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Daniel Gedda (FEUC): “Nueva Mayoría vació de contenido nuestras demandas”

En conversación con Radio Universidad de Chile, el estudiante de derecho Daniel Gedda, presidente elector de la FEUC y cabeza del movimiento de izquierda Crecer, critica las perjudiciales consecuencias que han debido enfrentar con la llegada del gobierno de Michelle Bachelet. Además, responsabiliza a la Confech por haberse desligado de los estudiantes en las bases, al menos en el último año.

Patricio López

  Jueves 5 de noviembre 2015 11:53 hrs. 
Daniel Gedda

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Luego de cinco años en que la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) estuvo presidida por la Nueva Acción Universitaria (NAU), en el último año se concretó el regreso del gremialismo, movimiento que no logró extender su presencia a la cabeza de los estudiantes.

Por ello, no pasó inadvertido el hecho que este jueves, con un 53 por ciento de los votos, el estudiante de derecho Daniel Gedda, a la cabeza de la Lista de izquierda Crecer, se convirtiera en el presidente electo de la FEUC.

“El mensaje que se da con esta votación es que hoy existe una gran mayoría de los estudiantes en esta Universidad que votan por un proyecto transformador, por avanzar hacia una universidad más democrática, que cuestione cuál es su aporte hacia el país y una Federación que sea más representativa y democrática y que sepa llevar la voz de los estudiantes a las discusiones que se darán el próximo año”, manifestó Gedda en conversación con el “Tema del Día”.

Según el estudiante, fueron dos factores que determinaron esta elección. “Fue un año político bastante particular, donde se dieron bastantes problemáticas, especialmente a nivel interno, y la Federación jamás supo responder a esas problemáticas, con un rol pasivo frente a las autoridades y respecto a la defensa de los intereses de la comunidad”.

“En un segundo plano, la Federación también tuvo una gestión externa negativa. Generaron que los estudiantes de la Universidad Católica se quedaron sin voz en el debate público”, criticó.

En cuanto a la situación actual del movimiento estudiantil, reconoció que los movimientos sociales siempre son cíclicos, donde éste fue un año de profundas disputas internas en las universidades, con paros y movilizaciones, discutiendo temáticas de democratización interna.

“Entendemos que no fue un año perdido, sino que simplemente se enfocó hacia la situación interna, más que externa. El problema es que faltó coherencia de un relato nacional que pudiera aunar este tipo de demandas y disputas. Por otro lado, la Confech, tal vez en el último año, se ha desligado de los estudiantes de base, haciendo que las demandas que levanta el movimiento estudiantil no sean propias de los estudiantes. Esta disociación es algo que tenemos que corregir el próximo año”, explicó Gedda.

En ese sentido, aclaró que más que un problema particular de la dirigencia, el fondo es la manera en la que se ha hecho política después del 2011. “Ese año logramos llegar a todos los estudiantes porque las demandas eran sentidas como propias por ellos”.

En cuanto a las diferencias que existen entre el proyecto que propone Crecer y los cinco años de presidencia de NAU, el estudiante detalló que se trata de la manera en cómo entender los procesos y la forma en que se llevan a cabo. “Nosotros funcionamos a través de la horizontalidad y el trabajo de vinculación directa con los estudiantes. Así es cómo construimos política. En cuanto al corto y mediano plazo hay demandas comunes que se pueden mencionar, como la dignidad de los trabajadores al interior de la Universidad Católica y ciertos logros en democratización y orientación del conocimiento”.

Respecto de la relación entre el movimiento estudiantil y el conjunto de los movimientos sociales, afirmó que desde el punto de vista de la agenda la llegada del Gobierno de la Nueva Mayoría ha sido bastante perjudicial “porque han tomado nuestras demandas y las han vaciado de contenido, lo que ha generado una confusión en la ciudadanía, respecto a cuáles son las demandas del movimiento social, cuáles son las del Gobierno y cuáles son las diferencias entre ellas. Eso ha afectado también la articulación social”.

Por ello, aseguró que “nosotros no tenemos ningún nexo ni vínculo con el Gobierno actual. Somos muy críticos de todas las reformas porque carecen de las mismas falencias. Son reformas improvisadas que se hacen a espaldas del movimiento social. El Gobierno las lleva de manera irresponsable e improvisada. Entendemos que el camino que ha tomado no es el correcto”.

En ese plano, exigió que las futuras reformas se hagan con los movimientos sociales y respondan a cambios estructurales “y no solamente maquillen nuestro actual sistema desigual”.

Asimismo, cuestionó la manera en la que se está planteando la gratuidad. “No son propuestas que buscan transformar estructuralmente el modelo educativo, sino que solo profundizan las lógicas actuales”.

El presidente electo de la FEUC insistió en que “es muy complejo que esto se tramite vía Ley de Presupuesto. Tenemos que avanzar en una gratuidad que cumpla con las tres aristas fundamentales de la Educación:  investigación, extensión y docencia. Y que esto se haga a través de aportes basales de libre disposición para eliminar la competencia en educación, basándose en una educación como derecho social”.

“Los requisitos para recibir financiamiento son extraños”, planteó él mismo, agregando que “algunos responden a criterios históricos y otros a criterios ilógicos. Por ejemplo, que las del Cruch reciban menos requisitos que otras instituciones solamente por ser del Cruch”.

En ese sentido, propuso un marco regulatorio único para todas las instituciones. “Que contemple democratización efectiva de los planteles; también una revisión del respeto a la dignidad y derechos de los trabajadores al interior de los planteles educativos; no permitir regímenes injustos como el subcontrato; potenciar una real libertad de cátedra; y avanzar en que el conocimiento que surja desde estas instituciones, surja tanto de sus comunidades locales como en concordancia con un plan de desarrollo nacional de educación”.

Entre los desafíos que se propone a la cabeza de la FEUC, Gedda anticipó que “el deber que tenemos como Confech es volver a hacerle sentido a las grandes mayorías de nuestra población y hacer que las demandas se puedan conectar realmente con la ciudadanía, con los estudiantes y poder convocar más. Esa es la tarea para el próximo año”.

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