En plena presentación, cuando “Noche en la ciudad” se apaciguó levemente por un instante, Jorge González rindió tributo a la música que lo había influenciado para componer Corazones (1990), el último disco que publicaron Los Prisioneros antes de su primera separación. Recordó que en ese entonces la gente “se reunía a bailar”, nombró a George Michael y a los Pet Shop Boys, pero sobre todo, lanzó una lista de clásicos de la canción romántica en español: Salvatore Adamo, Sandro, Camilo Sesto y Julio Iglesias fueron algunos de los que citó. Segundos más tarde, la canción retomó con más fuerza su pulso bailable y se extendió aun más que la versión original, invitando nuevamente al trance.
Esa dualidad es parte del encanto de un disco como Corazones y lo que hizo Jorge González en la noche del domingo, ante un repleto Teatro Municipal y en compañía del alemán Atom TM (teclados y programaciones) y Cecilia Aguayo (teclados y sintetizadores), fue acentuarla con versiones renovadas de sus nueve canciones. Por una parte estaba su canto desprolijo, sufrido y vibrante; por otro, el trabajo de fina joyería de sus acompañantes en ritmos y timbres. Aunque hubo canciones en que la fórmula no terminó de cuajar, hubo otras que brillaron: “Estrechez de corazón”, que terminó por levantar el baile y el coro entre el público; “Tren al sur”, con un contrapunto entre los bajos y la clásica melodía introductoria; y, especialmente, la mencionada “Noche en la ciudad” y “Con suavidad”, que se alargó con unos graves que hicieron vibrar, literalmente, hasta la fila más lejana al escenario.
Todo eso ocurrió pese a una serie de problemas técnicos que desembocaron en un final amargo, impropio de un escenario como el de calle Agustinas. Luego de tocar el disco completo, Jorge González volvió para cantar solo, acompañado de una guitarra que nunca sonó. El primer bis lo salvó en el piano y con pasajes a capella, apoyado por el público, pero en el segundo las fallas volvieron a ser evidentes, por lo que abandonó el escenario visiblemente molesto.
Aun así, lo que queda en la retina es una verdadera reinterpretación de Corazones, con un orden diferente y una nueva concepción sonora para sostener las melodías. Eso es lo que diferencia a este concierto -y a su primera versión, en el Festival Primavera Fauna 2012- de un mero ejercicio nostálgico: no se trata de calcar un disco publicado hace 24 años, sino de imaginar cómo sonaría hoy.
Lista de canciones
1. Amiga mía
2. Por amarte
3. Estrechez de corazón
4. Cuéntame una historia original
5. Noche en la ciudad
6. Tren al sur
7. Es demasiado triste
8. Con suavidad
9. Corazones rojos
10. Nunca te haría daño
11. El baile de los que sobran
En plena presentación, cuando “Noche en la ciudad” se apaciguó levemente por un instante, Jorge González rindió tributo a la música que lo había influenciado para componer Corazones (1990), el último disco que publicaron Los Prisioneros antes de su primera separación. Recordó que en ese entonces la gente “se reunía a bailar”, nombró a George Michael y a los Pet Shop Boys, pero sobre todo, lanzó una lista de clásicos de la canción romántica en español: Salvatore Adamo, Sandro, Camilo Sesto y Julio Iglesias fueron algunos de los que citó. Segundos más tarde, la canción retomó con más fuerza su pulso bailable y se extendió aun más que la versión original, invitando nuevamente al trance.
Esa dualidad es parte del encanto de un disco como Corazones y lo que hizo Jorge González en la noche del domingo, ante un repleto Teatro Municipal y en compañía del alemán Atom TM (teclados y programaciones) y Cecilia Aguayo (teclados y sintetizadores), fue acentuarla con versiones renovadas de sus nueve canciones. Por una parte estaba su canto desprolijo, sufrido y vibrante; por otro, el trabajo de fina joyería de sus acompañantes en ritmos y timbres. Aunque hubo canciones en que la fórmula no terminó de cuajar, hubo otras que brillaron: “Estrechez de corazón”, que terminó por levantar el baile y el coro entre el público; “Tren al sur”, con un contrapunto entre los bajos y la clásica melodía introductoria; y, especialmente, la mencionada “Noche en la ciudad” y “Con suavidad”, que se alargó con unos graves que hicieron vibrar, literalmente, hasta la fila más lejana al escenario.
