Leonardo Soto, diputado del PS y presidente de la comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara, en conversación con Radio Universidad de Chile, se refirió a la necesidad de generar una nueva Constitución como forma de solucionar, en gran parte, la crisis en la que está inmersa la institucionalidad política de nuestro país.
En este sentido, el presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, sostiene que es ineludible que el oficialismo se haga cargo de generar una nueva carta fundamental, ya que es parte del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet, y que es el ánimo que tiene la bancada transversal por la asamblea constituyente, de la cual forma parte.
“Creo que la base de las contradicciones del núcleo del sistema político que tenemos actualmente emanan de la Constitución, y por lo tanto creo que hoy día es ineludible hacernos cargo del compromiso presidencial de comenzar a elaborar y a discutir una nueva Constitución. Ese es el sentimiento que anima a todos los que formamos parte de la bancada transversal por la Asamblea Constituyente, y creo que en los próximos días vamos avanzar más en ese sentido. Vamos a iniciar el debate para que la sociedad chilena pueda compartir nuestro diagnóstico de que es importante que la gente tome una decisión al respecto. Y espero que sea, iniciar el proceso constituyente a través de una asamblea ciudadana”.
El diputado socialista sostuvo que dados los cuestionamientos que se han realizado a los parlamentarios que recibieron aportes de SQM y Penta para llegar al Congreso, hace inviable que se redacte una nueva Constitución por quienes están actualmente en el Parlamento, por lo que es necesario preguntarle a la gente para que ellos decidan.
“A mí me parece que sería un gravísimo error que se tomara la decisión por la Presidenta, o quien sea, para que sea sólo una comisión bicameral que represente solamente a parlamentarios del actual Congreso, los que elaboren una nueva Constitución. Me parece que el cuestionamiento que hay, severo, en la manera que algunos o varios parlamentarios llegaron al actual Congreso, inhabilita una fórmula de ese tipo, entonces creo que ineludiblemente debemos que ir a la gente, debemos preguntarle a la gente y la gente tiene que elaborar una nueva Constitución”.
El parlamentario señaló que la comisión Engel es el mejor ejemplo de lo que podría llegar a ser una asamblea constituyente, ya que en este caso se trata, a su juicio, de un grupo de ciudadanos, que si bien están ligados a la actividad académica, si se le agregan representantes elegidos por la sociedad, perfectamente se podría tener una asamblea que redacte una nueva Constitución, tal como la comisión liderada por el economista, entregó propuestas para regular la regulación entre el dinero y la política.
“Yo voy a ser más audaz en esto: yo diría que la asamblea constituyente como mecanismo para elaborar normas de convivencia ya comenzó. Si tú lo miras bien, este comité de expertos que acaba de elaborar una propuesta legislativa y administrativa contundente, en áreas de conflictos de interés, en áreas de problemas de corrupción, y de tráfico de influencias, son todos ciudadanos. Ciudadanos que pertenecen al mundo académico, al mundo de las organizaciones sociales, a la diversidad que puede representar la sociedad, y ellos están elaborando un nuevo modelo para poder enfrentar los problemas de corrupción en nuestra democracia. Por eso digo que ya comenzó. Bastaría con agregarle cien o ciento cincuenta personas más, elegidas por la ciudadanía, y pedirles, tal como ahora les pedimos que elaboraran una nueva propuesta en la materia, que elaboren una nueva Constitución”.
El diputado hace énfasis en la necesidad de que se cambie la institucionalidad política desde la base, como es el texto constitucional, ya que es la única manera de recomponer el pacto social entre la sociedad y los dirigentes.
Finalmente, Leonardo Soto criticó a los que él denomina la vieja guardia concertacionista, la cual a su juicio generó las condiciones para que en la actividad política se generara la influencia del poder económico y empresarial que ha propiciado la crisis en la cual está inmersa la clase política en la actualidad.
“Lo que hicieron fue abrir las ventanas y puertas de nuestra democracia, para que ingresara de manera regular el dinero de las empresas para financiar candidatos, y también de manera irregular o ilegal, y al final fue un pequeño clic que se colocó en ese modelo, y que al final fue contaminando todo nuestro sistema democrático a los niveles que hoy día vemos, donde claramente hay un cuestionamiento a que gran parte de la élite empresarial tiene participación en el financiamiento de parlamentarios, que por lo menos están cercanos a sus intereses. Yo creo que la corrupción se propaga y se desarrolla donde hay espacios, y claramente el modelo que crearon los padres de la vieja guardia concertacionista, era un modelo que hasta incentivaba estos niveles de influencia del dinero en la política”.