Este lunes el Aeropuerto de Santiago colapsó debido a la gran cantidad de usuarios que no pudieron embarcarse por fallas de la operadora LAN. Y aunque, a la fecha, la empresa no ha reconocido que las aglomeraciones se debieron a una sobreventa de pasajes, el Sernac le dio un plazo de 10 días para informar las razones.
El director de la entidad, Juan José Ossa, confirmó que al organismo llegaron denuncias por sobreventa y afirmó que la práctica, “si bien es legal, no se justifica en contextos de alta demanda”.
Efectivamente, la Ley del Consumidor se refiere a esto en su artículo 23, pero apunta a los organizadores de espectáculos y omite a las aerolíneas. Éstas son reguladas por el artículo 133 del Código de Aeronáutica Civil, que establece compensaciones a los pasajeros no embarcados, pero sólo en términos de mantención y hospedaje.
Jaime Lorenzini, abogado especialista en derechos del consumidor de la Universidad de Chile, consideró esto como “insuficiente” y explicó que “los temas de derechos de asistencia al pasajero abordan la perspectiva práctica inmediata, que son derechos de alimentación, de alojamiento, de acceso a teléfono. Pero eso es una parte, el tema mayor dice relación con otros daños: cómo abordar los pasajeros pierdan días de hotel afuera o no lleguen a una conferencia o a una reunión de trabajo. Eso no alcanza a estar regulado por el derecho de asistencia al pasajero”.
Por su parte, Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Condecus), sostuvo que “pese a que las actividades regladas por normas especiales requieren que se actúe en forma supletoria, hay que hacer la interpretación correcta para evitar que estas prácticas se conviertan en abuso”.
Además, indicó que “esta es una mala práctica que lleva muchos años. Hicimos un estudio hace unos años atrás sobre las líneas aéreas y justamente la sobreventa ha llevado a un abuso de este método, que ya no solamente tiene que ver con la venta de cupos o asientos de cada vuelo, sino que además se venden asientos que no existen. Después las empresas buscan fusionar vuelos, que es una mala práctica permanente”.
Calderón afirmó también que desde el organismo estudiarán acciones legales, porque “no nos podemos quedar simplemente con un llamado de responsabilidad social empresarial”. Por eso, indicó que estudiarán la forma de plantear que esto no siga ocurriendo.
En ese sentido coincidió el especialista, quien afirmó que pareciera que éste es el minuto correcto para realizar una reforma legal que aborde el asunto y establezca límites a las empresas, incorporando también nuevos derechos para los consumidores, un proceso que requerirá, sin embargo, una tramitación legislativa.
Este lunes el Aeropuerto de Santiago colapsó debido a la gran cantidad de usuarios que no pudieron embarcarse por fallas de la operadora LAN. Y aunque, a la fecha, la empresa no ha reconocido que las aglomeraciones se debieron a una sobreventa de pasajes, el Sernac le dio un plazo de 10 días para informar las razones.
El director de la entidad, Juan José Ossa, confirmó que al organismo llegaron denuncias por sobreventa y afirmó que la práctica, “si bien es legal, no se justifica en contextos de alta demanda”.
Efectivamente, la Ley del Consumidor se refiere a esto en su artículo 23, pero apunta a los organizadores de espectáculos y omite a las aerolíneas. Éstas son reguladas por el artículo 133 del Código de Aeronáutica Civil, que establece compensaciones a los pasajeros no embarcados, pero sólo en términos de mantención y hospedaje.
Jaime Lorenzini, abogado especialista en derechos del consumidor de la Universidad de Chile, consideró esto como “insuficiente” y explicó que “los temas de derechos de asistencia al pasajero abordan la perspectiva práctica inmediata, que son derechos de alimentación, de alojamiento, de acceso a teléfono. Pero eso es una parte, el tema mayor dice relación con otros daños: cómo abordar los pasajeros pierdan días de hotel afuera o no lleguen a una conferencia o a una reunión de trabajo. Eso no alcanza a estar regulado por el derecho de asistencia al pasajero”.
