La serie de violentos saqueos que desde el jueves golpea distintos centros urbanos de país dejó dos muertos, dos heridos graves y unos 90 detenidos en la ciudad de Rosario (Santa Fe, 310 kilómetros al norte de Buenos Aires), la tercera de Argentina, informó este viernes una fuente oficial.
“Dos personas fallecieron y otras dos están heridas de gravedad por los hechos de ataques a supermercados”, declaró a la prensa el secretario de Gobierno de Rosario, Matías Drivet.
El funcionario afirmó que una de las víctimas murió por herida de arma blanca y la otra de un balazo durante los hechos que calificó de “vandálicos y organizados” y que afectaron sobre todo a supermercados de barrios periféricos de Rosario cuyos propietarios son de origen chino. Según la prensa argentina, se trataría de unos 25 supermercados.
Hechos similares se registraron la víspera en otras ciudades como Bariloche (sur), Resistencia (norte), así como en Zárate y Campana (periferia norte de Buenos Aires), en la mayoría de los casos con heridos y detenidos.
Los desmanes comenzaron el jueves por la mañana en la turística ciudad de Bariloche, ubicada en el suroeste argentino, cuando un centenar de vecinos originarios de barrios humildes de la periferia salieron a las calles con palos y piedras para enfrentarse con la policía, con la intención de ingresar al supermercado Changomás, de la cadena Walmart.
Los pobladores se llevaron alimentos, ropa, televisores, bicicletas y electrodomésticos. “La situación no está controlada, es muy preocupante. Cada vez se suma más gente. Fue saqueado un local de Changomás y ahora están saqueando uno de la cadena Todo”, informó al canal TN el Secretario de la Alcaldía de Bariloche, Oscar Borchichi.
Según un funcionario, en uno de los locales sustrajeron “hasta la caja fuerte” y dijo no saber quiénes integran los grupos que ingresaron a esos locales.
Ante los desmanes, el gobierno argentino envió a 400 gendarmes para recuperar la calma.
Los enfrentamientos dejaron 20 heridos leves, en su mayoría efectivos policiales. Tres personas, de las cuales dos son menores, fueron detenidas.
Según el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, los saqueos fueron protagonizados por “pequeños grupos marginales y violentos”.
“Estos hechos no han sido casuales”, sostuvo y los vinculó con las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando el presidente Fernando De la Rúa (1999/2001) renunció en medio de una revuelta social que dejó 30 muertos en todo el país.
En el mismo sentido, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, indicó que los saqueos “no son hechos que tengan que ver con conflictividad social o cuestiones relacionadas con la supervivencia de la gente”.
Sin embargo, según una versión recogida por el diario Clarín, los saqueos se produjeron en ausencia del intendente de Bariloche Omar Goye, “quien quedó bajo sospecha a raíz de denuncias de ‘presiones’ contra supermercadistas, quienes denunciaron que días atrás les reclamó que entreguen bolsones de alimentos para evitar asaltos de este tipo”.
Horas más tarde, los saqueos se extendieron a Campana, a 75 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Un nutrido grupo de personas robó en un supermercado Maxiconsumo y trató de ingresar en una tienda de Carrefour exigiendo comida una canasta navideña, pero al llegar la policía se dirigieron a una estación de servicio para desvalijarla. Luego, llegaron a la ruta 9, donde pararon automóviles particulares y camiones para asaltar a sus pasajeros.
La serie de violentos saqueos que desde el jueves golpea distintos centros urbanos de país dejó dos muertos, dos heridos graves y unos 90 detenidos en la ciudad de Rosario (Santa Fe, 310 kilómetros al norte de Buenos Aires), la tercera de Argentina, informó este viernes una fuente oficial.
“Dos personas fallecieron y otras dos están heridas de gravedad por los hechos de ataques a supermercados”, declaró a la prensa el secretario de Gobierno de Rosario, Matías Drivet.
El funcionario afirmó que una de las víctimas murió por herida de arma blanca y la otra de un balazo durante los hechos que calificó de “vandálicos y organizados” y que afectaron sobre todo a supermercados de barrios periféricos de Rosario cuyos propietarios son de origen chino. Según la prensa argentina, se trataría de unos 25 supermercados.
Hechos similares se registraron la víspera en otras ciudades como Bariloche (sur), Resistencia (norte), así como en Zárate y Campana (periferia norte de Buenos Aires), en la mayoría de los casos con heridos y detenidos.
Los desmanes comenzaron el jueves por la mañana en la turística ciudad de Bariloche, ubicada en el suroeste argentino, cuando un centenar de vecinos originarios de barrios humildes de la periferia salieron a las calles con palos y piedras para enfrentarse con la policía, con la intención de ingresar al supermercado Changomás, de la cadena Walmart.
Los pobladores se llevaron alimentos, ropa, televisores, bicicletas y electrodomésticos. “La situación no está controlada, es muy preocupante. Cada vez se suma más gente. Fue saqueado un local de Changomás y ahora están saqueando uno de la cadena Todo”, informó al canal TN el Secretario de la Alcaldía de Bariloche, Oscar Borchichi.
