La carrera a La Moneda nunca ha estado exenta de obstáculos y así lo demuestra el camino al poder que han pavimentado Alejandro Guillier y Sebastián Piñera. Ambos se verán las caras este 17 de diciembre en la segunda vuelta presidencial, después de haber alcanzado un 22,70 por ciento y un 36,64 por ciento respectivamente.
La ruta de Guillier para llegar al balotaje fue algo difusa. Sin primarias legales, el senador apoyado desde un principio por el Partido Radical (PR), se fue abriendo el paso en medio de las indefiniciones del sector.
Corría el 7 de enero cuando, en la Cúpula del Parque O’Higgins, el Partido Radical oficializaba la candidatura presidencial del senador por Antofagasta. La decisión fue votada por unanimidad el día anterior durante el Consejo General de dicho conglomerado en el ex Congreso Nacional. Durante el verano la carrera presidencial continuó con su desarrollo.
Casi en paralelo, el 14 de enero, el Partido por la Democracia (PPD) comunicaba públicamente su respaldo a la candidatura de Ricardo Lagos Escobar. Tras las elecciones cerradas del PPD, en las que participaron 400 consejeros inscritos, el ex mandatario se quedó con el 92,6 por ciento de los votos, derrotando a su contrincante, Jorge Tarud.
Habían pasado un par de meses ya desde que José Miguel Insulza oficializara su renuncia como agente de Chile en La Haya y, a pocas horas de esa decisión, ratificara estar “disponible” para asumir una carrera presidencial. A principios de marzo Fernando Atria, abogado constitucional y miembro de la facción Izquierda Socialista del Partido Socialista (PS), oficializaba también sus intenciones de ser Presidente. Así el PS veía cómo se complicaban las cosas, con cuatro posibles cartas que apoyar.
Mientras tanto, el 11 de marzo, la Democracia Cristiana lanzaba la candidatura presidencial de su timonel, Carolina Goic. Al mismo tiempo Alejandro Guillier declaraba: “si no hay primarias, no voy a primera vuelta”.
Abril fue un mes de convulsionadas decisiones. Las definiciones comenzaron desde el día 1. El Partido Socialista tomaba la determinación de seleccionar a su carta presidencial a través de la votación de su Comité Central, desechando la alternativa propuesta por Insulza y Atria de realizar una consulta ciudadana. Acto seguido, ambos presidenciables PS descartaban su candidatura comunicando públicamente su decepción por la decisión de la colectividad.
Al Partido Socialista sólo le quedaban dos opciones: Ricardo Lagos y Alejandro Guillier. En una votación secreta llevada a cabo el 9 de abril, el senador independiente recibió 67 votos de los 107 miembros del comité presentes, mientras que el ex presidente Ricardo Lagos obtuvo 36 votos. Cuatro sufragios fueron nulos. Al día siguiente Ricardo Lagos, a pesar de haber señalado que su decisión no dependía del apoyo del PS, declinaba en sus intenciones de sentarse nuevamente en el sillón presidencial.
Terminaba abril y la Democracia Cristiana perseveraba en sus aspiraciones presidenciales y ahora con más fuerza. En su Junta Nacional la opción de ir a primera vuelta sin pasar por una primaria de la Nueva Mayoría se imponía en votación secreta con un 63 por ciento ante un 37 por ciento. Guillier quedaba entre la espada y la pared.
Al día siguiente, el 30 del mismo mes, el Partido Comunista (PC), a través de votación de su Comité Central, definía el apoyo al periodista que ya contaba con los respaldos del PR y el PS. El 2 de mayo la Comisión Política del Partido por la Democracia (PPD) hacía público el respaldo al ex conductor de noticias.
Con Atria, Insulza y Lagos en el camino, sólo quedaba Carolina Goic como rival dentro de la Nueva Mayoría. “Mi problema es que no habrá primarias. Es una decisión que me da pena, no me agrada. Es una pérdida y tenemos que asumirlo como tal”, señalaba Guillier ante el escenario que debía enfrentar su conglomerado.
Sumando manos
Con el apoyo de todo el pacto, a excepción de la DC, Alejandro Guillier comenzó su ofensiva por conseguir las 33 mil firmas necesarias para inscribir una candidatura independiente, todo mientras Chile Vamos y el Frente Amplio desplegaban su trabajo para llevar a cabo primarias legales.
Así llegaron las elecciones presidenciales del 19 de noviembre, en las que el senador por Antofagasta se ubicó en el segundo lugar cuadruplicando en votos a la otra contendora oficialista, Carolina Goic, que sólo alcanzó poco más de un cinco por ciento de los votos. Al día siguiente la presidenta de la DC renunciaba a su cargo y salía a dar un espaldarazo público al candidato de la Nueva Mayoría. Marco Enríquez-Ominami, también con un cinco por ciento, no alcanzó a escuchar los resultados definitivos cuando ya hacía un llamado a apoyar por la carta oficialista.
Alejandro Navarro, el candidato presidencial de PAIS que no alcanzó el 0,4 por ciento de los votos, condicionó su apoyo a terminar con las AFP. A pesar de que Guillier aún no se pronuncia de forma contundente respecto a esa arista, el senador por el Bio Bío ya le dio su respaldo.
