“Témpera”: La exposición que trae de regreso al artista Francisco Valdés
El artista visual (1969) nació en Chile y se formó en la Pontificia Universidad Católica, sin embargo gran parte de su obra la ha desarrollado en Londres, país donde está radicado. En esta oportunidad, y después de siete años sin exponer en su país, regresa con la muestra “Tempera” a Galería Gabriela Mistral. Un trabajo que es reflejo de lo que ha trascendido en su obra: La versatilidad de su proyecto visual.
Diana Torres
Martes 20 de mayo 2014 14:56 hrs.
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“Témpera” está compuesta por obras de gran formato, hechas en diferentes soportes, en las que destaca la textura aglutinada de óleo en líneas verticales, y cuya visualidad va entre la figuración y la abstracción. Es un trabajo que llega a Chile gracias a la invitación de la Galería Gabriela Mistral en Santiago, para inaugurar el ciclo de exposiciones de 2014.
El artista Francisco Valdés ha indicado que el nombre de la muestra se debe a dos lecturas: la primera, está referida al agente aglutinante que se utilizó durante el renacimiento hasta la invención del óleo, y la segunda lectura, hace alusión al material básico o amateur, que se utiliza en las clases de arte en los colegios chilenos. Para el autor, esta última es la más importante, ya que “la témpera es reconocida como el medio más básico, o como se maldice en Chile, más “escolar” (contradictoriamente a lo que sucede en otras partes donde la misma palabra provoca el sentido opuesto). Esa confusión y/o oposición entre profesionalismo y escolaridad, literalmente en las bases del Ministerio de Educación, no puede pasar desapercibido en el contexto actual”, señaló.
Francisco Valdés,Tempera, GGM.
La elaboración de estas imágenes parte de la observación y la comunión de los imaginarios vanguardistas del siglo XX, por ello las obras se desplazan entre varios momentos y corrientes artísticas, el cubismo, constructivismo, expresionismo, minimalismo, conceptualismo, dadaísmo, y más. Sin embrago, “todas ellas hacen referencia a momentos y visiones de la modernidad y paralelamente cruzan la pequeña historia de la abstracción moderna”, explicó.
Paralelamente, el autor realiza el ejercicio de leer la modernidad a partir de tres referentes pictóricos de América Latina, el venezolano Armando Reverón, el brasileño Hélio Oiticica y el español radicado en Chile y Premio Nacional de Artes Visuales en 1999, José Balmes. “Básicamente habló de reescribir una historia del arte y la cultura más amable con los hechos que han marcado nuestro proceso de modernización, por frustrado y terrible que éste haya sido. Creo que en ello hay bastante más que aprender y que ganar”, enfatizó.
Francisco Valdés, Tempera, GGM. Cortesía del artista
Respecto de los soportes, además del óleo sobre tela, en “Mi fascinación con la luz más que con los objetos iluminados por ella”, el autor utiliza PVC transparente de gran tamaño para representar una autopista TYCO instalada sobre la alfombra de una habitación. Para Valdés, “la idea es que sea visible desde el exterior de la galería, pero difusa al interior de ésta, siendo lo relevante el juego de proyección y la concreción del espacio vacío”.
En ese sentido, para el autor las imágenes que se muestran son diversas pero en esencia confluyen. Por una parte parecen ser fotografías de baja calidad, sin embargo al acercarse la imagen se pierde, logrando de tal forma activar la percepción dependiendo de la ubicación desde donde se mire.
Francisco Valdés, Tempera, GGM. Cortesía del artista
Asimismo, destacó “Trampas” y “Fotocopiadoras o robo de material escolar”, obras que usan como soporte vaciados o copias de yeso y que tienen como argumento la idea de reproducción y proliferación de imágenes, ligado a la errónea noción de abundancia de conocimiento.
Desde el ámbito del desarrollo de las artes, Valdés hace una crítica a la falta de recursos o gestión que hay para llevar a cabo exposiciones. “En Chile aún hay demasiadas cosas por hacer en el medio de las artes visuales, es un ámbito que no se ha desarrollado como se esperaría en un lugar que efectivamente y exitosamente ha desarrollado otras áreas. Mi opinión es que a los chilenos no les interesan las Artes visuales y eso es muy complicado en un lugar donde reinan “los medios”, apuntó.