Según un funcionario, en uno de los locales sustrajeron “hasta la caja fuerte” y dijo no saber quiénes integran los grupos que ingresaron a esos locales.
Ante los desmanes, el gobierno argentino envió a 400 gendarmes para recuperar la calma.
Los enfrentamientos dejaron 20 heridos leves, en su mayoría efectivos policiales. Tres personas, de las cuales dos son menores, fueron detenidas.
Según el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, los saqueos fueron protagonizados por “pequeños grupos marginales y violentos”.
“Estos hechos no han sido casuales”, sostuvo y los vinculó con las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando el presidente Fernando De la Rúa (1999/2001) renunció en medio de una revuelta social que dejó 30 muertos en todo el país.
En el mismo sentido, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, indicó que los saqueos “no son hechos que tengan que ver con conflictividad social o cuestiones relacionadas con la supervivencia de la gente”.
Sin embargo, según una versión recogida por el diario Clarín, los saqueos se produjeron en ausencia del intendente de Bariloche Omar Goye, “quien quedó bajo sospecha a raíz de denuncias de ‘presiones’ contra supermercadistas, quienes denunciaron que días atrás les reclamó que entreguen bolsones de alimentos para evitar asaltos de este tipo”.
Horas más tarde, los saqueos se extendieron a Campana, a 75 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Un nutrido grupo de personas robó en un supermercado Maxiconsumo y trató de ingresar en una tienda de Carrefour exigiendo comida una canasta navideña, pero al llegar la policía se dirigieron a una estación de servicio para desvalijarla. Luego, llegaron a la ruta 9, donde pararon automóviles particulares y camiones para asaltar a sus pasajeros.
La serie de violentos saqueos que desde el jueves golpea distintos centros urbanos de país dejó dos muertos, dos heridos graves y unos 90 detenidos en la ciudad de Rosario (Santa Fe, 310 kilómetros al norte de Buenos Aires), la tercera de Argentina, informó este viernes una fuente oficial.
“Dos personas fallecieron y otras dos están heridas de gravedad por los hechos de ataques a supermercados”, declaró a la prensa el secretario de Gobierno de Rosario, Matías Drivet.
El funcionario afirmó que una de las víctimas murió por herida de arma blanca y la otra de un balazo durante los hechos que calificó de “vandálicos y organizados” y que afectaron sobre todo a supermercados de barrios periféricos de Rosario cuyos propietarios son de origen chino. Según la prensa argentina, se trataría de unos 25 supermercados.
Hechos similares se registraron la víspera en otras ciudades como Bariloche (sur), Resistencia (norte), así como en Zárate y Campana (periferia norte de Buenos Aires), en la mayoría de los casos con heridos y detenidos.
Los desmanes comenzaron el jueves por la mañana en la turística ciudad de Bariloche, ubicada en el suroeste argentino, cuando un centenar de vecinos originarios de barrios humildes de la periferia salieron a las calles con palos y piedras para enfrentarse con la policía, con la intención de ingresar al supermercado Changomás, de la cadena Walmart.
Los pobladores se llevaron alimentos, ropa, televisores, bicicletas y electrodomésticos. “La situación no está controlada, es muy preocupante. Cada vez se suma más gente. Fue saqueado un local de Changomás y ahora están saqueando uno de la cadena Todo”, informó al canal TN el Secretario de la Alcaldía de Bariloche, Oscar Borchichi.
Según un funcionario, en uno de los locales sustrajeron “hasta la caja fuerte” y dijo no saber quiénes integran los grupos que ingresaron a esos locales.
Ante los desmanes, el gobierno argentino envió a 400 gendarmes para recuperar la calma.
Los enfrentamientos dejaron 20 heridos leves, en su mayoría efectivos policiales. Tres personas, de las cuales dos son menores, fueron detenidas.
Según el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, los saqueos fueron protagonizados por “pequeños grupos marginales y violentos”.
“Estos hechos no han sido casuales”, sostuvo y los vinculó con las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando el presidente Fernando De la Rúa (1999/2001) renunció en medio de una revuelta social que dejó 30 muertos en todo el país.
En el mismo sentido, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, indicó que los saqueos “no son hechos que tengan que ver con conflictividad social o cuestiones relacionadas con la supervivencia de la gente”.
Sin embargo, según una versión recogida por el diario Clarín, los saqueos se produjeron en ausencia del intendente de Bariloche Omar Goye, “quien quedó bajo sospecha a raíz de denuncias de ‘presiones’ contra supermercadistas, quienes denunciaron que días atrás les reclamó que entreguen bolsones de alimentos para evitar asaltos de este tipo”.
Horas más tarde, los saqueos se extendieron a Campana, a 75 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Un nutrido grupo de personas robó en un supermercado Maxiconsumo y trató de ingresar en una tienda de Carrefour exigiendo comida una canasta navideña, pero al llegar la policía se dirigieron a una estación de servicio para desvalijarla. Luego, llegaron a la ruta 9, donde pararon automóviles particulares y camiones para asaltar a sus pasajeros.
