Miguel Yaksic: "¿Vamos a esperar un desastre con los migrantes para legislar?"

El sacerdote jesuita condenó la demora del ingreso de ley que regule los derechos migrantes. Esto, en respuesta al desinterés político que, nuevamente, retrasó el ingreso de la normativa.

El sacerdote jesuita condenó la demora del ingreso de ley que regule los derechos migrantes. Esto, en respuesta al desinterés político que, nuevamente, retrasó el ingreso de la normativa.

Las modificaciones a la Ley de Migraciones no serán una prioridad legislativa este año para el Gobierno. El proyecto ha sido reiteradamente aplazado por las autoridades y en el comité político realizado este lunes se confirmó que, al menos para marzo, no contaría con urgencia.

Bajo este contexto, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el director del Servicio Jesuita a Migrantes, Miguel Yaksic, afirmó que el Gobierno no puede seguir siendo un ente reactivo frente a esta y otras materias. “¿Vamos a esperar un desastre con los migrantes para legislar como ha ocurrido con los incendios forestales?”, cuestionó.

El promedio de inmigrantes en Chile alcanza el 2,8 por ciento. Cifras que se sitúan por debajo del promedio mundial del 3,2 por ciento y que en la mayoría de los países de la OCDE supera el 11 por ciento. Es decir, estamos lejos de hablar de una “ola migratoria” en Chile.

Sin embargo, este constante aplazamiento en legislar el tema se atribuye al desinterés de las autoridades que, a juicio de Yaksic, sólo ha ido tomando relevancia con el aumento de inmigrantes afrodescendientes al país.

Por lo mismo, se refirió a los desafíos culturales necesarios de asumir como sociedad. “La migración destapa problemas que ya existen como el racismo o la xenofobia. La gente suele culpar a los migrantes de ciertos problemas, por ejemplo, el 70 por ciento de las personas que ganan en promedio cuatrocientos mil pesos percibe que los inmigrantes vienen a competir con su trabajo. Sin embargo, los inmigrantes vienen a desempeñar varias labores que hasta ahora los propios chilenos no quieren hacer, es decir, puestos de trabajos nuevos. Esa percepción hay que cambiarla porque si no se va a seguir provocando un foco de tensión como ha ocurrido en otros países con consecuencias más graves”.

Yaksic indicó que pese al paulatino aumento de inmigrantes en el país, la institucionalidad encargada de la materia es muy deficiente. Las oficinas del Departamento de Extranjería y Migración están colapsadas y no dan abasto para atender a la cantidad de inmigrantes que requieren de sus servicios, comentó.

En ese sentido, dijo que “falta personal que atienda, falta eficiencia. Cuando un migrante recibe un contrato de trabajo y va a Extranjería a buscar la visa, pasan casi cincuenta días para obtenerla. Hay que decir que estos inmigrantes generan muchos ingresos al solicitar esta visa porque todo es pagado. Entonces, hay ingresos suficientes, al menos, para remodelar la institucionalidad”.

La migración no es un fenómeno de la globalización. Desde el inicio de la humanidad ha habido traslados masivos de comunidades a distintos lugares en búsqueda de seguridad, trabajos, amor, paz, arrancando de la guerra y por muchos otros factores. “Por lo mismo, todas las generaciones de la historia deben considerarse migrantes”, enfatizó el jesuita.

Además, agregó que “en la historia de la humanidad las fronteras son muy nuevas, no tienen más de cien años, y antes las personas se movían libremente por los territorios. Construir muros, vayas u obstaculizar el proceso en realidad nunca ha limitado nada y tampoco lo hará ahora, porque las razones para migrar son muy poderosas. Por eso, tenemos que asumir que es algo natural de la vida humana y dejar de pelar”.





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