"Chosto" Ulloa y Santos Rubio: Las últimas voces de un canto que ya no existe

Doce años de investigación y más de 300 horas de grabaciones condensó Claudio Mercado en el libro "Chosto Ulloa y Santos Rubio. Dos cantores nombrados", que recoge la vida de ambos cultores del guitarrón chileno.

Doce años de investigación y más de 300 horas de grabaciones condensó Claudio Mercado en el libro "Chosto Ulloa y Santos Rubio. Dos cantores nombrados", que recoge la vida de ambos cultores del guitarrón chileno.

Osvaldo “Chosto” Ulloa era hijo del guitarronero Manuel Ulloa y de doña Mercedes Lobos y vivía al final del sector El Principal de Pirque, al pie de los cerros. Cuando murió tenía 74 años y era considerado uno de los mejores guitarroneros, además de ser un diestro intérprete de cuecas, tonadas y corridos. No sabía leer ni escribir, pero tenía cientos de historias bíblicas en la cabeza, además de versos de su padre, sus tíos y poetas como Amador Ulloa, Pancho Flores y José Yáñez.

Santos Rubio vivía en La Puntilla de Pirque, era ciego casi de nacimiento y sus padres eran Ignacio Rubio y la cantora de cuecas, tonadas y romances Ana Otilia Morales. Murió en 2011, cuando tenía 72 años, y también poseía un oído y una memoria privilegiada para atesorar cuecas, versos, cuartetas y cuentos. Era cantor a lo divino y maestro de guitarra, guitarrón, arpa y acordeón, además de payador adelantado.

Una presentación de ese tipo es la que hace Claudio Mercado, investigador del Museo Chileno de Arte Preocolombino, en las primeras líneas del libro Chosto Ulloa y Santos Rubio. Dos cantores nombrados, que acaba de publicar.

El volumen es una síntesis de las 300 horas de filmaciones que hizo entre 1999 y 2011 con ambos cantores. En ellas recoge entrevistas, reuniones grupales, paseos por la cordillera, encuentros de guitarroneros, clases y vigilias de canto a lo divino en distintas localidades de la zona central.

“Tomé todo lo que ellos hablaban, era difícil discriminar, y está dividido: primero don ‘Chosto’ y después Santos. Don ‘Chosto’ cuenta toda la historia de cómo aprende, de las enseñanzas de los guitarroneros viejos y ahí aparece Santos también, porque muchas veces íbamos con él a verlo y nos pasábamos todo el día conversando y cantando y yo filmaba todo. Hay varias de esas apariciones hasta que ‘Chosto’ muere y Santos le está cantando en su velorio. Después le toca comenzar a Santos con su historia, hasta que muere. Es decir, son los últimos diez años de ambos”, explica.

santos guitarra en casa

El libro incluye también un disco con 25 grabaciones. La mayoría fueron registradas en la última década y permiten escuchar a “Chosto” Ulloa y Santos Rubio en diferentes situaciones. Son registros crudos, donde se cuela también el sonido de los pájaros, el crujir del fuego, el desgaste de las voces.

A ellas se suma un pequeño tesoro que Claudio Mercado descubrió en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile: una maleta con grabaciones hechas para el Centro de Documentación e Investigación Musical por investigadores como Juan Uribe, Manuel Dannemann e incluso Violeta Parra. Manuel Ulloa, Isaías Angulo, Gabriel Soto, Joaquín Cantillana, Lázaro Salgado, entre otros, captados entre 1961 y 1967 en diferentes escenas: en el auditorio de la Biblioteca Nacional, en Puente Alto, en el Primer Concurso Nacional de Canto en Décimas a lo Divino y Humano, organizado por Juan Uribe en San Fernando.

Son seis grabaciones y son un testimonio directo de cómo tocaban y cantaban los viejos guitarroneros, de quienes aprendieron “Chosto” Ulloa y Santos Rubio.

Ellos dos, además, representan un tipo de canto que ya se ha extinguido, dice Claudio Mercado. En los últimos años han surgido nuevos y jóvenes guitarroneros, pero generalmente son músicos o investigadores, viven en la ciudad y son capaces de leer y escribir. Es decir, son distintos: “Hasta el año 50 ó 60 allá era todo camino de tierra, no había luz ni radio, todo era guitarra y guitarrón y el auto que había era del dueño del fundo. Era una vida completamente rural y esa es la diferencia con lo de ahora. No es que se haya acabado la tradición, pero pucha que cambia”, afirma Claudio Mercado.

“’Chosto’ y Santos no eran solo cantores, sino que para mí su valor es todo el conocimiento que tienen del lugar y sus historias, que las guardaban en la memoria y las contaban, las transmitían. En ese sentido digo que con su muerte se acaba una manera de entender el mundo de los guitarroneros, porque los que vienen ahora lo entienden de otra manera”.

"Chosto" Ulloa y Santos Rubio en el Encuentro de Guitarroneros de Pirque.

“Chosto” Ulloa y Santos Rubio en el Encuentro de Guitarroneros de Pirque.

A pesar de que el libro tiene más de 500 páginas y abundantes historias, enseñanzas y décimas, representa apenas una mínima parte de las cintas hecho por Mercado. Tardó tres años en darle forma y ahora que ya está publicado, su próximo objetivo es un archivo digital que permite acceder a los demás registros. Se espera que sea presentado en diciembre a través del Museo Precolombino.

Chosto Ulloa y Santos Rubio. Dos cantores nombrados será presentado por segunda vez a las 19 horas de este sábado 27 en la Escuela Agroecológica de Pirque, ubicada en Virgina Subercaseaux 2400, El Cruceral, Pirque.





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