La investigación en Teotihuacán puso en serios problemas a la filial de Wal-Mart en México, al revelar que sobornó a distintos funcionarios del Estado para lograr su meta de expandirse, violando así leyes de zonificación y permisos ambientales que por la ley de ese país habrían impedido la apertura de las tiendas en zonas estratégicas.
Una de ella es una importante zona arqueológica, Teotihuacán, ubicada al norte de Ciudad de México, donde logró abrir su tienda a pesar de las fuertes protestas en 2004. Para aplacar la polémica, la empresa emitió un comunicado asegurando que ya está investigando el proceso de entrega de permisos y licencias, lo que es parte de una indagación más amplia que Wal-Mart inició hace más de un año sobre violaciones potenciales a la ley de los Estados Unidos por prácticas corruptas en el extranjero.
Enrique Bonilla, fundador y coordinador del Frente Nacional contra Walmart en México, afirmó que no le sorprende esta situación debido al prontuario que tiene la compañía en el resto del mundo.
El dirigente declaró que “los sobornos es parte de la cultura de esta empresa, el crecer de esta forma. Lo inició en México, pero lo practica en India, China y otros países, es parte de su cultura. Esta es una empresa caníbal, que acaba a los proveedores, no paga impuestos, entonces es una enfermedad”.
Bonilla añadió que Walmart está actualmente en 27 países y tiene 10 mil 800 tiendas, 2 mil 800 de ellas están en México, incluyendo sus sucursales bancarias. En todos esos lugares, Walmart ha tenido conflictos, si no es con su instalación, al menos, con los trabajadores y proveedores, ya que –afirmó- “la explotación es desmedida”.
En su país, quienes laboran en Walmart deben pagar su derecho a trabajar, para recibir, en muchos casos, menos del sueldo mínimo. Esto ocurre también en otras partes del mundo. Recientemente en el mismo Estados Unidos los funcionarios mantenían un fuerte proceso de movilización contra la empresa, lo que también se vio en Argentina, donde se registraron también casos de discriminación.
Sin embargo, no todas las naciones han admitido la presencia de la trasnacional: “Hay países que no permiten violaciones, se fue de Alemania, Corea del Sur, Hong Kong, porque no permite sus condiciones. En Oriente, el día de inauguración de la primera tienda, toda la población se opuso y se quemó la tienda hasta sus cimientos, entonces ellos no entienden por las buenas”, dijo Bonilla.
Hace tan sólo unos años Walmart llegó a nuestro país, controlando Supermercados Líder, y ya ha presentado una serie de denuncias por abusos. Frente a esta historia reaccionó el sindicato Global UNI, el argentino Rubén Cortinas, presidente de UNI Américas, quien afirmó que los trabajadores se están organizando y advirtió que se va a acabar la libertad total con la que está operando Walmart en el mundo.
La investigación en Teotihuacán puso en serios problemas a la filial de Wal-Mart en México, al revelar que sobornó a distintos funcionarios del Estado para lograr su meta de expandirse, violando así leyes de zonificación y permisos ambientales que por la ley de ese país habrían impedido la apertura de las tiendas en zonas estratégicas.
Una de ella es una importante zona arqueológica, Teotihuacán, ubicada al norte de Ciudad de México, donde logró abrir su tienda a pesar de las fuertes protestas en 2004. Para aplacar la polémica, la empresa emitió un comunicado asegurando que ya está investigando el proceso de entrega de permisos y licencias, lo que es parte de una indagación más amplia que Wal-Mart inició hace más de un año sobre violaciones potenciales a la ley de los Estados Unidos por prácticas corruptas en el extranjero.
Enrique Bonilla, fundador y coordinador del Frente Nacional contra Walmart en México, afirmó que no le sorprende esta situación debido al prontuario que tiene la compañía en el resto del mundo.
El dirigente declaró que “los sobornos es parte de la cultura de esta empresa, el crecer de esta forma. Lo inició en México, pero lo practica en India, China y otros países, es parte de su cultura. Esta es una empresa caníbal, que acaba a los proveedores, no paga impuestos, entonces es una enfermedad”.
