Marco Kremerman en picada contra los técnicos que no proyectaron “caos” de las AFP

El economista de la Fundación Sol habló acerca de las medidas previsionales de los candidatos presidenciales. “No hay cómo mejorar las pensiones de manera sustantiva con las propuestas que están sobre la mesa”, afirmó, y enfatizó también su crítica acerca de los supuestos expertos que avalaron durante años este sistema. “Aquí hay una omisión. Hay cómplices activos y pasivos en relación a las pensiones”, sentenció.

El economista de la Fundación Sol habló acerca de las medidas previsionales de los candidatos presidenciales. “No hay cómo mejorar las pensiones de manera sustantiva con las propuestas que están sobre la mesa”, afirmó, y enfatizó también su crítica acerca de los supuestos expertos que avalaron durante años este sistema. “Aquí hay una omisión. Hay cómplices activos y pasivos en relación a las pensiones”, sentenció.

Si bien Alejandro Guillier se dispuso a  avanzar –en cierta medida y tamaño– hacia un modelo de reparto previsional, ninguno de los dos candidatos presidenciales se mostró enfático a la hora de sacar del espectro social-político a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), empresas que han generado tremendas utilidades durante los años posteriores a su instauración, durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Esta fue la premisa que dio el puntapié inicial a la conversación con Marco Kremerman, economista de la Fundación Sol. El experto comenzó afirmando que estas compañías poseen una inmensa capacidad de relación con autoridades, tanto así que han llegado a administrar “200 mil millones de dólares, un 75 por ciento del Producto Interno Bruto”.

“Lo convierte en un poder con muy poco contrapeso. Ante eso, los distintos candidatos hacen sus propuestas acorde a la capacidad de enfrentar este poder de lobby, dejando de lado lo que el país necesita”, señaló Kremerman. Esto último dio paso a su tajante análisis respecto de si es que es posible aumentar las pensiones con las propuestas de los aspirantes a La Moneda.

“Técnicamente no hay cómo mejorar las pensiones de manera sustantiva, es decir, que alcancen para vivir en Chile, con las propuestas que están sobre la mesa. Esto es mantener el sistema con algunas mejoras, mejorando el pilar solidario en el caso de Sebastián Piñera, e incorporando un pequeño componente de reparto ,en el caso de Guillier, que va a mejorar algunos puntos porcentuales las pensiones actuales, pero dejará en la misma situación a los pensionados futuros”, afirmó.

El economista agregó que el aumento en la tasa de cotización, propuesto por ambos candidatos, no serviría de nada y sería una medida opacada por la caída inevitable e histórica de la tasa de rentabilidad, que fue distinta en los ochenta, pero que ahora está en una situación moribunda. Acorde a sus palabras, podría incluso anular el efecto de recaudación, ya que la pensión disminuye un 25 por ciento por cada punto menos de rentabilidad.

 La caída de los técnicos

De acuerdo a la realidad chilena, el miembro de la Fundación Sol explicó que las pensiones deberían estar en un promedio de 400 o 450 mil pesos. Lo que se produjo en Chile, indicó, fue que “los grupos económicos, para defender su caja y capitalizar sus empresas, sacrificaron a nuestros adultos mayores”.

En ese sentido, Kremerman hizo mención a lo que, según él, funciona en gran parte del mundo, donde una importante “parte de las cotizaciones se utilizan para pagar pensiones y se deja un fondo de reservas técnicas, que acumula excedentes para poder hacer frente a los momentos en que la transición demográfica indique que hay más pensionados que cotizantes. Permite proyectar las variables en el tiempo con responsabilidad”.

Así es en Estados Unidos, Canadá, Japón. A renglón seguido, manifestó que en Chile el debate debería estar centrado entre un sistema de reparto y uno mixto, como el de Suecia y Uruguay.

“Un sistema donde el 80 por ciento de la cotización o un poco más vaya a reparto y un 20 o un 15 por ciento a cuentas individuales. O tenemos un sistema de reparto con reservas técnicas, donde no existen las cuentas individuales y las AFP pasan a ser agentes donde las personas pueden hacer un ahorro adicional o voluntario, que también lo podrían hacer en un banco o compañía de seguros”, añadió.

Marco Kremerman además entregó los datos respecto de las personas que se jubilaron en octubre de este año. “Son cerca de 10 mil personas las que se pensionan por AFP y compañías de seguros. La mitad de ellos solo pudo autofinanciar una pensión cercana a 43 mil pesos. Esto viene hacia abajo por las bajas de la tasa de rentabilidad y las caídas de los trabajos”, expresó , emplazando a los profesionales encargados de estas áreas:

“El mismo ex superintendente Alejandro Ferreiro, que hace una declaración de ignorancia en relación a ir a la lógica de reparto. ¿Qué pasó antes? ¿Por qué no avisó que venía un caos de pensiones? ¿No tenía los datos? ¿No pudo hacer los cálculos? Lo mismo para los que construyeron el sistema. José Piñera dijo que si cotiza 30 ó 35 años, optaría a una pensión del 70 por ciento de su último sueldo. ¿Por qué falló? Aquí hay una omisión. Hay cómplices activos y pasivos en relación a las pensiones. No solo tiene que ver con un sistema político, sino que con estos técnicos pues muchos de ellos, lamentablemente, han estado en directorios de las AFP y de compañías de seguros que pagan rentas vitalicias”, dijo.

“Los técnicos fallaron rotundamente”, sentenció

 





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