“Además de lo que ya conocíamos sobre financiamiento irregular y captura de los intereses económicos de algunos parlamentarios, aquí aparece una nueva dimensión: el caudillismo de dirigentes regionales, particularmente de senadores, para capturar el sistema político regional”.
Las palabras del diputado Vlado Mirosevic sintetizan el malestar de la ciudadanía en general y también de muchos de los afectados, directa e indirectamente, por las irregularidades que se les imputa a los senadores PS Fulvio Rossi, en el “Caso SQM”, y al UDI Jaime Orpis, por el “Caso Corpesca”.
En conversación con Patricio López en El Tema del Día, el parlamentario por la Región de Arica y Parinacota se refiere a la compleja relación entre el dinero y la política, particularmente en las zonas del norte del país, como ocurre en su región y también en la de Tarapacá, de las que Rossi y Orpis son precisamente los representantes en el Senado.
Un sistema –asegura– en el que los senadores se desempeñan como articuladores con las grandes empresas para conseguir dinero. Incluso, agrega Mirosevic, con más poder que los intendentes, quienes muchas veces terminan siendo títeres de los parlamentarios, como ocurre en los casos de Arica e Iquique.
“Me parece que es una manera en la que tenían estos senadores de ir concentrado y acumulando el poder y fortaleciéndose como caudillos regionales. Ahora uno entiende muchas cosas. Por qué a pesar de tener en general una mala acepción en la región, tenían el apoyo irrestricto de algunos de sus dirigentes más cercanos dentro de sus propios partidos o dentro de su propia coalición”.
Junto con cuestionar que el objetivo ha sido anular la competencia interna y asegurar la reelección, para el diputado del Partido Liberal no sólo se trata de una crisis en el norte, sino que es mucho más generalizada. “La mayoría de los parlamentarios de las comisiones de minería y pesca, especialmente los senadores, terminan trabajando de manera directa, en algunos casos, con estas grandes empresas que operan en sus regiones. Es cosa de ver la legislación de pesca y la legislación minera”.
Asimismo, plantea que lo más preocupante es la captura de los intereses económicos de las colectividades y las coaliciones políticas. “Es urgente el juicio político al menos de los partidos que han sostenido a estos liderazgos y caudillos”.
“No me vengan a decir a mí que es un caso aislado, si en Arica hemos visto alcaldes del PPD y de Renovación Nacional en los que la justicia ha tenido que intervenir”.
Y agrega: “Si hay una región que tiene experiencia en problemas de política y dinero es la Región de Arica y Parinacota, una mala experiencia. Políticos que han secuestrado realmente la política local, que han comprado a gran parte de la oposición. Y que además, en el caso de Arica, los partidos han sido tremendamente cómplices de esto. Y no solamente me refiero a los partidos regionales, sino que a sus dirigentes nacionales”.
Por ello, no espera de los partidos de la Alianza ni de la Nueva Mayoría una autocrítica por estos casos de irregularidades en el financiamiento de campañas políticas. Esto, por asegurar que son estas mismas colectividades las que han consolidado a parlamentarios, alcaldes y concejales como liderazgos gracias al apoyo del sistema binominal.
“En regiones la situación es mucho más terrible que lo que se percibe a nivel nacional. Hay poca competencia, no hay renovación de liderazgos, existen caudillos, persecución a periodistas que dicen la verdad y también a la oposición”, concluye.