Todo eso ocurrió pese a una serie de problemas técnicos que desembocaron en un final amargo, impropio de un escenario como el de calle Agustinas. Luego de tocar el disco completo, Jorge González volvió para cantar solo, acompañado de una guitarra que nunca sonó. El primer bis lo salvó en el piano y con pasajes a capella, apoyado por el público, pero en el segundo las fallas volvieron a ser evidentes, por lo que abandonó el escenario visiblemente molesto.
Aun así, lo que queda en la retina es una verdadera reinterpretación de Corazones, con un orden diferente y una nueva concepción sonora para sostener las melodías. Eso es lo que diferencia a este concierto -y a su primera versión, en el Festival Primavera Fauna 2012- de un mero ejercicio nostálgico: no se trata de calcar un disco publicado hace 24 años, sino de imaginar cómo sonaría hoy.
Lista de canciones
1. Amiga mía
2. Por amarte
3. Estrechez de corazón
4. Cuéntame una historia original
5. Noche en la ciudad
6. Tren al sur
7. Es demasiado triste
8. Con suavidad
9. Corazones rojos
10. Nunca te haría daño
11. El baile de los que sobran
En plena presentación, cuando “Noche en la ciudad” se apaciguó levemente por un instante, Jorge González rindió tributo a la música que lo había influenciado para componer Corazones (1990), el último disco que publicaron Los Prisioneros antes de su primera separación. Recordó que en ese entonces la gente “se reunía a bailar”, nombró a George Michael y a los Pet Shop Boys, pero sobre todo, lanzó una lista de clásicos de la canción romántica en español: Salvatore Adamo, Sandro, Camilo Sesto y Julio Iglesias fueron algunos de los que citó. Segundos más tarde, la canción retomó con más fuerza su pulso bailable y se extendió aun más que la versión original, invitando nuevamente al trance.
Esa dualidad es parte del encanto de un disco como Corazones y lo que hizo Jorge González en la noche del domingo, ante un repleto Teatro Municipal y en compañía del alemán Atom TM (teclados y programaciones) y Cecilia Aguayo (teclados y sintetizadores), fue acentuarla con versiones renovadas de sus nueve canciones. Por una parte estaba su canto desprolijo, sufrido y vibrante; por otro, el trabajo de fina joyería de sus acompañantes en ritmos y timbres. Aunque hubo canciones en que la fórmula no terminó de cuajar, hubo otras que brillaron: “Estrechez de corazón”, que terminó por levantar el baile y el coro entre el público; “Tren al sur”, con un contrapunto entre los bajos y la clásica melodía introductoria; y, especialmente, la mencionada “Noche en la ciudad” y “Con suavidad”, que se alargó con unos graves que hicieron vibrar, literalmente, hasta la fila más lejana al escenario.
Todo eso ocurrió pese a una serie de problemas técnicos que desembocaron en un final amargo, impropio de un escenario como el de calle Agustinas. Luego de tocar el disco completo, Jorge González volvió para cantar solo, acompañado de una guitarra que nunca sonó. El primer bis lo salvó en el piano y con pasajes a capella, apoyado por el público, pero en el segundo las fallas volvieron a ser evidentes, por lo que abandonó el escenario visiblemente molesto.
Aun así, lo que queda en la retina es una verdadera reinterpretación de Corazones, con un orden diferente y una nueva concepción sonora para sostener las melodías. Eso es lo que diferencia a este concierto -y a su primera versión, en el Festival Primavera Fauna 2012- de un mero ejercicio nostálgico: no se trata de calcar un disco publicado hace 24 años, sino de imaginar cómo sonaría hoy.
Lista de canciones
1. Amiga mía
2. Por amarte
3. Estrechez de corazón
4. Cuéntame una historia original
5. Noche en la ciudad
6. Tren al sur
7. Es demasiado triste
8. Con suavidad
9. Corazones rojos
10. Nunca te haría daño
11. El baile de los que sobran
