Todavía se desconoce la cantidad de salmones que se escaparon de las instalaciones de la empresa Productos del Mar Ventisqueros S.A en la región de los Los Lagos. De acuerdo al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) se podrá conocer la cifra recién el 8 de enero.
La primera fuga de salmones ocurrió en el centro de cultivo de Tubildad, comuna de Quemchi, mientras que la segunda tuvo lugar en un recinto de acopio en el sector de Bahía Chincui, Puerto Montt.
Para el integrante de la organización ciudadana Defendamos Chiloé, Juan Carlos Viveros, lo anterior responde a un problema histórico para la comunidad de Los Lagos con la industria salmonera “son más de 30 años de una industria que opera desregulada, despreocupada, sin fiscalización de organismos públicos. Este año el escape de los salmones de Marine Harvest, ahora lo de la empresa Ventisqueros. Son gotas que van rebalsando un vaso que está roto. Para nosotros es impresionante que accidente tras accidente, que para nosotros son intencionados, no hay aún en el país un cambio en la legislación y en los sistemas públicos”.
Y agregó que “la industria sigue actuando de manera antojadiza, sin respetar ningún protocolo ambiental, sin respetar los seres humanos, pasando a llevar nuestra cultura, nuestra identidad. Nosotros somos un conjunto de islas patrimonio de la humanidad”.
De acuerdo al vocero de la campaña Océanos de Greenpeace, Mauricio Ceballos, “la empresa Ventisqueros es la misma que protagonizó el vertimiento de salmones en 2016, lo que significó la peor crisis medioambiental que recuerda la región de Los Lagos. Tras dos años de litigios la Corte Suprema reconoció la negligencia hecha por los entes del Estado encargados de cuidar y proteger el mar en esa ocasión. No obstante, ese fallo, aún no hay nadie responsable por los efectos de ese vertimiento”.
Luego de los recientes episodios en los que se escaparon una suma aún desconocida de salmones desde las instalaciones de Ventisqueros , Sernapesca solicitó a la empresa en un comienzo activar su plan de contingencia, identificar las jaulas afectadas y realizar un conteo de los peces que el centro mantiene con el fin de determinar la magnitud de dicho escape. Asimismo, se activó el comité de contingencia ambiental de la zona, integrado por las seremis de Economía, Salud y Medio Ambiente, además de la autoridad Marítima, el Instituto de Fomento Pesquero, la Dirección Zonal de Pesca y Acuicultura y la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA).
Posteriormente, Sernapesca presentó dos denuncias contra la empresa salmonera, una ante la SMA y otra ante la justicia ordinaria por el escape de Chincui debido a que esta instalación no tiene resolución ambiental. Finalmente, Ventisqueros S.A arriesga sanciones administrativas y económicas, además deberá explicitar los mecanismos de recaptura de los peces.