“La disminución de los glaciares en el país se debe a la acción del cambio climático”. Esta frase emitida por el titular de la Dirección General de Aguas (DGA), Oscar Cristi, en la Comisión de Minería y Energía del Senado, causó el rechazo generalizado de organizaciones ambientalistas, científicos y parlamentarios.
Todo esto en el contexto de las cifras preliminares entregadas por la misma autoridad que, entre otros aspectos, dan cuenta que los glaciares de Chile han experimentado un retroceso en su masa del ocho por ciento en los últimos cinco años.
Para la vocera de la Coordinación de Territorios por la Defensa de los Glaciares, Stefanía Vega, es imposible dejar de lado la injerencia y el daño que, durante un extenso período, ha hecho la industria minera en sectores alto andinos, donde están presentes estas estructuras naturales de hielo.
Precisó que ocultar esta verdad no es más que otra de las consecuencias del fuerte lobby que han realizado las compañías extractivistas nacionales e internacionales hacia el Gobierno y el Parlamento, para así, seguir permitiendo la extracción de minerales en zonas donde imperan los glaciares.
“Todos los proyectos de ley que se han propuesto del año 2005 en adelante, que son seis, incluyendo el actual en discusión en el Senado, han sido bajados por el gremio minero, que son Codelco, Cochilco, los trabajadores. O sea, aquí existe un lobby gigante y corrupción, ya que sin duda estas leyes han sido modificadas si no hubiese sido porque aquí ha corrido mucho dinero”, afirmó.
Recordemos que el Gobierno presentó recientemente una indicación sustitutiva al proyecto de ley sobre protección de glaciares en la Cámara Alta, indicación que busca compatibilizar la actividad económica minera con la protección de dichas estructuras.
La idea en el fondo enfrenta a la moción impulsada, entre otros, por el Senador Guido Girardi, que prohíbe intervenciones directas e indirectas sobre las masas de hielo descubiertos y cubiertos, su entorno, remoción, traslado y cubrimiento.
Para el parlamentario del PPD, la idea del Ejecutivo derechamente es un traje a la medida de las compañías estatales y privadas de la minería.
“Esta es una indicación que vulnera los glaciares, que busca destruir e intervenir las estructuras de roca, por ejemplo. Sólo dice que aquellos hielos andinos que están dentro de parques nacionales ya están protegidos, pero la mayoría de los glaciares de la zona centro norte del país, que son los más importante desde el punto de vista hídrico, no tienen resguardo”, argumentó.
Por otro lado, dicha incertidumbre regulatoria medioambiental, sumado a la tardanza en la aprobación de reformas económicas comprometidas por el Gobierno, han hecho que se haya deteriorado la confianza entre el Ejecutivo y los privados.
A esto se suma el protagonismo que, eventualmente, muestra el Ejecutivo de cara a la próxima reunión de la COP25, con una agenda que en lo discursivo ha incomodado a los empresarios.
Por esta razón, el glaciólogo y académico del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, Francisco Ferrando, se manifestó pesimista sobre acuerdos concretos que se puedan alcanzar en la Conferencia de las Partes.
“Creo que en todo esto existe un doble estándar, yo soy bastante negativo en esperar que, a partir de esta reunión y en su entorno, donde se florean muchas autoridades a través de discursos, pero posteriormente en la práctica, no vemos ningún efecto concreto”, subrayó.
Ferrando también reafirmó que por años ha existido el lobby impulsado por las grandes mineras para obstaculizar prenormativas que buecan proteger íntegramente a los glaciares y su entorno.
Para el especialista, las indicaciones del Ejecutivo son imprecisas, ya que deja fuera de protección a otras estructuras de hielo cordilleranos, como son los glaciares rocosos. Formaciones importantes desde el punto hidrológico -precisó- así como los entornos. Un sistema de aporte de nieve y de condiciones de temperatura que favorecen la conservación de estos cuerpos que van desapareciendo.