Bonilla añadió que Walmart está actualmente en 27 países y tiene 10 mil 800 tiendas, 2 mil 800 de ellas están en México, incluyendo sus sucursales bancarias. En todos esos lugares, Walmart ha tenido conflictos, si no es con su instalación, al menos, con los trabajadores y proveedores, ya que –afirmó- “la explotación es desmedida”.
En su país, quienes laboran en Walmart deben pagar su derecho a trabajar, para recibir, en muchos casos, menos del sueldo mínimo. Esto ocurre también en otras partes del mundo. Recientemente en el mismo Estados Unidos los funcionarios mantenían un fuerte proceso de movilización contra la empresa, lo que también se vio en Argentina, donde se registraron también casos de discriminación.
Sin embargo, no todas las naciones han admitido la presencia de la trasnacional: “Hay países que no permiten violaciones, se fue de Alemania, Corea del Sur, Hong Kong, porque no permite sus condiciones. En Oriente, el día de inauguración de la primera tienda, toda la población se opuso y se quemó la tienda hasta sus cimientos, entonces ellos no entienden por las buenas”, dijo Bonilla.
Hace tan sólo unos años Walmart llegó a nuestro país, controlando Supermercados Líder, y ya ha presentado una serie de denuncias por abusos. Frente a esta historia reaccionó el sindicato Global UNI, el argentino Rubén Cortinas, presidente de UNI Américas, quien afirmó que los trabajadores se están organizando y advirtió que se va a acabar la libertad total con la que está operando Walmart en el mundo.
La investigación en Teotihuacán puso en serios problemas a la filial de Wal-Mart en México, al revelar que sobornó a distintos funcionarios del Estado para lograr su meta de expandirse, violando así leyes de zonificación y permisos ambientales que por la ley de ese país habrían impedido la apertura de las tiendas en zonas estratégicas.
Una de ella es una importante zona arqueológica, Teotihuacán, ubicada al norte de Ciudad de México, donde logró abrir su tienda a pesar de las fuertes protestas en 2004. Para aplacar la polémica, la empresa emitió un comunicado asegurando que ya está investigando el proceso de entrega de permisos y licencias, lo que es parte de una indagación más amplia que Wal-Mart inició hace más de un año sobre violaciones potenciales a la ley de los Estados Unidos por prácticas corruptas en el extranjero.
Enrique Bonilla, fundador y coordinador del Frente Nacional contra Walmart en México, afirmó que no le sorprende esta situación debido al prontuario que tiene la compañía en el resto del mundo.
El dirigente declaró que “los sobornos es parte de la cultura de esta empresa, el crecer de esta forma. Lo inició en México, pero lo practica en India, China y otros países, es parte de su cultura. Esta es una empresa caníbal, que acaba a los proveedores, no paga impuestos, entonces es una enfermedad”.
Bonilla añadió que Walmart está actualmente en 27 países y tiene 10 mil 800 tiendas, 2 mil 800 de ellas están en México, incluyendo sus sucursales bancarias. En todos esos lugares, Walmart ha tenido conflictos, si no es con su instalación, al menos, con los trabajadores y proveedores, ya que –afirmó- “la explotación es desmedida”.
En su país, quienes laboran en Walmart deben pagar su derecho a trabajar, para recibir, en muchos casos, menos del sueldo mínimo. Esto ocurre también en otras partes del mundo. Recientemente en el mismo Estados Unidos los funcionarios mantenían un fuerte proceso de movilización contra la empresa, lo que también se vio en Argentina, donde se registraron también casos de discriminación.
Sin embargo, no todas las naciones han admitido la presencia de la trasnacional: “Hay países que no permiten violaciones, se fue de Alemania, Corea del Sur, Hong Kong, porque no permite sus condiciones. En Oriente, el día de inauguración de la primera tienda, toda la población se opuso y se quemó la tienda hasta sus cimientos, entonces ellos no entienden por las buenas”, dijo Bonilla.
Hace tan sólo unos años Walmart llegó a nuestro país, controlando Supermercados Líder, y ya ha presentado una serie de denuncias por abusos. Frente a esta historia reaccionó el sindicato Global UNI, el argentino Rubén Cortinas, presidente de UNI Américas, quien afirmó que los trabajadores se están organizando y advirtió que se va a acabar la libertad total con la que está operando Walmart en el mundo.
