A través del Acuerdo de París, 195 naciones acordaron, en diciembre de 2015, impulsar medidas en sus territorios para disminuir las emisiones de dióxido de carbono, esto con el fin de impulsar un futuro más sostenible y menos dañino para el planeta. Entre las condiciones del Acuerdo se estableció que el aumento de la temperatura media en la tierra no supere el alza de 2 grados hacia fines de siglo.
Cada gobierno puso en evaluación medidas que ayudarán a contribuir con el cambio, propuestas que serán evaluadas en 2020 para revisar si están siendo o no efectivas. Es en este contexto que científicos de la Universidad East Anglia de Inglaterra y de la Universidad James Cook de Australia realizaron un estudio para evaluar el efecto del aumento de 2 grados de temperatura en diversas especies del planeta.
En el análisis, los expertos estudiaron a 31 mil insectos, 8 mil aves, 1.700 mamíferos, 1800 reptiles, 1.000 anfibios y 71.000 plantas, teniendo como resultado que la variación de 0.5 grados en la temperatura podría mejorar las condiciones de preservación de especies, principalmente habitantes del sur de África, el Amazonas, Europa y Australia.
Una de las conclusiones más importantes del informe se relaciona con la disminución del riesgo para los insectos, lo que sería de gran importancia, pues su supervivencia garantizaría la conservación de cultivos y de la cadena alimentaria de aves y animales. Con la variación de 2 grados, cerca del 18 por ciento de los insectos estudiados se verían afectados, mientras que con un cambio de 1,5 solo sería el 6 por ciento los afectados.
Pilar Moraga, miembro del Centro de Cambio Climático CR2 de la Universidad de Chile, indicó que las propuestas hechas hasta ahora en el Acuerdo de París son insuficientes para cumplir con el objetivo.
“Los compromisos actuales no alcanzan, no nos permiten llegar a un aumento de los 2 grados ni acercarnos al 1,5, así que esto es un llamado de atención para hacer un esfuerzo mayor, para que los Estados marquen el nivel de urgencia que se requiere”, dijo.
El científico del Instituto de Ecología y Biodiversidad, Pablo Marquet, manifestó que disminuir el límite de la temperatura, sin duda, es positivo y beneficioso para el planeta, pues siempre ha sido riesgoso trabajar con el plan de los 2 grados. “No van a ser dos grados en toda la superficie, va a ser un promedio y vamos a tener áreas más afectadas que otras. Entonces, es más seguro tolerar menos”, aseguró.
Con lo pactado hasta ahora en el acuerdo y, si se cumplen las disminuciones de dióxido de carbono prometidas por cada país miembro, se estima que el alza sería cercana a los 3 grados, lo que provocaría que casi el 50 por ciento de los insectos pierda la mitad de su rango.
Respecto de esta situación, Marquet indicó que para contrarrestar el daño medioambiental en nuestro país es necesario que exista una mayor coordinación entre diversos ministerios que pueden colaborar en la mitigación del daño medioambiental, y no solo entregar la responsabilidad al Ministerio de Medio Ambiente.
Según un informe global realizado por la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Eco sistémicos, de continuar las condiciones actuales de cambio climático, para el 2050 las poblaciones de especies en América se reducirían en un 40 por ciento.
En el caso de realizarse el cambio en el Acuerdo de París, el continente se vería beneficiado, pues la zona del Río Amazonas es parte de los lugares que mayor preservación de especies podrían tener.