Con actividad virtual, Valparaíso celebra los 132 años de una de las obras emblemáticas de Rubén Darío
Publicado en 1888, Azul fue uno de los libros que dio inicio al modernismo hispanoamericano. Para conmemorar su lanzamiento, se realizará una conversación con uno de los bisnietos del escritor nicaragüense. También participarán organizaciones locales.
Abril Becerra
Miércoles 29 de julio 2020 16:54 hrs.
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El próximo sábado primero de agosto, la asociación Salvemos las Torpederas y el Patrimonio del Borde Costero de Valparaíso celebrará el aniversario 132 de Azul, texto publicado por Rubén Darío en 1888 que inauguró el modernismo hispanoamericano.
La celebración contará con la participación de una serie de organizaciones locales, entre ellas, la Plataforma Patrimonial de Playa Ancha, Poetas Itinerantes, Mesa Territorial de desarrollo de Playa Ancha, Teatro Odeón y el Centro Cultural Roberto Matta.
De esa manera, el encuentro contempla una conversación virtual con Martín Katz Darío, bisnieto del escritor nicaragüense. También destaca una lectura poética, música en vivo y danza, entre otras expresiones. El programa es amplio y variado.
“Hace tres años que realizamos el acto de celebración de Azul, pero la pandemia nos entregó este desafío de encontrarnos, a pesar de estar confinados y encerrados. Pero, en vez de desanimarse, quisimos tomarlo como una oportunidad para contactar a amigos de México, Perú, Argentina y Francia. Entonces, pasó de ser un acto local chiquitito en Playa Ancha, a ser un acto internacional”, dijo Lucrecia Brito, presidenta de la asociación presidenta Salvemos Las Torpederas.
“Somos una organización medioambiental y territorial que, a su vez, rescata el patrimonio histórico cultural del lugar y, en el borde costero, tenemos la plaza Rubén Darío que era el lugar donde venía él venía a inspirarse, a encontrarse con la naturaleza”, comentó.
Rubén Darío (1867- 1916) llegó a Valparaíso en junio de 1886 para viajar de manera intermitente a Santiago, donde se desempeñó como redactor en el diario La Época. En este periodo, escribió textos como Emelina(1887) yAbrojos(1887). Un año después publicó Azul (1888), texto que en una primera edición contó con 18 cuentos en prosa y 7 poemas.
Con esta publicación, el nombre de Darío se divulgó por América y España, sobre todo por lo desafiante de su propuesta. En ella destacaron elementos como la evasión de la realidad, el realce de la naturaleza y la exploración de lo exótico, entre otros.
“Azul se imprimió en calle Serrano. Según la primera edición, fueron 21 libros los que se editaron en esa oportunidad. En Valparaíso él no encontró mucho quehacer cultural y por esa razón viajó a Santiago. Posteriormente, el diario La Unión llamó a un concurso de cuentos y poesía en distintos grados. Darío participó con una novela que no sacó premio:Emelina”, recordó el historiador Héctor Vásquez.
“Luego trabajó un par de meses en la aduana. Estuvo cerca de uno o dos meses, pero presentó una licencia por reumatismo y no volvió a presentarse. Allí escribió Fardo, un cuento dramático que cuenta las vicisitudes de la gente pobre para la manutención de la gente rica. Ese texto también está en Azul”, señaló.
El próximo sábado primero de agosto, la asociación Salvemos las Torpederas y el Patrimonio del Borde Costero de Valparaíso celebrará el aniversario 132 de Azul, texto publicado por Rubén Darío en 1888 que inauguró el modernismo hispanoamericano.
La celebración contará con la participación de una serie de organizaciones locales, entre ellas, la Plataforma Patrimonial de Playa Ancha, Poetas Itinerantes, Mesa Territorial de desarrollo de Playa Ancha, Teatro Odeón y el Centro Cultural Roberto Matta.
De esa manera, el encuentro contempla una conversación virtual con Martín Katz Darío, bisnieto del escritor nicaragüense. También destaca una lectura poética, música en vivo y danza, entre otras expresiones. El programa es amplio y variado.
“Hace tres años que realizamos el acto de celebración de Azul, pero la pandemia nos entregó este desafío de encontrarnos, a pesar de estar confinados y encerrados. Pero, en vez de desanimarse, quisimos tomarlo como una oportunidad para contactar a amigos de México, Perú, Argentina y Francia. Entonces, pasó de ser un acto local chiquitito en Playa Ancha, a ser un acto internacional”, dijo Lucrecia Brito, presidenta de la asociación presidenta Salvemos Las Torpederas.
