El museo del Louvre en París ha sido un escenario de innumerables publicidades y película filmadas en sus salas. El presidente Macron incluso eligió la pirámide del patio del museo para celebrar su elección.
Pero ahora el prestigio que se desprende de la antigua residencia de los reyes franceses, se ha asociado a la fama planetaria de dos súper estrellas de la canción: Jay-Z y Beyoncé filmaron ahí el extravagante videoclip de su canción ‘Apeshit’ -locura- de su nuevo álbum Everything is love.
Coreografías complejas, prendas de alta costura, iluminaciones grandiosas, el videoclip muestra un museo del Louvre como jamás se le ha visto: un escenario colorido para una pareja de músicos que aparecen en todo su esplendor.
La prensa francesa comentó abundantemente el videoclip, buscando símbolos culturales y políticos en esa colaboración inédita entre el museo parisino y el dúo de cantantes.
En el video de seis minutos, la cámara recorre los pasillos del Louvre, y Jay Z y Beyoncé posan y bailan al lado de obras emblemáticas de la cultura europea que son la Victoria de Samotracia, la Venus de Milo o el retrato de Mona Lisa. Además, el video pone el énfasis en los personajes negros de varias obras.
Cultura afroamericana en el templo del arte occidental
La escenificación con bailarines negros que la mediática y polémica activista antirracista Rokhaya Diallo interpreta como “una manera de vincular una estética antigua y otra más contemporánea”, dice en el diario 20 Minutes. Diallo considera incluso que “es una manera de compensar simbólicamente las afrentas hacia los afrodescendientes”, aunque admite que no está segura si Jay Z y Beyoncé son conscientes de dicho símbolo.
El diario Le Figaro califica por su parte el videoclip de gran “capricho megalómano”, mientras que la edición francesa de Slate.fr estima que la pareja estrella “toma posesión” del museo francés, para afirmar su dominación en la cultura musical mundial. “Con sus 142 millones de canciones vendidas Beyoncé Knowles adquirió el rango de icono de la cultura pop. No había mejor lugar que un palacio monárquico para la que se hace llamar ‘Queen B’ (reina)”, analiza Slate.fr.
Un punto de vista compartido por Libération que ve en la escena de Beyoncé envuelta en un inmenso vestido color beige, las alas de la diosa mensajera Atena. En el videoclip, los Carter aparecen también al lado de La Consagración de Napoleón Bonaparte, emblema del fasto imperial pintado por Jacques-Louis David.
El video, filmado en el más absoluto secreto, fue difundido hace tres días sin haber sido anunciado, y ya ha alcanzado decenas de millones de visitas en Youtube.