Cuba después de Panamá

La última Cumbre de las Américas realizada el fin de semana en Panamá tuvo como protagonista principal a un país que hace más de medio siglo no integra la OEA. Cuba acaparó todas las miradas luego que su presidente, Raúl Castro, se reuniera en un hecho también histórico con su par norteamericano, Barack Obama. Después del encuentro viene el balance y el camino que queda por recorrer por cumplir lo prometido el 17 de diciembre de 2014: restablecer las relaciones entre la potencia mundial y la isla verde oliva.

La última Cumbre de las Américas realizada el fin de semana en Panamá tuvo como protagonista principal a un país que hace más de medio siglo no integra la OEA. Cuba acaparó todas las miradas luego que su presidente, Raúl Castro, se reuniera en un hecho también histórico con su par norteamericano, Barack Obama. Después del encuentro viene el balance y el camino que queda por recorrer por cumplir lo prometido el 17 de diciembre de 2014: restablecer las relaciones entre la potencia mundial y la isla verde oliva.

Las portadas de los principales medios del planeta reprodujeron el fin de semana en instantes una fotografía que marcará un hito en la historia de este hemisferio. El Presidente de la principal potencia mundial, Barack Obama, estrechaba la mano de su par cubano, Raúl Castro. Y si bien ambos mandatarios ya se habían saludado meses antes en el funeral del líder sudafricano Nelson Mandela, esta vez el encuentro tenía el componente del trabajo conjunto por restablecer las relaciones bilaterales.

Para el diplomático cubano y hoy subdirector de Radio Habana, Pedro Martínez Pírez, la presencia de su país en Panamá constituye un hecho histórico, no sólo para América Latina, sino también para la historia de las propias cumbres. El diplomático recuerda que ya en el último encuentro realizado en Cartagena de Indias, en Colombia, hubo una tensión que protagonizaron varios presidentes latinoamericanos que amenazaron con no asistir más a los encuentros si no estaba Cuba.

“Durante más de medio siglo Estados Unidos ha tenido una política muy injerencista, muy agresiva, de bloqueo. Incluso, la inclusión de Cuba en la lista de países terroristas; el mantenimiento de la Ley de Ajuste cubano; las transmisiones de radio y televisión Martí, una gran ofensa para el pueblo cubano; el mantenimiento de la Base Naval de Guantánamo por más de un siglo… Es decir, una cantidad de medidas anticubanas que el Presidente Barack Obama tiene que ir desmontando, o de lo contrario no podrán nunca normalizarse las relaciones entre los dos países”, sostiene el ex diplomático.

Pedro Martínez puntualiza que los daños materiales producto del bloqueo económico contra Cuba han costado a la isla “más de un millón de millones de dólares, a lo cual se agregan miles de muertos también por atentados terroristas. Pero si no se levanta el bloqueo, no puede haber una plena normalización de la relación con Cuba”, afirma.

En conversación con Radio Universidad de Chile desde La Habana, el periodista indica que lo más importante es la suspensión de “una Ley de Ajuste cubano de 1966 que estimula las salidas ilegales, ya que cualquier cubano que pone un pie en Estados Unidos tiene derecho a quedarse ahí. Ha sido para eso y para presentar a todos los que se han ido por razones económicas como si fueran refugiados políticos”, lo que el periodista califica como algo “realmente siniestro, que ha costado muchas vidas de gente tratándose de ir en pequeñas embarcaciones”.

Estados Unidos ha reconocido que ha sido un fracaso la política aplicada hasta ahora, pero al mismo tiempo plantean que no van a cambiar la estrategia, pero sí los métodos, lo que a juicio de Pedro Martínez “quiere decir que la batalla va a continuar sobre otras bases. Porque Estados Unidos no abandonará, como lo hace desde fines del siglo XVIII, su intención de dominar a Cuba”.

En esto, Martínez Pírez recuerda que las administraciones norteamericanas quisieron comprar la isla, también intervenirla, además de manipularla. “Por supuesto, después de 1959, del triunfo de la revolución, ahí comenzó una etapa nueva, un Gobierno que no aceptó de ninguna manera las ordenanzas que llegaban de Washington”.

Además, puntualiza que Estados Unidos debe terminar “la política del garrote, la doctrina Monroe y que tiene que respetar realmente la soberanía de los países de América Latina y el Caribe para que pueda haber una verdadera paz en este hemisferio”.

El ex embajador y Premio Nacional de Periodismo sostiene que la futura eliminación del bloqueo va a facilitar que Cuba tenga un mayor desarrollo económico y mejores relaciones internacionales. “Porque no hay duda de que el bloqueo no es solamente que Estados Unidos no comercia con Cuba, sino que prohíbe al mundo comerciar con Cuba y les prohíbe a los propios ciudadanos americanos viajar a Cuba. Así que cuando estas medidas sean modificadas, cuando se vaya levantando este bloqueo – que Gabriel García Márquez calificó como la más grave violación de los derechos humanos que se ha cometido en el último siglo en América- Cuba se va a poder desarrollar”.

A pesar del bloqueo, Martínez Pírez destaca que su país envió la semana recién pasada un grupo de brigadistas médicos a Chile para apoyar a los damnificados por los aluviones que afectaron las regiones de Antofagasta y Atacama. Además, por esos mismos días, la UNESCO reconoció que Cuba ya cumplió el programa del 2000 al 2015 en cuanto a la educación, ya que es la única nación que ha destinado el 13 por ciento de su presupuesto a este sector.

“Pienso que los logros de Cuba en salud, en educación, en la cultura, en el deporte, no van a retroceder, sino todo lo contrario. Creo que un factor que va a dinamizar todos esos logros son que precisamente Estados Unidos cambie su política, que tenga una relación civilizada con Cuba, que acabe de comprender los dueños del complejo militar industrial, que Cuba es un país soberano e independiente. Y eso es lo que más trabajo ha costado. Porque llevamos casi dos siglos tratando de que Estados Unidos nos considere un país independiente”, finaliza el periodista cubano.





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