Muere el disidente chino y premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo

Para el oficialismo chino era un "criminal". Para los defensores de los derechos humanos, su gran esperanza de una vía democrática. Queda la duda de si el tumor por las malas condiciones médicas generalizadas en las cárceles chinas se trató, como sospechan algunos disidentes y defensores de los derechos humanos, de una negligencia voluntaria
  • RFI
  • 13-07-2017

Para el oficialismo chino era un "criminal". Para los defensores de los derechos humanos, su gran esperanza de una vía democrática. Queda la duda de si el tumor por las malas condiciones médicas generalizadas en las cárceles chinas se trató, como sospechan algunos disidentes y defensores de los derechos humanos, de una negligencia voluntaria

Sea resultado voluntario o involuntario, con la muerte del Nobel chino de la Paz Liu Xiaobo, el Gobierno chino se deshace para siempre de una voz que, de otro modo, hubiera quedado libre dentro de tres años. Una figura que hubiera servido de referente para quienes se oponen al mandato del partido único comunista.

Liu pasó sus últimos días en el hospital universitario número uno de Shenyang, en el noreste de China, a donde fue trasladado después de que se le descubriera el cáncer, el 23 de mayo. Ni siquiera en su agonía fue libre.

El miércoles, el hospital reportó que el paciente sufría un “fallo multiorgánico”: shock séptico, una infección abdominal y fue sometido a diálisis. Además, reportaron que su familia se negó a someterlo a un respirador artificial.

Biografía de Liu

Liu Xiaobo nació en diciembre de 1955 en Changchun, capital de la provincia de Jilin, en el seno de una familia de intelectuales. Tras finalizar la secundaria, y con el país inmerso en el caos que supuso la Revolución Cultural de Mao, fue enviado a trabajar al campo y posteriormente a una empresa de construcción.

En 1977, cuando las aguas revolucionarias se calmaron, Liu estudió literatura china en la Universidad de Jilin, un centro donde creó, junto a otros compañeros, el grupo de poetas ‘Los corazones inocentes’. Su activismo tuvo un episodio fundamental en 1989 cuando regresó a China desde EE.UU. para unirse a los manifestantes que reclamaban más democracia en la plaza de Tiananmen. Su enérgica figura se convirtió en un referente entre los allí congregados y, junto a otros líderes juveniles, fue capaz de negociar un acuerdo para evacuar a muchos de los estudiantes

En 2010, Liu fue reconocido con el Nobel de la Paz por “su larga y pacífica lucha por los derechos fundamentales en China”. Las autoridades respondieron iracundas a esta “muestra arrogante de ideología occidental” y prohibieron a Liu acudir a la ceremonia de entrega de los galardones en Oslo. Su ausencia, simbolizada con una silla vacía, dejó una de las imágenes más icónicas de la historia de estos premios.

Según los jueces, su crimen fue publicar escritos críticos con el Partido Comunista chino y ser uno de los principales ideológos de la Carta 08, un manifiesto que en 2008 pedía reformas democráticas para el país como la separación de poderes o la instauración de un sistema democrático. Su castigo, dictado el 25 de diciembre de 2009, 11 años de cárcel por “subversión”.





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