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David Serendero presenta “una nueva forma de hacer música” en Santiago

El compositor y director de orquesta hará una conferencia en la Biblioteca Nacional, donde mostrará los trabajos que ha elaborado con su “orquesta virtual”.

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  Jueves 19 de octubre 2017 10:43 hrs. 
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El próximo viernes 3 de noviembre, el compositor y director David Serendero ofrecerá una conferencia en la Biblioteca Nacional en la que hablará de su “orquesta virtual”, el método que ha desarrollado para difundir su música gracias a los medios digitales.

“Se trata de una nueva forma de hacer música con la orquesta sinfónica en el computador. Hasta hace poco tiempo, el computador solo podía reproducir sonidos relativamente primitivos, pero actualmente existen colecciones de sonidos grabados, con los instrumentos de las mejores marcas mundiales. No son sonidos reproducidos por el computador, sino grabados por instrumentos reales. Estos sonidos pueden incorporarse a programas de notación musical, donde además de editar una partitura, uno puede escucharla y grabarla. En la conferencia voy a mostrar cuáles son las posibilidades que ofrece esta técnica, que no solamente se trata de reproducir música sino de hacer música”, explica.

Serendero (Santiago, 1934) ya hizo la misma exposición en Osorno, la ciudad donde se ha establecido, luego de una carrera en la que ha sido director musical del Ballet Nacional Chileno (Banch), en 1962; director de la Orquesta Filarmónica de Osorno, entre 1965 y 1966; y director titular de la Orquesta Sinfónica de Chile, entre 1967 y 1972. En ese período, además, fundó la carrera de dirección orquestal en la Universidad de Chile, para luego establecerse en Alemania, donde dirigió el Collegium Musicum Renano por 35 años.

“A mi juicio, esta una nueva y estupenda posibilidad para todos los compositores”, asegura Serendero. “Todos los compositores chilenos, incluso los más notables como Juan Orrego Salas, Gustavo Becerra o el mismo Enrique Soro, tienen obras que nunca se han tocado en Chile, no han sido estrenadas y no se conocen. ¡Y son Premios Nacionales de Música! ¿Qué queda para los demás? Con este sistema saqué tres discos este año y el próximo voy a sacar otros tres. Con eso, yo sería el compositor de música clásica con más discos en el mercado, pero eso no es una ventaja para mí, sino que yo quiero mostrar que todos mis colegas pueden hacer lo mismo con este sistema. En vez de esperar que una orquesta quiera tocar de mala gana alguna obra, van a poder mostrar todas sus obras”.

En la conferencia, el músico explicará su método con el editor de partituras Sibelius y el banco de sonidos Garritan Personal Orchestra, utilizando videos y ejemplificando con sus propias obras. Suite infantil, Concierto autobiográfico para violín, Scherzo 2010 y Carnaval en el Rhin son algunos de los títulos que ha incluido en sus discos.

La idea, explica, surgió luego de escuchar grabaciones de los conciertos que había dirigido con sus propias composiciones: “Para concierto eran bastante buenas, pero no para una grabación, por eso decidí empezar a experimentar con esto. En primer lugar, ningún músico toca notas falsas o da parte de enfermo porque quiere ir a la fiesta de la polola o empieza a mirar la hora para que el director los largue antes. No tengo ninguno de esos problemas, todos tocan lo que yo quiero y voy equilibrando todo en el computador, de manera que la música sale como yo pienso”.

¿No se pierde la dimensión humana de la música?

Escuche mi música, ahí puede determinarlo. Por ejemplo, hay algunas cadencias en las obras que estoy presentando este año y he tenido la posibilidad de hacer libremente lo que haría si yo mismo estuviese tocando el violín o la flauta. Mida con un metrónomo cuántas veces cambia, cuántas veces se respira porque se acaba el aire en los pulmones. Todo eso se hace con números, efectivamente. En el computador se trabaja con matemáticas, pero con las matemáticas uno puede hacer modificaciones que resulten humanas.

¿Cómo describe el lenguaje de sus obras más recientes?

En mi juventud me decían que tenía que ir con mi tiempo y ver lo que hacen los festivales en Europa, pero no siempre lo que suena como última moda es lo que me deja más contento. Yo creo que la música es para expresar algún tipo de sentimiento positivo. Descarté los experimentos que hice con música más moderna, porque el compositor genuino tiene que limitarse a escribir lo que el Universo le manda. Yo escucho música y a veces es una sinfonía de Beethoven, pero a veces escucho música que no asocio con nada, entonces siento la necesidad de escribirla. Así, compongo de acuerdo a lo que recibo del Universo. En general, lo que recibo es música tonal, que tal vez podría acercarse a Richard Strauss, a Prokofiev. Algunas veces me han dicho que se parece a Gershwin o a Kachaturian. En ese ámbito me muevo.

¿Por qué no ha dirigido recientemente en Chile?

No me han invitado, tal vez porque en algunas orquestas en Chile el mejor director es el que ensaya menos, el que llega y dice “ah, está todo bueno”. Uno llega a una orquesta y lo primero que encuentra es una fila donde todos te quieren pedir permiso, eso no se puede evitar, y después están los que tocan notas falsas.

Usted es muy crítico con las orquestas chilenas.

Yo nací en la orquestas de aquí y he visto la evolución que han tenido, por eso me reservo el derecho a la crítica. Las orquestas saben que no siempre doy permiso y exijo que toquen afinados. Si no están acostumbrados, no les gusta que uno insista, entonces hay poco interés en invitarme y se prefiere a directores que encuentran todo bueno. Un par de ensayos y “ya, niños, toquemos como resulte a la tarde”. Ese director es excelente y a ese lo invitan a cada rato. El que quiere hacer mejor música e insistir en los detalles, no, ese es un jodido, no lo invitemos más.

¿Qué recuerdos tiene de su etapa en la Sinfónica?

Fue una etapa muy productiva. En primer lugar, trabajamos un poco la afinación, que estaba un poco descuidada en esa época, y lo que me dejó un recuerdo más grato fue que hicimos especial hincapié en hacer conciertos educacionales. Los hacíamos en el Teatro Astor, invitábamos a los colegios y yo no solo explicaba las obras, sino que hacía diálogos, dejaba que los niños preguntaran y respondíamos cuál es la diferencia entre un violín y una viola, por ejemplo, entonces yo les pedía a los músicos que tocaran y mostraran cuál suena más agudo. Todos los años recibía cuatro o cinco cartas de apoderados y alumnos que agradecían estas actividades.

En la Biblioteca

La conferencia de David Serendero se realizará a las 18:30 horas del próximo viernes 3 de noviembre en la Sala América de la Biblioteca Nacional (Moneda 650). La entrada es gratuita.

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