea es realizar una temporada en el circuito teatral, considerando también la importancia que tiene el tema para la sociedad chilena.
En ese sentido afirmó que se debe reinstalar el debate, además de sensibilizar a la población sobre los temas de fondo que esconde la tragedia y cómo nos refleja.
“Pasó a ser parte de la memoria de Chile y lo que tiene que producir es un espacio de reflexión entre las autoridades, entre los familiares y la sociedad, porque hay muchos temas que tienen que ver con lo mismo, lo que pasó en Juan Fernández, lo que pasó con los mineros. Son muchos hechos que uno los mira aislados, pero donde la institucionalidad tiene que hacer una reflexión respecto a lo que está pasando en la rigurosidad y la negligencia que existe para llevar a cabo trabajos que tienen que ver en personas. Tienen que ser temas que van mucho más allá y tienen que quedar instalados”, explicó Roumeau.
El próximo 12, 13 y 14 de octubre se realizarán nuevas presentaciones de “Torre 5” en el Museo de la Memoria y el 8 de diciembre próximo, en el frontis de la Cárcel de San Miguel habrá una nueva función como una forma de conmemorar dos años del accidente.
El viaje comienza cuando una persona conversa con las familias y les comenta que algo sucederá en la Torre 5 de la cárcel de San Miguel. Allí comienza un recorrido por distintas experiencias de ese fatídico 8 de diciembre del 2010, diversos testimonios que convergen también en el clásico griego “Antígona” de Sófocles.
La obra revive recuerdos llenos de rabia, impotencia y dolor, donde el teatro se convierte en un verdadero mecanismo de sanación para los miembros del elenco, quienes sufrieron la pérdida de sus seres querido en el incendio y hoy forman parte de la organización “81 Razones para Luchar”.
La madre de Julián Valdebenito, uno de los reos que falleció en la tragedia, Manuela Martínez, sostuvo que el montaje ha servido en la medida que “harta gente se ha dado cuenta que es una manera de protestar por lo que le pasó a los chicos, para que no vuelva a suceder y haya realmente justicia”.
“Queremos que se tome conciencia de lo que pasó y que se hagan responsables, que por ser presos, sí, ellos tenían culpa, pero más culpa tuvieron los que no reaccionaron en la forma en que tenían que hacerlo”, criticó Martínez en relación a la negligencia con que actuaron las autoridades responsables.
Manuela añadió que aún no se dan pasos significativos para descongestionar los centros penales, para que los condenados sean tratados como personas y que se respeten sus derechos, como correspondería a un país “supuestamente desarrollado”.
El proyecto surgió de una invitación de Caritas Chile para que los afectados realizaran una catarsis, idea que fue respaldada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNA).
A la iniciativa se sumó también la presidenta ejecutiva de la Corporación de Artistas por la Rehabilitación y Reinserción Social a través del Arte (Coartre), Jacqueline Roumeau, quien actuó como directora.
La actriz afirmó que la idea es realizar una temporada en el circuito teatral, considerando también la importancia que tiene el tema para la sociedad chilena.
En ese sentido afirmó que se debe reinstalar el debate, además de sensibilizar a la población sobre los temas de fondo que esconde la tragedia y cómo nos refleja.
“Pasó a ser parte de la memoria de Chile y lo que tiene que producir es un espacio de reflexión entre las autoridades, entre los familiares y la sociedad, porque hay muchos temas que tienen que ver con lo mismo, lo que pasó en Juan Fernández, lo que pasó con los mineros. Son muchos hechos que uno los mira aislados, pero donde la institucionalidad tiene que hacer una reflexión respecto a lo que está pasando en la rigurosidad y la negligencia que existe para llevar a cabo trabajos que tienen que ver en personas. Tienen que ser temas que van mucho más allá y tienen que quedar instalados”, explicó Roumeau.
El próximo 12, 13 y 14 de octubre se realizarán nuevas presentaciones de “Torre 5” en el Museo de la Memoria y el 8 de diciembre próximo, en el frontis de la Cárcel de San Miguel habrá una nueva función como una forma de conmemorar dos años del accidente.
El viaje comienza cuando una persona conversa con las familias y les comenta que algo sucederá en la Torre 5 de la cárcel de San Miguel. Allí comienza un recorrido por distintas experiencias de ese fatídico 8 de diciembre del 2010, diversos testimonios que convergen también en el clásico griego “Antígona” de Sófocles.
La obra revive recuerdos llenos de rabia, impotencia y dolor, donde el teatro se convierte en un verdadero mecanismo de sanación para los miembros del elenco, quienes sufrieron la pérdida de sus seres querido en el incendio y hoy forman parte de la organización “81 Razones para Luchar”.
La madre de Julián Valdebenito, uno de los reos que falleció en la tragedia, Manuela Martínez, sostuvo que el montaje ha servido en la medida que “harta gente se ha dado cuenta que es una manera de protestar por lo que le pasó a los chicos, para que no vuelva a suceder y haya realmente justicia”.
“Queremos que se tome conciencia de lo que pasó y que se hagan responsables, que por ser presos, sí, ellos tenían culpa, pero más culpa tuvieron los que no reaccionaron en la forma en que tenían que hacerlo”, criticó Martínez en relación a la negligencia con que actuaron las autoridades responsables.
Manuela añadió que aún no se dan pasos significativos para descongestionar los centros penales, para que los condenados sean tratados como personas y que se respeten sus derechos, como correspondería a un país “supuestamente desarrollado”.
El proyecto surgió de una invitación de Caritas Chile para que los afectados realizaran una catarsis, idea que fue respaldada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNA).
A la iniciativa se sumó también la presidenta ejecutiva de la Corporación de Artistas por la Rehabilitación y Reinserción Social a través del Arte (Coartre), Jacqueline Roumeau, quien actuó como directora.
La actriz afirmó que la idea es realizar una temporada en el circuito teatral, considerando también la importancia que tiene el tema para la sociedad chilena.
En ese sentido afirmó que se debe reinstalar el debate, además de sensibilizar a la población sobre los temas de fondo que esconde la tragedia y cómo nos refleja.
“Pasó a ser parte de la memoria de Chile y lo que tiene que producir es un espacio de reflexión entre las autoridades, entre los familiares y la sociedad, porque hay muchos temas que tienen que ver con lo mismo, lo que pasó en Juan Fernández, lo que pasó con los mineros. Son muchos hechos que uno los mira aislados, pero donde la institucionalidad tiene que hacer una reflexión respecto a lo que está pasando en la rigurosidad y la negligencia que existe para llevar a cabo trabajos que tienen que ver en personas. Tienen que ser temas que van mucho más allá y tienen que quedar instalados”, explicó Roumeau.
El próximo 12, 13 y 14 de octubre se realizarán nuevas presentaciones de “Torre 5” en el Museo de la Memoria y el 8 de diciembre próximo, en el frontis de la Cárcel de San Miguel habrá una nueva función como una forma de conmemorar dos años del accidente.
