Las cifras entregadas este jueves por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, respecto del desempleo en el Gran Santiago, no auguran mejoras para los porcentajes que presentará este viernes la Encuesta Nacional de Desempleo del Instituto Nacional de Estadística.
El panorama no es nada bueno, según el estudio mencionado. Un 15,6 por ciento de la tasa de desempleo en el Gran Santiago correspondiente al mes de marzo, pero rescatado durante abril, es, en el ámbito comparativo, la cifra más alta desde 1995, aunque, evidentemente, las circunstancias son distintas.
Ya en el análisis de las cifras y ad portas del balance del INE, el economista de la Fundación Sol, Marco Kremerman aunque asegura que no se verán cifras cercanas al 15 por ciento aún, esta podría ir acercándose en encuestas correspondientes a los próximos trimestres.
“Es una situación muy grave que la tasa de desempleo casi se duplique de un trimestre con respecto al otro, es una situación bastante inédita en términos de estadística comparada de empleo y desempleo en Chile. Mañana, cuando el INE publique la tasa nacional para el trimestre febrero-abril, que tiene marzo al medio y un mes donde no se observan los efectos de la crisis sanitaria, probablemente veamos una tasa de desempleo entorno al 10 por ciento”, explicó.
Para Kremerman, la comparación y la magnitud de éstas cifras respecto de años anteriores, tiene que ver con el análisis de variables como la cantidad de personas subempleadas, el porcentaje de personas endeudadas -que según datos de DICOM, en abril alcanzó un nivel de morosidad de 5 millones de personas-, pero también la imposibilidad de buscar trabajo en el contexto de la pandemia.
Esto último, por ejemplo, ha generado el aumento de una categoría especial y también considerada por el INE que tiene que ver con la salida de las personas de la fuerza de trabajo, algo que, para Kremerman, estaría afectando principalmente a las mujeres.
“Uno puede establecer grandes números, pero es importante hacer un zoom y ver quiénes las personas que van saliendo de la fuerza de trabajo, quién sigue como desempleado, quien sigue como subempleado, y dado que las cuarentenas obligatorias en muchos casos impiden poder salir de las casas y las labores se tienen que resolver directamente por quienes están adentro, lamentablemente, por las estructuras patriarcales de la sociedad, son las mujeres quienes se hacen cargo de esas actividades”, subrayó.
Asimismo, el economista se refirió a cómo ha sido la respuesta del Gobierno ante esta crisis, y aunque valoró la capacidad del seguro de desempleo en comparación con los de la región, advirtió de su debilidad en el corto y mediano plazo.
“Tenemos un seguro de desempleo que si bien no es como el que existe en los países de Europa occidental -donde existe protección por muchos meses más, con tasas de reemplazo más altas y cercanas al salario antes del despido-, estamos en una etapa intermedia. Es un seguro de desempleo que está dentro de los mejores en América Latina, pero también Chile es uno de los PBI per cápita más altos de América Latina. En ese sentido, el gran problema es que al tercer mes nuestro seguro de desempleo ya está entregando solo un 45 por ciento de tasa de reemplazo”, explicó.
Frente a esto, según Kremerman, las políticas que el Gobierno requiere, al igual que la crisis, deberían ser de carácter inédito y no concentradas solamente en incentivos.
“Parece que no se entiende que los hogares tienen gastos básicos de reproducción y las políticas de bonos complementarios y subsidios no sirven. Aquí no se necesitan complementos, se necesita sustitución de ingresos y eso solo se logra con políticas más robustas vinculadas a rentas básicas de emergencia y a estándares que el propio Estado fija. Por ejemplo, el de la línea de la pobreza hoy día está en 451 mil pesos, y los bonos están muy lejos de ese valor”, criticó.
Finalmente, el economista de la Fundación Sol recordó que esta es una situación donde las personas no pueden trabajar, y, por tanto, la única política pública adecuada debería ser la que permite que los hogares puedan cumplir con la cuarentena, pero al mismo tiempo puedan satisfacer sus necesidades básicas.
Asimismo, recordó que las cifras que entregará el INE este viernes incluirán datos correspondientes a la mitad de un trimestre que no muestra los efectos de la crisis sanitaria, y que, por tanto, la verdadera magnitud del desempleo podrá ser conocida aún en los resultados de abril y junio.