El pontífice argentino accedió a hablar sobre este tema, tabú durante mucho tiempo, al considerar que estaba en la agenda del Vaticano.
El fenómeno de los abusos sexuales a monjas es posible encontrarlo “en todas partes”, pero está más presente en “algunas congregaciones nuevas y en algunas regiones”.
“Hemos estado trabajando durante mucho tiempo sobre este asunto. Hemos suspendido a varios clérigos que han sido despedidos por esta causa”, señaló Francisco, sin mencionar nombres ni países, y añadió que se tiene que hacer más y que hay voluntad para ello.
Para el teólogo español y catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, Juan José Tamayo, las agresiones e incluso violaciones están muy extendidas. “No hay un solo estamento eclesiástico que no haya cometido este tipo de crímenes y de abusos sexuales a niños, a niñas y a mujeres, no sólo agredidas sino violadas”, aseguró Tamayo.
El escándalo explotó en medio de las denuncias e investigaciones por todo el mundo de casos de curas pederastas y de su encubrimiento por la jerarquía eclesiástica. Ahora empieza a salir a la luz este fenómeno en países como Chile, Italia, Perú, India, y en varios países del continente africano.
El semanario del Vaticano denunció que tras ser violadas, muchas monjas fueron forzadas a abortar o a criar hijos no reconocidos por sus padres sacerdotes. “Es una situación muy difícil porque tiene sus raíces en la dependencia de las monjas. No son reconocidas como iguales”, denuncia Scaraffia.
Justamente esa dependencia hace que muchas monjas estén en situación de esclavitud. “Las monjas son objeto de esclavización, sobre todo en las instituciones eclesiásticas y de manera muy especial las religiosas que están sirviendo a altas personalidades de la Iglesia”, sentencia el teólogo Juan José Tamayo.