“Somos una organización medioambiental y territorial que, a su vez, rescata el patrimonio histórico cultural del lugar y, en el borde costero, tenemos la plaza Rubén Darío que era el lugar donde venía él venía a inspirarse, a encontrarse con la naturaleza”, comentó.
Rubén Darío (1867- 1916) llegó a Valparaíso en junio de 1886 para viajar de manera intermitente a Santiago, donde se desempeñó como redactor en el diario La Época. En este periodo, escribió textos como Emelina(1887) yAbrojos(1887). Un año después publicó Azul (1888), texto que en una primera edición contó con 18 cuentos en prosa y 7 poemas.
Con esta publicación, el nombre de Darío se divulgó por América y España, sobre todo por lo desafiante de su propuesta. En ella destacaron elementos como la evasión de la realidad, el realce de la naturaleza y la exploración de lo exótico, entre otros.
“Azul se imprimió en calle Serrano. Según la primera edición, fueron 21 libros los que se editaron en esa oportunidad. En Valparaíso él no encontró mucho quehacer cultural y por esa razón viajó a Santiago. Posteriormente, el diario La Unión llamó a un concurso de cuentos y poesía en distintos grados. Darío participó con una novela que no sacó premio:Emelina”, recordó el historiador Héctor Vásquez.
“Luego trabajó un par de meses en la aduana. Estuvo cerca de uno o dos meses, pero presentó una licencia por reumatismo y no volvió a presentarse. Allí escribió Fardo, un cuento dramático que cuenta las vicisitudes de la gente pobre para la manutención de la gente rica. Ese texto también está en Azul”, señaló.
El próximo sábado primero de agosto, la asociación Salvemos las Torpederas y el Patrimonio del Borde Costero de Valparaíso celebrará el aniversario 132 de Azul, texto publicado por Rubén Darío en 1888 que inauguró el modernismo hispanoamericano.
La celebración contará con la participación de una serie de organizaciones locales, entre ellas, la Plataforma Patrimonial de Playa Ancha, Poetas Itinerantes, Mesa Territorial de desarrollo de Playa Ancha, Teatro Odeón y el Centro Cultural Roberto Matta.
De esa manera, el encuentro contempla una conversación virtual con Martín Katz Darío, bisnieto del escritor nicaragüense. También destaca una lectura poética, música en vivo y danza, entre otras expresiones. El programa es amplio y variado.
“Hace tres años que realizamos el acto de celebración de Azul, pero la pandemia nos entregó este desafío de encontrarnos, a pesar de estar confinados y encerrados. Pero, en vez de desanimarse, quisimos tomarlo como una oportunidad para contactar a amigos de México, Perú, Argentina y Francia. Entonces, pasó de ser un acto local chiquitito en Playa Ancha, a ser un acto internacional”, dijo Lucrecia Brito, presidenta de la asociación presidenta Salvemos Las Torpederas.
“Somos una organización medioambiental y territorial que, a su vez, rescata el patrimonio histórico cultural del lugar y, en el borde costero, tenemos la plaza Rubén Darío que era el lugar donde venía él venía a inspirarse, a encontrarse con la naturaleza”, comentó.
Rubén Darío (1867- 1916) llegó a Valparaíso en junio de 1886 para viajar de manera intermitente a Santiago, donde se desempeñó como redactor en el diario La Época. En este periodo, escribió textos como Emelina(1887) yAbrojos(1887). Un año después publicó Azul (1888), texto que en una primera edición contó con 18 cuentos en prosa y 7 poemas.
Con esta publicación, el nombre de Darío se divulgó por América y España, sobre todo por lo desafiante de su propuesta. En ella destacaron elementos como la evasión de la realidad, el realce de la naturaleza y la exploración de lo exótico, entre otros.
“Azul se imprimió en calle Serrano. Según la primera edición, fueron 21 libros los que se editaron en esa oportunidad. En Valparaíso él no encontró mucho quehacer cultural y por esa razón viajó a Santiago. Posteriormente, el diario La Unión llamó a un concurso de cuentos y poesía en distintos grados. Darío participó con una novela que no sacó premio:Emelina”, recordó el historiador Héctor Vásquez.
“Luego trabajó un par de meses en la aduana. Estuvo cerca de uno o dos meses, pero presentó una licencia por reumatismo y no volvió a presentarse. Allí escribió Fardo, un cuento dramático que cuenta las vicisitudes de la gente pobre para la manutención de la gente rica. Ese texto también está en Azul”, señaló.
