El Juzgado de Garantía de Quilpué decretó la prisión preventiva para los dos últimos integrantes de la secta de Colliguay que se entregaron a la policía y que en noviembre del año pasado incineró a un bebé de dos días de vida, dentro de un ritual por considerarlo el anticristo.

Se trata del brazo derecho del líder del grupo, Pablo Undurraga Atria (30) y su pareja Carolina Vargas San Martím (34), quienes se habían entregado en la tarde del sábado en las dependencias de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales de Santiago.

Cabe señalar que el jueves pasado el juzgado formalizó a la madre del menor fallecido, Natalia Guerra (25), por parricidio, mientras que en contra de David Pasten (30), María del Pilar Álvarez (25) y Carla Franchy (34) se presentó cargos por homicidio calificado consumado.

Además, el sábado quedó en prisión preventiva la joven Josefina López Núñez (24), otra de las integrantes del grupo acusado de dar muerte al recién nacido. La mujer dijo que no tenía idea de lo que el grupo estaba planeando y que deseaba colaborar con las investigaciones.

Cabe señalar que todos los integrantes del grupo que funcionaba en un fundo en la localidad de Colliguay ya están en manos de la justicia y sólo se mantiene prófugo el líder, Ramón Castillo Gaete (35), quien se hacía llamar “Antares de la luz”.
La policía peruana confirmó que ayer en la noche y hoy en la mañana se encontraron pistas en el Cusco del líder de la secta responsable del homicidio del lactante, que fue lanzado vivo a una hoguera.

El jefe policial peruano, Juvenal Zereceda, dijo que “se han realizado variadas operaciones, como conversaciones con empresas aéreas y de transporte terrestre, para encontrar datos de los movimientos de Castillo Gaete.

Además, el policía sostuvo que se están investigando a distintos chamanes que ofrecen servicios a turistas del área esotérica.