Más de un centenar de académicos de la Universidad Católica rechazaron la realización del seminario “No Discriminación: Sus alcances en la educación”, que generó una fuerte controversia por su tratamiento de la homosexualidad.
112 profesores de distintas facultades se sumaron a las críticas que provocó el evento desde la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) y organizaciones por la diversidad.
A través de una declaración pública, el grupo de académicos sostiene que el Centro de Estudios para el Derecho y la Ética Aplicada (Cedap-UC), organizador del seminario, ha relacionado al plantel con una perspectiva únicamente patológica de la homosexualidad, desconociendo convenciones científicas nacionales e internacionales al respecto.
“Este escenario nos parece preocupante, pues no sólo expone fuertemente a nuestra Universidad y a su comunidad, sino también erosiona la tarea ética propia de un espacio universitario, esto es, la posibilidad de convocar diversas perspectivas que nos permitan avanzar en la búsqueda de la verdad”, declaran.
El documento destaca la reacción de los dirigentes de la FEUC y la repercusión pública que tuvo el seminario, “exponiendo nuestra misión y tarea como universidad”.
“La manera en que el seminario ha sido planteado ha lesionado la convivencia de los miembros de nuestra comunidad, universitaria y nacional, siendo el escenario para declaraciones que incitan al menoscabo de la dignidad de la persona humana. En la organización del seminario no se ha tenido en cuenta el rigor, la criticidad y el respeto por la pluralidad (de perspectivas) que debe caracterizar la labor académica en cualquier asunto”, añade el documento.
En este sentido, los académicos afirman que quien quiera representar públicamente a la Universidad Católica “al menos debe estar disponible para un debate participativo y riguroso” que permita diversas posiciones. “Es la propia comunidad la que encontrará su centro y su rumbo, inspirados en el mismo aire fresco que entró por esas ventanas conciliares que hoy recordamos con tanto orgullo”, agrega.
Finalmente, la declaración recuerda la reciente promulgación de la Ley Antidiscriminación y señala que “es nuestro deber rechazar cualquier intento por perpetuar, reproducir o justificar entre nosotros conductas o discursos discriminadores, sobre todo en el contexto de una sociedad que ha hecho sustanciales avances en materia de derechos civiles”.
“Llamamos entonces a rechazar y vencer toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, capacidad, condición social, lengua o religión”, concluye.
Más de un centenar de académicos de la Universidad Católica rechazaron la realización del seminario “No Discriminación: Sus alcances en la educación”, que generó una fuerte controversia por su tratamiento de la homosexualidad.
112 profesores de distintas facultades se sumaron a las críticas que provocó el evento desde la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) y organizaciones por la diversidad.
A través de una declaración pública, el grupo de académicos sostiene que el Centro de Estudios para el Derecho y la Ética Aplicada (Cedap-UC), organizador del seminario, ha relacionado al plantel con una perspectiva únicamente patológica de la homosexualidad, desconociendo convenciones científicas nacionales e internacionales al respecto.
“Este escenario nos parece preocupante, pues no sólo expone fuertemente a nuestra Universidad y a su comunidad, sino también erosiona la tarea ética propia de un espacio universitario, esto es, la posibilidad de convocar diversas perspectivas que nos permitan avanzar en la búsqueda de la verdad”, declaran.
El documento destaca la reacción de los dirigentes de la FEUC y la repercusión pública que tuvo el seminario, “exponiendo nuestra misión y tarea como universidad”.
“La manera en que el seminario ha sido planteado ha lesionado la convivencia de los miembros de nuestra comunidad, universitaria y nacional, siendo el escenario para declaraciones que incitan al menoscabo de la dignidad de la persona humana. En la organización del seminario no se ha tenido en cuenta el rigor, la criticidad y el respeto por la pluralidad (de perspectivas) que debe caracterizar la labor académica en cualquier asunto”, añade el documento.
En este sentido, los académicos afirman que quien quiera representar públicamente a la Universidad Católica “al menos debe estar disponible para un debate participativo y riguroso” que permita diversas posiciones. “Es la propia comunidad la que encontrará su centro y su rumbo, inspirados en el mismo aire fresco que entró por esas ventanas conciliares que hoy recordamos con tanto orgullo”, agrega.
Finalmente, la declaración recuerda la reciente promulgación de la Ley Antidiscriminación y señala que “es nuestro deber rechazar cualquier intento por perpetuar, reproducir o justificar entre nosotros conductas o discursos discriminadores, sobre todo en el contexto de una sociedad que ha hecho sustanciales avances en materia de derechos civiles”.
“Llamamos entonces a rechazar y vencer toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, capacidad, condición social, lengua o religión”, concluye.
Más de un centenar de académicos de la Universidad Católica rechazaron la realización del seminario “No Discriminación: Sus alcances en la educación”, que generó una fuerte controversia por su tratamiento de la homosexualidad.
112 profesores de distintas facultades se sumaron a las críticas que provocó el evento desde la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) y organizaciones por la diversidad.
A través de una declaración pública, el grupo de académicos sostiene que el Centro de Estudios para el Derecho y la Ética Aplicada (Cedap-UC), organizador del seminario, ha relacionado al plantel con una perspectiva únicamente patológica de la homosexualidad, desconociendo convenciones científicas nacionales e internacionales al respecto.
“Este escenario nos parece preocupante, pues no sólo expone fuertemente a nuestra Universidad y a su comunidad, sino también erosiona la tarea ética propia de un espacio universitario, esto es, la posibilidad de convocar diversas perspectivas que nos permitan avanzar en la búsqueda de la verdad”, declaran.
El documento destaca la reacción de los dirigentes de la FEUC y la repercusión pública que tuvo el seminario, “exponiendo nuestra misión y tarea como universidad”.
“La manera en que el seminario ha sido planteado ha lesionado la convivencia de los miembros de nuestra comunidad, universitaria y nacional, siendo el escenario para declaraciones que incitan al menoscabo de la dignidad de la persona humana. En la organización del seminario no se ha tenido en cuenta el rigor, la criticidad y el respeto por la pluralidad (de perspectivas) que debe caracterizar la labor académica en cualquier asunto”, añade el documento.
En este sentido, los académicos afirman que quien quiera representar públicamente a la Universidad Católica “al menos debe estar disponible para un debate participativo y riguroso” que permita diversas posiciones. “Es la propia comunidad la que encontrará su centro y su rumbo, inspirados en el mismo aire fresco que entró por esas ventanas conciliares que hoy recordamos con tanto orgullo”, agrega.
Finalmente, la declaración recuerda la reciente promulgación de la Ley Antidiscriminación y señala que “es nuestro deber rechazar cualquier intento por perpetuar, reproducir o justificar entre nosotros conductas o discursos discriminadores, sobre todo en el contexto de una sociedad que ha hecho sustanciales avances en materia de derechos civiles”.
“Llamamos entonces a rechazar y vencer toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, capacidad, condición social, lengua o religión”, concluye.
