Joaquín Barañao descarta nueva Ley de Migración para este año

Los temas sobre migración estuvieron muy presentes durante la última etapa de la pasada campaña presidencial. Joaquín Barañao, coordinador del proyecto de Ley de Migraciones presentado por el Presidente Sebastián Piñera el año 2013, comentó que esas señales “eran predecibles”. El ingeniero civil reconoció que la nueva reforma estará en la agenda cerca de dos años.

Los temas sobre migración estuvieron muy presentes durante la última etapa de la pasada campaña presidencial. Joaquín Barañao, coordinador del proyecto de Ley de Migraciones presentado por el Presidente Sebastián Piñera el año 2013, comentó que esas señales “eran predecibles”. El ingeniero civil reconoció que la nueva reforma estará en la agenda cerca de dos años.

El 21 de marzo pasado el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, visitó el Departamento de Extranjería y Migración (DEM).

 En las oficinas ubicadas en San Antonio con Santo Domingo, fue testigo de las largas filas de extranjeros que buscan sus permisos de residencia. La autoridad calificó este escenario como una “demanda extrema y explosiva”.

Ubilla agregó que van a favorecer “la migración de aquellos que sinceran su interés de estar en Chile, no de aquellos que dicen que vienen como turistas y se quedan porque su verdadera intención era migrar”. Y para esto, confirmó que se trabaja en las indicaciones al proyecto de Ley de Migraciones presentado en 2013, el que –advirtió- “no se ha movido un centímetro en su trámite legislativo” en casi cinco años y que será presentado con la urgencia que se requiera.

  Joaquín Barañao fue el coordinador de la iniciativa que se elaboró en la primera administración de Sebastián Piñera. Recordó que el gobierno siguiente, de Michelle Bachelet, se encontró con un proyecto aprobado en primer trámite en la comisión de gobierno interior en la Cámara de Diputados.

 En ese marco, la autoridad tenía tres opciones: presentar indicaciones al proyecto de Piñera en los temas específicos, indicación sustitutiva conservando el mensaje de 2013 o partir de cero.

 En conversación con el programa “Chile a Todo Color” de nuestra emisora, Barañao afirmó que la última alternativa fue “el peor de los mundos para la reforma migratoria”.

 “La opción lenta donde había que empezar todo de nuevo. Y no solo pasó eso, sino que lo presentaron recién en septiembre del último año de gobierno por lo que perdimos cuatro años” lamentó.

  Su mirada sobre lo que ingresó el gobierno anterior es clara: la iniciativa que se presentó en agosto de 2017 contenía incoherencias. Y eso no lo sorprendió. ¿Por qué? Dijo que fue “un proyecto que nunca logró acuerdo y se presentó muy apurado por la interpelación al (ex) ministro del Interior”.

 Los “mitos” del debate

 Barañao es ingeniero civil y no tenía una carrera laboral relacionada con los temas de migración. Pero comentó que, en su momento, trabajó con Rodrigo Ubilla y por eso lo incorporó al equipo que revisó la propuesta durante el primer gobierno de Piñera.

 El también conocido autor de una serie de libros de “Historias Freak” advirtió que, en su caso, fue difícil presentar la propuesta en 2013 porque se necesitó el respaldo de muchos actores.  Según el escritor, se deben despejar “los mitos” y criticó que por una norma se calificó a todo “el proyecto de restrictivo y controlador”.

 En su opinión, destacó algunas de las medidas que integran esa reforma: todo un sistema para simplificar la facilitación de títulos profesionales y se elimina la criminalización por migración.

 “Y para qué decir todo el párrafo de derechos. Son varias materias que se habían abordado por la vía administrativa, pero muchas otras no. Sí es verdad que se quiere hacer más expedito el proceso de expulsión, pero si uno mira las estadísticas son menos de 3 mil personas al año” agregó.

 Para Barañao, actual consultor del Ministerio del Interior en la materia, se debe destacar “la columna” de los ingresos y no la de los costos cuando se analiza la migración en Chile. Consideró que el volumen actual es sorprendente, pero “todavía es modesto si lo comparas con grandes centros migratorios mundiales o los países que son líderes en su región”. Por ejemplo, mencionó a Costa Rica (Centroamérica), Alemania y España (Europa) o el propio Estados Unidos.

 “Lamentablemente las personas mal informadas en este tema toman protagonismo…era inevitable, pero triste” dijo.  Reconoció que Chile no ha legislado en democracia desde 1954. Por lo que hay poca experiencia legislativa, por eso “hay mucho trabajo por hacer, es largo y va a tomar tiempo”, agregó.

 Nueva Ley de Migración: “en un año y medio, o dos”

Este martes, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, y Rodrigo Ubilla asistieron a la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara Baja.

 Un grupo de parlamentarios afirmó que se anunciaron lineamientos, pero no hubo profundidad. A pesar de la urgencia que se plantea cada cierto tiempo sobre este tema, Barañao descartó que el nuevo proyecto se conozca antes de un año.

 “Vamos a tener esta iniciativa en agenda un año y medio o dos años.  Será interesante porque la sociedad comenzará a definirse y a manifestarse en un tema que no se ha discutido en democracia desde los años 50” afirmó.

 Sobre las visas consulares a determinados países, recordó que no formaba parte del primer proyecto de Piñera y aclaró que es una atribución del ministerio de Relaciones Exteriores.

 La inclusión de los haitianos en esta categoría se ha escuchado como alternativa desde el año pasado.  Y se preguntó: “¿se admitirá esto de manera libre o se intentará morigerar el volumen? Esa decisión se puede tomar con calma, pero si no hay visa llega el avión con 300 personas, y al día siguiente 300 más”.

 “Soy más bien liberal en términos migratorios, pero me genera duda si no hay un punto en el cual se vuelve razonable tomar la decisión en una oficina y no en el aeropuerto…aunque ese anuncio causará ruido” concluyó.

 Según los antecedentes que publicó el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, a marzo de 2018 se realizaron 4 mil atenciones en la DEM por día en promedio, con una estimación de 1,1 millones de atenciones para este año, lo que equivale a un incremento de 21 por ciento respecto de 2017, sólo en la Región Metropolitana.

De igual forma, entre 2016 y 2017 creció en 45 por ciento el número de atenciones presenciales a nivel nacional, pasando de 567 mil a 823 mil.





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