Con el diez por ciento que ofrecen los candidatos presidenciales mencionados (en caso de que los votos fuesen de ellos y no de los ciudadanos), a Alejandro Guillier no le alcanza para vencer a Sebastián Piñera. Los comunicados oficiales de las distintas orgánicas del Frente Amplio han insistido en que el candidato progresista recoja las demandas de corte antineoliberal que se han propuesto desde la candidatura de Beatriz Sánchez, pero Guillier insiste en que él prefiere hablarle a la ciudadanía antes que a determinados conglomerados o grupos políticos.
El apoyo condicionado de Revolución Democrática
Hoy día Revolución Democrática hizo públicos los resultados de su plebiscito. La votación ofrecía tres alternativas: la primera significaba un llamado explícito a votar por Alejandro Guillier, la segunda opción señalaba que a pesar de considerar que “es responsabilidad de la Nueva Mayoría convocar a quienes confiaron en el proyecto del Frente Amplio, hacemos un llamado a que Alejandro Guillier recoja las demandas del mundo social…”, mientras que la tercera y última opción sugería, en un contexto de diferencias sustanciales, que “RD no hará esfuerzo en influir como partido en la segunda vuelta”.
Con un 62 por ciento de las preferencias, se impuso la opción de llamar al senador a tomar en cuenta las demandas de los movimientos sociales sin hacer un llamado explícito a votar por él. Rodrigo Echecopar, presidente de RD, declaró en una conferencia de prensa mezclada con tintes de apoyo, que la colectividad, independiente de quién salga, ocupará un rol opositor: “RD no conformará un gobierno con la Nueva Mayoría, ni será parte de la campaña de su abanderado presidencial, sino que se planteará como oposición constructiva y propositiva en el próximo ciclo de gobierno. Hacemos un llamado a Alejandro Guillier a que recoja las demandas del mundo social, como No+AFP, la baja de la dieta parlamentaria entre otras, para derrotar a la derecha. Para ser claros con la posición, nosotros queremos, como RD, que Alejandro Guillier le gane a la derecha y creemos que hay un solo camino para lograrlo: escuchar a la gente”.
A pesar de eso, han sido varias las figuras del partido de Jackson que ya han salido a declarar que su sufragio irá hacia el periodista de la Nueva Mayoría.
Es el caso de Miguel Crispi, diputado electo de RD, quien señaló hace dos días en CNN que “sí, voy a votar por Guillier”, al mismo tiempo que afirmaba que “la gran mayoría (de los votos del FA) van a votar por Guillier”. Su par, Pablo Vidal, también diputado electo, también admitió abiertamente que apoyaría al candidato del oficialismo, mientras que Maite Orsini escribió “este 17 de diciembre rechazaré con convicción el proyecto de Piñera votando por Guillier, quien no me ilusiona ni moviliza, pero que es la única opción de detener a la derecha”. Otros miembros de la electa bancada frenteamplista también han manifestado su intención de votar por Alejandro Guillier, a pesar de que la gran mayoría de las organizaciones del conglomerado emergente han elaborado declaraciones públicas en las que invitan al candidato a recoger una serie de demandas antineoliberales que puedan convocar los votos de Beatriz Sánchez.
Lo cierto es que el senador por Antofagasta aún no se ha pronunciado en esa línea. Lo que más se ha acercado a eso dentro de los últimos días es a través de su propuesta de eliminar el Crédito con Aval del Estado y condonar la deuda de dicho crédito al 40 por ciento más pobre. Hoy fue Álvaro Elizalde el que replicó ante el comunicado de Revolución Democrática. El presidente del Partido Socialista cree que el programa de Alejandro Guillier puede seguir recogiendo demandas progresistas: “Ha habido una serie de anuncios en los que Alejandro Guillier ha puesto énfasis programático respecto de temas fundamentales. En el ámbito previsional, en el endeudamiento de las familias con el sistema educacional y en el ámbito constituyente, con la necesidad de avanzar hacia un nueva Constitución. Si hay una opción que representa el compromiso con el cambio de Chile es la de Alejandro Guillier. Alejandro Guillier va a gobernar con su programa de gobierno, que fue el que obtuvo mayor respaldo en primera vuelta, pero va a enriquecer este programa sobre la base de las miradas con las cuales tenemos coincidencias, las miradas progresistas”.
Para algunas organizaciones frenteamplistas –si no todas-, con esto el programa se queda corto. Una de las demandas que no se transan desde las cúpulas de los movimientos y partidos es la del fin de las AFP. El conglomerado ha manifestado públicamente su respaldo hacia la propuesta presentada por la Coordinadora No+AFP y Luis Mesina, su dirigente, admitió que Alejandro Guillier no le ha abierto las puertas para una reunión en la que clarifique su postura respecto a materia previsional: “se nos engaña permanentemente, por eso queremos tener una reunión con el señor Alejandro Guillier, con el objeto de que clarifique cuál es su propuesta y de forma tal que nosotros se la comuniquemos a la gente. De todas formas podemos anticipar que el movimiento social termine apoyando una determinada candidatura si los propios representantes de esa candidatura dicen con soberbia que no acabarán con las AFP”.
El listado de demandas suma y sigue, a pesar de que algunas no sean completamente transversales: gratuidad universal, aborto libre, asamblea constituyente y negociación por rama son solo algunas de las propuestas que determinadas orgánicas del conglomerado han puesto sobre la mesa.