Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 26 de abril de 2024


Escritorio

Genaro Arriagada


Lunes 26 de marzo 2018 8:54 hrs.


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Señor director:

 Su entrevista con don Genaro Arriagada sobre el sistema político chileno me ha parecido muy interesante y los juicios de este último sobre algunos hechos de la vida política nacional parecen  acertados. Sin embargo, discrepo de muchas  de sus observaciones por lo que  le hago llegar las precisiones que siguen.

 Como se sabe los partidos Liberal y Conservador fueron los herederos de los Pipiolos y de los Pelucones de la Colonia y de la primera parte de nuestra vida independiente , y esos partidos que , sintomáticamente, siguieron llamándose Liberal y Conservador hasta bien entrado el siglo XX fueron  la ilustración del anacronismo de nuestra  vida politica y social, dominada , como sabemos, durante siglo y medio por los Liberales de los latifundios propietarios de sus inquilinos y los Conservadores católicos propietarios de las almas de éstos.

 Por lo que es del Partido Radical , el partido de los Matta y de los Gallo, seria necesario recordar la importancia que tuvieron en su gestación , entre otros, los empresarios y artesanos  de nuestro  norte  y recordar tambien que fue solo a fines de  la tercera década del siglo pasado que el Partido Radical encontró  una base electoral de dimensión nacional  captando a unas   clases medias golpeadas por la Gran Depresión asi como a quienes aspiraban a unas reformas profundas en nuestro pais. Unas capas sociales que los ya existentes Partidos Comunista y Socialista no habían logrado abanderizar del todo.

 En cuanto al  Partido Comunista, nacido con el despertar del siglo XX  ( ¡y antes de la Revolución Bolchevique¡), ha sido el partido obrero chileno por excelencia, respecto del cual quienes se aventuran a analizarlo olvidan frecuentemente que fue la victima prioritaria de la dictadura y que el contexto de anticomunismo primario sigue siendo un dato mayor en nuestra población. Su escasa representación actual no excluye  que si algun dia los abstencionistas( ¡hasta 60 por ciento!) salen de su desidia actual ellos podrán confiar quizás en prioridad en quienes son los menos aprovechadores del actual sistema, es decir los comunistas. Lo que desde luego  no es mas que  una hipótesis. Por otra parte pienso que el señor Arriagada   entierra muy rápidamente a los comunistas del mundo entero pues ellos no solo gobiernan en China, Vietnam y Corea del Norte (¡entre los tres suman 1 500 millones de habitantes!), como él lo dice,  sino también en Cuba, en Nepal  y  en algunos de los estados federados que componen la India , sin olvidar que  son también una fuerza política importante en otros numerosos países ( en la última presidencial de Rusia, por ejemplo, de Marzo recién pasado han obtenido 12 por ciento).

 No ocurre lo mismo con  los socialistas que surgidos en Chile en los años 30 como una adición de fuerzas y personalidades heteróclitas  lo siguen siendo hasta hoy en  día , en que se han convertido en  un enjambre de apetitos que han terminado sistemáticamente por ahogar en su seno los proyectos generosos y los militantes ejemplares. La adhesión pura y simple a la peor de las gestiones del neoliberalismo tiene en nuestras tierras el mismo resultado que en otras muchas partes del mundo (sobre todo Europa) , es decir  la desaparición progresiva del Partido Socialista chileno.

 Por lo que es de la Democracia Cristiana el señor Arriagada considera que este Partido no habría ganado mucho con su alianza con el PPD y los Socialistas , un juicio que me parece por lo menos sorprendente. ¡Pues ello significa  olvidar que de los 28 años de posdictadura el PDC ha gobernado durante 24 años; en diez de ellos con un Presidente salido de sus filas y en los catorce restantes muchas veces con un Premier  escogido entre sus militantes ¡

Yo pienso más bien que el PDC está pagando el precio de sus derivas pasadas y presentes. Su primer Presidente de la República (1964-1970) fue elegido con el apoyo masivo de los liberales y conservadores  y, luego, fue aliándose de nuevo con ellos, que entretanto habían cambiado de nombre, que el PDC se convirtió en promotor activo del putsch. En cuanto a su evolución reciente hacia la izquierda , don Genaro Arriagada debiera reconocer que es con una izquierda desnaturalizada, que ha renunciado a su alma, con la  que el PDC se ha aliado, y para ello este partido no necesitaba hacer muchos esfuerzos para acomodarse y usufructuar del glamour del poder. Por otra parte, la atracción del PDC por los círculos de negocios, es decir el mercantilismo de muchos de sus dirigentes, ha terminado por alienarle su antigua base política de trabajadores y de modestos.

 

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