No ha sido fácil ni para la nación ni para el pueblo palestino que ama el fútbol. Así lo expresó desde un principio Roberto Kettlun, ex jugador chileno de origen árabe, quien se desempeñó cinco años en la liga profesional de dicha nación, y que además fue seleccionado por 12 años.
El otrora mediocampista relató la importancia del fútbol para los habitantes y lo que a diario deben pasar jugadores, niños y jóvenes debido a la represión que por años ejerce Israel en el territorio ocupado.
Roberto Kettlun precisó sobre los múltiples abusos a los futbolistas y menores aficionados cada vez que deben viajar o solamente trasladarse a una cancha para jugar. Detalló que solo pasar un punto de control israelí, es una odisea, donde muchos niños no pueden jugar o ir a la escuela, sometiéndose a la fiscalización de los soldados. En muchos casos son imposibilitados de continuar.
“Lo más difícil de estar allá es perder la sensibilidad con todas estas violaciones a los Derechos Humanos que se van perpetrando todos los días por fuerzas israelíes, uno tiende a normalizar lo que en ninguna parte del mundo es normal. Los niños no solo quieren jugar fútbol, para ir a estudiar tienen que someterse a los controles donde son víctimas de malos tratos, apuntados con pistolas, armas de guerra, te denigran, ese es solo el desdén en el día a día de los niños palestinos, que son arrestados con cuatro años de edad, y frente a eso están totalmente indefensos”, afirmó.
Además de denunciar el bloqueo que sufren los equipos palestinos al no poder desplazarse entre Gaza y Cisjordania, el ex jugador Roberto Kettlun resalta que desde el año 2008 el fútbol local ha ido profesionalizandose, pero el conflicto y la arremetida del ejército israelí en territorio árabe, no permite, agregó, que este deporte se desarrolle como en la mayoría de los países del mundo.
Otro jugador que conoció la difícil realidad del país fue el ex portero Felipe Núñez, quien visitó Medio Oriente. Allí relató que conoció en la calle una de las realidades que más afectan la vida de los niños palestinos. Núñez realizó dos clínicas, una en Jerusalén y otra en Ramallah, trabajó con los que desean ser arqueros profesionales y jugar en las ligas más importantes del mundo.
“Pega muy fuerte toda la situación que se vive allá, pero uno saca un gran aprendizaje de los propios niños, quienes tienen muchas dificultades para vivir dignamente, pero a pesar de eso te dicen que quieren ser futbolistas profesionales, ellos vibran y sueñan con este deporte igual que todos, por lo que servir de alegría por un momento, para mí fue muy enriquecedor”, argumentó.
Xavier Abu Eid es politólogo y magister en diplomacia. Un chileno que trabaja para el gobierno Palestino. Relata como el fútbol pasó de ser una diversión para niños y jóvenes, para dar paso a un instrumento de resistencia y representación de la nación árabe a nivel mundial.
“El fútbol ha sido parte de la historia de Palestina, una historia de resistencia, por eso no solo significa una forma de distracción. La gente juega prácticamente en todos los barrios, en canchas de tierra, ahí la FIFA ha hecho un gran trabajo para implementar predios con pasto sintético, pero el fútbol tiene que ver acá con la representación de Palestina a nivel mundial, la liga no es muy competitiva, se sigue especialmente el campeonato español y obviamente la liga chilena por la cercanía de la gente con el Club Deportivo Palestino”, subrayó.
Caso emblemático es el del niño de 13 años Hamid Younis, quien murió baleado en 2012 mientras jugaba al fútbol. La camiseta manchada de sangre de Real Madrid, con el nombre del crack alemán Mesut Ozil, quedó como impactante testimonio. Las balas del ejército israelí le penetraron el abdomen cuando Hamid se aprestaba a iniciar el segundo tiempo.
El fútbol, aún en medio de bloqueo y balas, es más importante de lo que muchos suponen para los palestinos. “Es nuestro espacio -dijo un hincha a la revista semanal de Estados Unidos The Nation- para olvidar dónde estamos y recordar quiénes somos.”