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Traslado de Conicyt a Economía: Critican escasa información y solicitan organismo autónomo

Aún se desconocen los alcances, pero la confirmación sobre el traslado de Conicyt al ministerio de Economía sigue generando polémica, sobre todo, por el desconocimiento que hay del cambio, a lo que se suma el propio rechazo del ministro de Educación. Aunque existe coincidencia en que se debe avanzar a una nueva institucionalidad para las Ciencias, especialistas afirman que el Gobierno está siguiendo un camino equivocado, que continuará concitando amplio rechazo.

Daniela Ruiz

  Martes 25 de septiembre 2012 21:11 hrs. 
conicyt

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La noticia solo ha sido comentada en un par de ocasiones por el ministro Pablo Longueira, pero con ello bastó para encender la controversia. La Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) se trasladaría desde el ministerio de Educación al de Economía, “con un modelo económico que se vincule con un valor agregado y que en el fondo unamos el mundo de la academia en Chile, el mundo de la investigación con el mundo de la empresa”, dijo el secretario de Estado.

Pese a que en sus  declaraciones, donde hizo énfasis en que Conicyt tenga  “un vínculo mayor con el aparato productivo” , Longueira afirmó que ya se estaba trabajando en el proyecto de ley para llevar adelante el cambio, por expresa petición del Presidente Sebastián Piñera, desde la cartera señalaron a Radio Universidad de Chile que la iniciativa se encuentra en tratativas, pero no existe claridad sobre la forma y el plazo en que se realizaría el traslado.

A raíz del tema, no solo existe  y preocupación desde las asociaciones científicas y el mundo académico en general, sino también completo desconocimiento sobre cómo se está llevando el tema por parte del Gobierno, lo que genera aún más suspicacias y rechazo respecto a la decisión.

A esto se suma el antecedente de que el propio ministro de Educación, Harald Beyer, manifestó públicamente que dentro del Gobierno hay diferencias en torno al tema, pues él  no está de acuerdo con el traspaso del organismo a otra cartera. “Hay dos formas de entregar fondos para investigación. Uno de ellos es el financiamiento directo a las universidades y creemos que eso debe estar en la misma mano de quienes ven la educación superior”, afirmó hace algunos días consultado sobre la noticia.

En este sentido, el vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, Sergio Lavandero, aseguró que en la casa de estudios solo se enteraron de la información por la prensa, “lo que parece sorprendente porque las universidades son lejos las que dan más cuenta de investigación en el país  y en la Universidad de Chile, siendo  una de las principales, ni siquiera estamos enterados ni se nos consulta, parece insólito”.

El vicerrector admitió que la noticia ha generado cierto temor dentro de los planteles, pero que ni siquiera “podemos saber si lo que se quiere proponer es bueno o malo, lo mínimo es saber lo que se está pensando”, indicó.

El presidente de las Sociedades Científicas, doctor Jorge Babul, quien coincidió con el vicerrector Lavandero sobre la poca información que existe de la modificación – “es una sorpresa y no hemos participado en lo absoluto”-, reiteró su desacuerdo con la iniciativa, asegurando que “las visiones que tiene el ministerio de Economía no se condicen con la Ciencia como búsqueda del conocimiento. No todo lo que uno conozca, el aumento del conocimiento, tiene una aplicación inmediata en lo económico”, criticó.

En este contexto, el científico advirtió que la medida también podría amenazar  la investigación y el avance de las Ciencias Sociales por, eventualmente, no ser consideradas dentro del espectro de Ciencia que buscan potenciar desde Economía. Cuestión en la que concordó el vicerrector Lavandero, que manifestó que es inconcebible “que en Chile no desarrollemos esas áreas porque carezcan de interés económico”.

El Premio Nacional de Ciencias y Humanidades 2007, Manuel Antonio Garretón, ratificó esta idea, sosteniendo que “lo planteado por el ministro Longueira, que de estos temas es un ignorante absoluto, es el peor de los escenarios, porque si quiere  tener un buen desarrollo cientifíco no puede hacerlo depender de la producción, y es malo para la Ciencia misma, no solo para las exactas, sino también para las Ciencias Sociales, que de concretarse el traslado, morirían”.

Por lo mismo, el sociológo, planteó que se debe avanzar hacia una nueva institucionalidad,  un ente autónomo como “un ministerio de Ciencia y Tecnología, que tuviera rango ministerial, como el de Cultura o Medio Ambiente, y ahí debiera mantenerse una gran división paras las Ciencias Sociales y las llamadas Exactas, Naturales o Científicas”.

Discusión que se ha estado dando a partir de la incertidumbre en que se mantiene la situación de Conicyt, que también ha servido para dejar al descubierto que en nuestro país no existe una política a largo plazo, con objetivos claros y proyecciones de lo que se espera del desarollo científico y tecnológico.

Aspecto que se puede corroborar a través de desalentadoras cifras como el nivel de inversión que realiza Chile en materia de investigación. Mientras en la Unión Europea los países invierten cerca un 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en Chile este porcentaje solo llega al 0, 4 , alcanzando el sexto lugar dentro de los naciones de las OCDE que menos gastos realizan en esta área.

Aunque la opción de un ministerio ha sido vista como unas de las alternativas, pues se ha realizado con éxito en otros países, también tendría que ser objeto de un debate de más largo aliento según Jorge Babul, ya que “el problema es que va a depender del gobierno de turno, del ministro que se designe y vamos a estar amarrados a eso. Es mejor una comisión de alto nivel, independiente del gobierno,  donde los científicos tengamos alguna participación en las cosas que sabemos, porque en este momento no tenemos nada”, propone.

“Independiente del nombre, tenemos que tener una política de Estado a largo plazo, de larga mirada, donde  todos los sectores podamos consensuar donde queremos llegar”, acota el vicerrector Segio Lavandero.

Una reforma a la institucionalidad que, de acuerdo a Pablo Astudillo, vocero del movimiento ciudadano Más Ciencia para Chile – desde donde también han manifestado un absoluto rechazo a la decisión del Gobierno-, se trabajó desde la organización y se entregó como propuesta al Senado, donde se incluye un ministerio de Ciencia, Tecnología e Innnovación que ya ha concitado el apoyo de más tres mil firmas en su sitio web.

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