El conde de Almaviva le pide a su amigo Fígaro, el más famoso de los barberos de Sevilla, que le ayude a casarse con Rosina, una joven destinada a casarse con un hombre mucho mayor que ella, el doctor Bartolo. Para eso, urden una serie de trucos, planean una fuga, se hacen pasar por falsos personajes y finalmente logran unir a la pareja.
Esa es la historia que relata El barbero de Sevilla, la ópera cómica compuesta en solo un par de semanas por Gioachino Rossini y estrenada por primera vez en Roma, en 1816. Este sábado, el Teatro Municipal volverá a poner en escena la versión estrenada en 2008, con la dirección escénica del italiano Fabio Sparvoli, que vuelve a Santiago luego de pasar por Montevideo y Lima. Esta vez, la dirección está a cargo de Rodrigo Navarrete.
La versión internacional (ver vídeo) cuenta con el barítono ruso Rodion Pogossov, en el papel de Fígaro; el bajo bufo Bruno Praticò, como Doctor Bartolo; Ketevan Kemoklidze, interpretando a Rosina; Kenneth Tarver en el rol del Conde de Almaviva; y Ievgen Orlov encarnando a Don Basilio. En la conducción estará el director titular de la Orquesta Filarmónica, Konstantin Chudovsky.
En el llamado elenco estelar, integrado en esta ocasión solo por chilenos, se encuentran Patricio Sabaté (Fígaro), Evelyn Ramírez (Rosina), Exequiel Sánchez (Conde de Almaviva), Sergio Gallardo (Doctor Bartolo) y Ricardo Seguel (Don Basilio), algunos de los cuales ya han participado en repetidas ocasiones de los anteriores montajes. En este caso, la Orquesta será dirigida por José Luis Domínguez.
Sergio Gallardo ya actuó como Doctor Bartolo en el estreno de 2008 y desde entonces se ha vuelto un intérprete habitual para el personaje. Lo hizo en una gira por todo Chile, en el Teatro del Capitolio de Tolouse en 2011 y también lo repetirá este en Francia: primero en el Atelier Lírico de Tourcoing y luego en el Teatro de los Campos Elíseos de París.
Según el cantante, obras como El barbero de Sevilla “son óperas con las que cada generación va conectando, son argumentos que nunca pasan de moda porque son cosas cotidianas: la jovencita que está enamorada del tipo joven, pero hay otra persona mayor que la quiere… no es un drama histórico con un contexto como Nabucco, por ejemplo”.
“Uno puede montar El barbero de Sevilla de muchas formas, incluso más modernas que la representación que estamos haciendo ahora. He visto Barberos de los ’60, de los ’70, del 2000. Eso es lo divertido de estas óperas cómicas de Rossini y sobre todo de El barbero de Sevilla”, agregó.
Una opinión similar manifestó Evelyn Ramírez, quien destacó que es una obra que puede ser “una puerta de entrada a la ópera” para el público, debido a su sencillez y a que representa un tipo de historia que también ha sido tomado en los melodramas e, incluso, en las telenovelas.
“Es una ópera que puede ver de un niño de cinco años a una persona de 80. Es muy cercana y al final es muy contemporánea, son historias que puedes haber montado hace 40 años y puedes hacer en 20 años más. Da lo mismo, tiene la misma frescura”, explicó. “Las teleseries de ahora muestran lo mismo, es como una teleserie cantada, un melodrama de desencuentros y encuentros. Empieza una cosa chistosa y se van creando situaciones divertidas, como en una teleserie. Entonces, ¿por qué no verla cantada? ¿Por qué no verla in situ?”.
El barbero de Sevilla tendrá seis funciones entre el 22 y el 29 de junio en el Teatro Municipal de Santiago. Las entradas tienen precios desde cinco mil pesos para funciones estelares y desde 11 mil para el elenco internacional.
Además, el montaje forma parte del programa Pequeño Municipal con dos funciones para público familiar, este domingo 23 (12 y 16 horas); y dos funciones para escolares, al mediodía del martes 25 y jueves 27 de junio.