La exposición “Tempera” se encuentra disponible hasta el 31 de mayo de 2014, de lunes a viernes de 10 a 19 horas, en Galería Gabriela Mistral, ubicada en Alameda 1381, Santiago.
“Témpera” está compuesta por obras de gran formato, hechas en diferentes soportes, en las que destaca la textura aglutinada de óleo en líneas verticales, y cuya visualidad va entre la figuración y la abstracción. Es un trabajo que llega a Chile gracias a la invitación de la Galería Gabriela Mistral en Santiago, para inaugurar el ciclo de exposiciones de 2014.
El artista Francisco Valdés ha indicado que el nombre de la muestra se debe a dos lecturas: la primera, está referida al agente aglutinante que se utilizó durante el renacimiento hasta la invención del óleo, y la segunda lectura, hace alusión al material básico o amateur, que se utiliza en las clases de arte en los colegios chilenos. Para el autor, esta última es la más importante, ya que “la témpera es reconocida como el medio más básico, o como se maldice en Chile, más “escolar” (contradictoriamente a lo que sucede en otras partes donde la misma palabra provoca el sentido opuesto). Esa confusión y/o oposición entre profesionalismo y escolaridad, literalmente en las bases del Ministerio de Educación, no puede pasar desapercibido en el contexto actual”, señaló.
Francisco Valdés,Tempera, GGM.
La elaboración de estas imágenes parte de la observación y la comunión de los imaginarios vanguardistas del siglo XX, por ello las obras se desplazan entre varios momentos y corrientes artísticas, el cubismo, constructivismo, expresionismo, minimalismo, conceptualismo, dadaísmo, y más. Sin embrago, “todas ellas hacen referencia a momentos y visiones de la modernidad y paralelamente cruzan la pequeña historia de la abstracción moderna”, explicó.
Paralelamente, el autor realiza el ejercicio de leer la modernidad a partir de tres referentes pictóricos de América Latina, el venezolano Armando Reverón, el brasileño Hélio Oiticica y el español radicado en Chile y Premio Nacional de Artes Visuales en 1999, José Balmes. “Básicamente habló de reescribir una historia del arte y la cultura más amable con los hechos que han marcado nuestro proceso de modernización, por frustrado y terrible que éste haya sido. Creo que en ello hay bastante más que aprender y que ganar”, enfatizó.
Francisco Valdés, Tempera, GGM. Cortesía del artista
Respecto de los soportes, además del óleo sobre tela, en “Mi fascinación con la luz más que con los objetos iluminados por ella”, el autor utiliza PVC transparente de gran tamaño para representar una autopista TYCO instalada sobre la alfombra de una habitación. Para Valdés, “la idea es que sea visible desde el exterior de la galería, pero difusa al interior de ésta, siendo lo relevante el juego de proyección y la concreción del espacio vacío”.
En ese sentido, para el autor las imágenes que se muestran son diversas pero en esencia confluyen. Por una parte parecen ser fotografías de baja calidad, sin embargo al acercarse la imagen se pierde, logrando de tal forma activar la percepción dependiendo de la ubicación desde donde se mire.
Francisco Valdés, Tempera, GGM. Cortesía del artista
Asimismo, destacó “Trampas” y “Fotocopiadoras o robo de material escolar”, obras que usan como soporte vaciados o copias de yeso y que tienen como argumento la idea de reproducción y proliferación de imágenes, ligado a la errónea noción de abundancia de conocimiento.
Desde el ámbito del desarrollo de las artes, Valdés hace una crítica a la falta de recursos o gestión que hay para llevar a cabo exposiciones. “En Chile aún hay demasiadas cosas por hacer en el medio de las artes visuales, es un ámbito que no se ha desarrollado como se esperaría en un lugar que efectivamente y exitosamente ha desarrollado otras áreas. Mi opinión es que a los chilenos no les interesan las Artes visuales y eso es muy complicado en un lugar donde reinan “los medios”, apuntó.
