El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) llamó a participar en una nueva versión de Retratos de la Memoria, convocatoria que cada año se celebra en el contexto del Día del Patrimonio y que, en esta ocasión, busca reunir imágenes en torno a los cambios vividos en nuestro país entre 1890 y 1990.
Bajo el tema Nuestra vida cotidiana en tiempos de transformación social, el proyecto pretende sumergirse en aquellas historias íntimas que se han dado al calor de los movimientos sociales y de los procesos de modernización.
“Esta es una actividad familiar que involucra a diferentes generaciones, pero en esta ocasión eso no va a ser así. Sin embargo, la apuesta es generar una conexión con la memoria, con la historia colectiva e individual: cómo esta transformación se vive en lo cotidiano, en el hogar, en el trabajo. Es empezar a ver esos otros relatos, no la postal que siempre hemos visto en los libros de historia”, dice Graciela Echiburu, coordinadora del área de Mediación del Museo.
“En otras versiones los temas siempre fueron diversos incluso algunos sugeridos por las mismas personas, pero en esta oportunidad intencionamos una mayor conexión con la actualidad. Desde octubre en adelante, post estallido social, el Museo ha estado súper pendiente de ser un aporte a la reflexión y, en este contexto, surge este tema”, comenta la investigadora.
El proyecto considera un extenso periodo de tiempo. En ese sentido, el mayor reto es reconstruir aquellos años de principios del siglo XX. Sin embargo, pese al obstáculo, la iniciativa apunta a una línea de tiempo que ofrece diversas alternativas como la Revolución de la Chaucha en 1949, la Reforma Agraria en los años 60, la llegada del hombre a la Luna, los múltiples terremotos que han afectado a nuestro territorio, la Unidad Popular o la dictadura.
“La vida de barrio es, principalmente, lo que ha llegado hasta ahora. También hay actividades que tienen que ver con la vida en comunidad”, dice Echiburu, quien además comenta que en esta versión se colocará especial énfasis en los testimonios respecto de las fotografías.
“Esto no es nada sin las personas. Esto lo hacemos juntos. Esa también esa nuestra puesta en valor del patrimonio para generar preguntas y reflexiones respecto de que el patrimonio no es algo estático, sino que es algo de lo cual participamos, es algo que se va transformando, es algo que está en la vida de cada uno de nosotros”, explica.
La convocatoria se extenderá hasta el 11 de mayo para, posteriormente, pasar a una fase de selección de imágenes. Este trabajo se plasmará en una exhibición que será complementada con materiales de las instituciones del Servicio Nacional del Patrimonio. Luego, el Museo gestionará una publicación que será donada a cada uno de los participantes. En tanto, la selección se incorporará al sitio web de Retratos de la Memoria, plataforma que hoy conserva el registro de las versiones anteriores de la actividad.
Para participar, los interesados deben enviar una imagen digitalizada al Museo con un peso mínimo de 500 KB. Quienes no puedan despachar las fotografías en este formato pueden entregar un archivo análogo al Museo, previo aviso al teléfono +56 229978717.
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