Por su parte, Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Condecus), sostuvo que “pese a que las actividades regladas por normas especiales requieren que se actúe en forma supletoria, hay que hacer la interpretación correcta para evitar que estas prácticas se conviertan en abuso”.
Además, indicó que “esta es una mala práctica que lleva muchos años. Hicimos un estudio hace unos años atrás sobre las líneas aéreas y justamente la sobreventa ha llevado a un abuso de este método, que ya no solamente tiene que ver con la venta de cupos o asientos de cada vuelo, sino que además se venden asientos que no existen. Después las empresas buscan fusionar vuelos, que es una mala práctica permanente”.
Calderón afirmó también que desde el organismo estudiarán acciones legales, porque “no nos podemos quedar simplemente con un llamado de responsabilidad social empresarial”. Por eso, indicó que estudiarán la forma de plantear que esto no siga ocurriendo.
En ese sentido coincidió el especialista, quien afirmó que pareciera que éste es el minuto correcto para realizar una reforma legal que aborde el asunto y establezca límites a las empresas, incorporando también nuevos derechos para los consumidores, un proceso que requerirá, sin embargo, una tramitación legislativa.
Este lunes el Aeropuerto de Santiago colapsó debido a la gran cantidad de usuarios que no pudieron embarcarse por fallas de la operadora LAN. Y aunque, a la fecha, la empresa no ha reconocido que las aglomeraciones se debieron a una sobreventa de pasajes, el Sernac le dio un plazo de 10 días para informar las razones.
El director de la entidad, Juan José Ossa, confirmó que al organismo llegaron denuncias por sobreventa y afirmó que la práctica, “si bien es legal, no se justifica en contextos de alta demanda”.
Efectivamente, la Ley del Consumidor se refiere a esto en su artículo 23, pero apunta a los organizadores de espectáculos y omite a las aerolíneas. Éstas son reguladas por el artículo 133 del Código de Aeronáutica Civil, que establece compensaciones a los pasajeros no embarcados, pero sólo en términos de mantención y hospedaje.
Jaime Lorenzini, abogado especialista en derechos del consumidor de la Universidad de Chile, consideró esto como “insuficiente” y explicó que “los temas de derechos de asistencia al pasajero abordan la perspectiva práctica inmediata, que son derechos de alimentación, de alojamiento, de acceso a teléfono. Pero eso es una parte, el tema mayor dice relación con otros daños: cómo abordar los pasajeros pierdan días de hotel afuera o no lleguen a una conferencia o a una reunión de trabajo. Eso no alcanza a estar regulado por el derecho de asistencia al pasajero”.
Por su parte, Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Condecus), sostuvo que “pese a que las actividades regladas por normas especiales requieren que se actúe en forma supletoria, hay que hacer la interpretación correcta para evitar que estas prácticas se conviertan en abuso”.
Además, indicó que “esta es una mala práctica que lleva muchos años. Hicimos un estudio hace unos años atrás sobre las líneas aéreas y justamente la sobreventa ha llevado a un abuso de este método, que ya no solamente tiene que ver con la venta de cupos o asientos de cada vuelo, sino que además se venden asientos que no existen. Después las empresas buscan fusionar vuelos, que es una mala práctica permanente”.
Calderón afirmó también que desde el organismo estudiarán acciones legales, porque “no nos podemos quedar simplemente con un llamado de responsabilidad social empresarial”. Por eso, indicó que estudiarán la forma de plantear que esto no siga ocurriendo.
En ese sentido coincidió el especialista, quien afirmó que pareciera que éste es el minuto correcto para realizar una reforma legal que aborde el asunto y establezca límites a las empresas, incorporando también nuevos derechos para los consumidores, un proceso que requerirá, sin embargo, una tramitación legislativa.