La exposición “Tempera” se encuentra disponible hasta el 31 de mayo de 2014, de lunes a viernes de 10 a 19 horas, en Galería Gabriela Mistral, ubicada en Alameda 1381, Santiago.
“Témpera” está compuesta por obras de gran formato, hechas en diferentes soportes, en las que destaca la textura aglutinada de óleo en líneas verticales, y cuya visualidad va entre la figuración y la abstracción. Es un trabajo que llega a Chile gracias a la invitación de la Galería Gabriela Mistral en Santiago, para inaugurar el ciclo de exposiciones de 2014.
El artista Francisco Valdés ha indicado que el nombre de la muestra se debe a dos lecturas: la primera, está referida al agente aglutinante que se utilizó durante el renacimiento hasta la invención del óleo, y la segunda lectura, hace alusión al material básico o amateur, que se utiliza en las clases de arte en los colegios chilenos. Para el autor, esta última es la más importante, ya que “la témpera es reconocida como el medio más básico, o como se maldice en Chile, más “escolar” (contradictoriamente a lo que sucede en otras partes donde la misma palabra provoca el sentido opuesto). Esa confusión y/o oposición entre profesionalismo y escolaridad, literalmente en las bases del Ministerio de Educación, no puede pasar desapercibido en el contexto actual”, señaló.
Francisco Valdés,Tempera, GGM.
La elaboración de estas imágenes parte de la observación y la comunión de los imaginarios vanguardistas del siglo XX, por ello las obras se desplazan entre varios momentos y corrientes artísticas, el cubismo, constructivismo, expresionismo, minimalismo, conceptualismo, dadaísmo, y más. Sin embrago, “todas ellas hacen referencia a momentos y visiones de la modernidad y paralelamente cruzan la pequeña historia de la abstracción moderna”, explicó.
Paralelamente, el autor realiza el ejercicio de leer la modernidad a partir de tres referentes pictóricos de América Latina, el venezolano Armando Reverón, el brasileño Hélio Oiticica y el español radicado en Chile y Premio Nacional de Artes Visuales en 1999, José Balmes. “Básicamente habló de reescribir una historia del arte y la cultura más amable con los hechos que han marcado nuestro proceso de modernización, por frustrado y terrible que éste haya sido. Creo que en ello hay bastante más que aprender y que ganar”, enfatizó.
Francisco Valdés, Tempera, GGM. Cortesía del artista
Respecto de los soportes, además del óleo sobre tela, en “Mi fascinación con la luz más que con los objetos iluminados por ella”, el autor utiliza PVC transparente de gran tamaño para representar una autopista TYCO instalada sobre la alfombra de una habitación. Para Valdés, “la idea es que sea visible desde el exterior de la galería, pero difusa al interior de ésta, siendo lo relevante el juego de proyección y la concreción del espacio vacío”.
En ese sentido, para el autor las imágenes que se muestran son diversas pero en esencia confluyen. Por una parte parecen ser fotografías de baja calidad, sin embargo al acercarse la imagen se pierde, logrando de tal forma activar la percepción dependiendo de la ubicación desde donde se mire.
Francisco Valdés, Tempera, GGM. Cortesía del artista
Asimismo, destacó “Trampas” y “Fotocopiadoras o robo de material escolar”, obras que usan como soporte vaciados o copias de yeso y que tienen como argumento la idea de reproducción y proliferación de imágenes, ligado a la errónea noción de abundancia de conocimiento.
Desde el ámbito del desarrollo de las artes, Valdés hace una crítica a la falta de recursos o gestión que hay para llevar a cabo exposiciones. “En Chile aún hay demasiadas cosas por hacer en el medio de las artes visuales, es un ámbito que no se ha desarrollado como se esperaría en un lugar que efectivamente y exitosamente ha desarrollado otras áreas. Mi opinión es que a los chilenos no les interesan las Artes visuales y eso es muy complicado en un lugar donde reinan “los medios”, apuntó.
La exposición “Tempera” se encuentra disponible hasta el 31 de mayo de 2014, de lunes a viernes de 10 a 19 horas, en Galería Gabriela Mistral, ubicada en Alameda 1381, Santiago.
