Escribir desde la clandestinidad. Publicar bajo censores. Opinar, entrevistar y dibujar sin despertar sospechas. Ese podría ser el resumen del periódico El Humanista, publicación editada por el Partido Humanista entre 1984 y 1986.
Recientemente, las ediciones de esta publicación fueron integradas al acervo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Se trata de quince ejemplares que, hasta ahora, habían sido conservados por militantes del partido.
“El Humanista fue diseñado, diagramado y escrito en clandestinidad. Se distribuía de mano en mano para ser entregado efectivamente y así crear conciencia de la necesidad de volver a la democracia. Fue un periódico osado, irreverente, de la fuerza más juvenil de esa época”, comenta Pía Figueroa, quien colaboró para que se concretara la donación.
“Hoy es muy notable leerlo, porque en 1984 El Humanista ya habla sobre los derechos de la mujer, el aborto libre y seguro para todos, sobre la necesidad del divorcio, el servicio militar optativo, el fin de las AFPs, los pueblos originarios, el respeto a la diversidad. Es decir, temas que hoy son plenamente vigentes”, añade la también codirectora de la agencia internacional Pressenza.
Cada uno de los artículos presentes en El Humanista son escritos de forma anónima. No obstante, según sostiene Pía Figueroa, pueden advertirse artículos escritos por militantes históricos del partido. Uno de ellos, Tomás Hirsh.
A su vez, los registros están repletos de diseños de caricaturas, recurso utilizado para eludir las censuras de la época.
En esta línea, Figueroa advierte: “El Partido Humanista siempre trabajó desde el humor y la alegría con el fin de correr un poco el cerco del temor”.
El Humanista también viene a complementar el acervo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. El director de la entidad, Francisco Estévez, señala que el periódico es relevante ya que “rescata la dignidad de las personas” y “la esperanza” que había en la época sobre generar un cambio en el país.
“Nosotros tenemos publicaciones de ese periodo, pero faltaba en nuestro acervo esta colección, porque representa una corriente vital de lo que significó la construcción de una alternativa mediática y humanista a la dictadura”, indica el historiador.
Ahora esta colección deberá cursar un proceso de clasificación y digitalización. Luego de estos pasos, el público podrá acceder a los documentos.
Hace poco el Museo también recibió una donación de Jaime Castillo Velasco, fundador de la Falange y ex presidente ex presidente de la Comisión Rettig. En este sentido, Estévez afirma que la institución está abierta a recibir nuevas contribuciones.