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Europa en Recesión

Columna de opinión por Roberto Meza
Martes 20 de noviembre 2012 8:53 hrs.


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La indecisión de los líderes políticos de las naciones europeas en problemas desde el 2008 y la aplicación de recetas ortodoxas -razonables para la microeconomía, pero discutibles en sus efectos para la macro- ha seguido ralentizando sus economías y las está arrastrando a una nueva recesión.

Según datos de EuroStat, con la caída del Producto Interno Bruto (PIB) de -0,1% en el tercer trimestre, la zona euro ha entrado oficialmente en recesión por segunda vez en cuatro años. El PIB de los 17 estados que componen el área descendió en ese guarismo respecto del segundo trimestre, cuando la economía ya había caído -0.2%. A nivel anualizado, la baja es de -0,6% en la zona euro y de -0,4% en la Unión Europea de los 27.

Si bien las dos más grandes naciones de la zona crecieron más de lo estimado, el declive de los países más afectados continúa. Tanto en Alemania como en Francia, el PIB creció 0,2% respecto al segundo trimestre, cuando el alza fue de 0,3% y -0,1% respectivamente. A nivel anualizado, el repunte de Alemania es de 0,9% y el de Francia de 0,2%. Los países que más cayeron, como era de esperar, fueron Grecia (-7,2%), Portugal (-3,4%), Italia (-2,4%) y España (-1,6%).

 

 

 

 

 

El desapalancamiento puesto en marcha por gobiernos, banca y sector privado –que explica la mayor parte de la deuda de estos países- unido a los planes de austeridad y recortes presupuestarios de sus Gobiernos, han seguido conduciendo a sus economías hacia el borde del impago, mejorando las expectativas de los tenedores del Credit Default Swaps (CDS). Sin medidas que estimulen el crecimiento y el empleo, la demanda debería seguir contrayéndose, reduciendo el consumo y prolongando el círculo vicioso que se ve incrementado por dinero y crédito caro, debido al alza de las primas de riesgo. En el caso español, la prima de riesgo ha vuelto a los 462 puntos, mientras el desempleo llega al 25%.

Es decir, los rescates a una banca internacional super apalancada realizados con el buen propósito de no arruinar a millones de ahorrantes que depositaron su confianza a esas instituciones, han ido a “tapar hoyos” financieros, pero al no fluir hacia la economía real, han incrementado las tendencias recesivas.

Aunque a través de sus declaraciones los líderes europeos aseguran que no dejarán caer a Grecia -lo que implicaría dar mayores plazos para su ajuste- y no obstante que España ha seguido haciendo sus tareas para evitar el rescate de la Troika entre masivas manifestaciones ciudadanas, la fuerza de la onda contractiva podría reactivar la petición de Madrid de un rescate, amenazando con enervar aún más su situación social.

Pero el propio Bundesbank (Banco Central alemán), en su boletín de noviembre, ha advertido que la economía de su país se ralentiza y descarta que se produzca una rápida recuperación, pues hay evidencias de que “la economía podría ser arrastrada extensamente”. Hasta ahora, el sector industrial exportador germano es el que más ha sufrido la caída económica global y la crisis en algunos países de la zona euro.

Estados Unidos, por su parte, muestra mejores noticias. A última hora del viernes, los representantes demócratas y republicanos estadounidenses prometieron flexibilidad y limar sus diferencias ideológicas para paliar el efecto de ajustes por más de US$600 mil millones que debería afrontar su economía para no caer en el temido “abismo fiscal”. El acuerdo ha renovado el optimismo de los mercados y el lunes, las bolsas de Europa abrieron al alza, mientras que el cobre subió 1,29% en Londres, cotizándose en US$3,479 la libra, su mayor avance diario desde el 2 de octubre, cuando logró 1,81%.

El Banco Central de Chile, en su informe de Indicadores de Coyuntura Trimestral, por su parte, dijo que en lo que va del 2012, nuestra economía acumula un crecimiento de 5,6%, gracias al buen comportamiento de la minería, servicios personales, servicios empresariales y comercio, explicado por una demanda interna que creció 8%, impulsada por el consumo e inversión. Las cifras revelan que la minería sigue siendo el sueldo de Chile y que el buen comportamiento fiscal y la estabilidad institucional atrae inversiones, mejorando el empleo, consumo y condiciones de vida de las personas, aunque, al mismo tiempo, muestra que siendo la minería la viga maestra, cambios bruscos en sus precios, amenazan con afectar al conjunto de la estructura.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.