Según los datos entregados por el último informe ICOVID, el número estimado de nuevos casos de contagio con COVID-19, según la fecha de inicio de síntomas, creció por segunda semana consecutiva a nivel nacional, evidenciando una carga promedio diaria de 30,2 casos por 100 mil habitantes, mientras que a la vez es posible apreciar un aumento de contagios en 10 de las 16 regiones del país.
Este viernes en la primera edición de Radioanálisis, la doctora Andrea Rodríguez Tastets, vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción, explicó que las cifras que analizan demuestran que en nuestro país estamos experimentando un rebrote del virus.
“Los indicadores que nosotros sacamos son semanales y la semana pasada lo que se manifiesta es que se ratifica el brote, una segunda subida consecutiva en la carga. Tenemos un rebrote influenciado por la RM, por su gran población, pero Aysén tiene una de las más altas cargas a nivel nacional con más de 70 casos por cada 100 mil habitantes, por lo tanto, estamos frente a una situación preocupante que va creciendo y se manifiesta con una presión sobre la carga hospitalaria”, comentó en conversación con los periodistas Juanita Rojas y Claudio Medrano.
“La positividad a nivel nacional es superior a 10% que es un nivel de riesgo alto, pero también hay que decir que el número de tests realizados fue inferior, quizá influenciado por el feriado. Se conjugan varios indicadores, pero en general tenemos una confirmación que hay un rebrote y crecimiento en la carga viral a nivel nacional”, agregó.
Consultada por la proyección futura de los casos de contagio en relación con el pase de movilidad, la académica del Departamento de Ingeniería Informática y Ciencias de la Computación de la Facultad de Ingeniería de la UdeC, explicó que se evita hacer predicciones, pero sobre la base de la experiencia de crecimiento en consideración con el efecto vacunación a corto plazo, es posible que haya una presión bastante alta en carga viral.
“No tenemos amplia cobertura en la mayor cantidad de población menor de 50 años, que son casi 9 millones de personas aproximadamente. Es necesario que haya mayor cobertura sobre todo si se piensa que luego de la segunda dosis deben pasar dos semanas para que tengamos efecto de inmunización, por lo tanto, que no será antes de fines de junio que se vea ese efecto en ese rango etario”.
“El pase de movilidad se ha cuestionado desde varios puntos de vista, pero más que por el hecho de la idea, es por el momento, cuando tenemos una confirmación de una mayor carga en el sistema. Como han dicho otros especialistas, no se trata solo del pase de movilidad sino también de mantener con el pase de movilidad los otros cuidados, distanciamiento, mascarilla, lavado de manos. Estamos entrando en invierno, la gente se queda más en casa y eso provoca más hacinamiento y mayor posibilidad de contagio si no se logra la contención”, dijo.
Respecto de las solicitudes de flexibilización del plan paso a paso, la ingeniera señaló que el momento en el que estamos requiere de mucha cautela respecto de cualquier flexibilización que aumente la movilidad, pero sobre todo de entregar señales a la población de que estamos superando la pandemia, porque no es así.
“Tenemos claro que la vacunación, según los últimos reportes, disminuye un 60% el caso de personas contagiadas con síntomas y más de un 90% los casos de mortalidad, por lo tanto, la esperanza está puesta en que las vacunas junto a las medidas de cuidado bajen la carga viral. Actualmente existe un aumento en el uso de camas UCI de mayores de 70 y menores de 50. En Santiago, por ejemplo, la ocupación es mayor al 95%, por lo tanto, estamos en un nivel de preocupación”.
“Todos estamos cansados de estar encerrados, pero hay que buscar las mejores medidas que permitan cuidar y hacer el trabajo de contención, resguardando las posibilidades de mayor contagio y asegurando que las personas puedan vacunarse y se vacunen“, aseveró.
En cuanto al diálogo entre quienes realizan el informe ICOVID con las autoridades del Ministerio de Salud, Andrea Rodríguez explicó que se entrega el informe al Gobierno casi al mismo tiempo que a la opinión pública y que colaboran con el Minsal, pero no participan de la toma de decisiones.
“Todo lo que desarrollamos al comienzo, el knowhow para el procesamiento de datos se traspasó al Ministerio de Salud, pero como grupo no participamos, hay una persona que forma parte del Comité de Expertos, pero finalmente no tenemos una influencia en las decisiones. Ellos usan nuestra información, porque así nos lo han dicho, pero somos una plataforma independiente que hace uso de datos generados en el Ministerio pero son presentados en forma técnica”.
En cuanto a si la disminución de la mortalidad y del uso de las camas críticas respecto de los enfermos de COVID-19 puede significar una mayor conciencia de la población respecto de la pandemia, la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción indicó que esa baja se puede deber a varios factores.
“Hay más gente joven hospitalizada y quienes están en UCI por Covid no son personas que hayan estado con las dos dosis de vacuna, por lo que uno podría esperar a mediano plazo que las personas que lleguen a enfermar no tengan gravedad y, según han demostrado los estudios en otros países, y disminuya la mortalidad. Creo que eso puede explicar el descenso de los fallecimientos, pero son hipótesis, pues para contestar con rigurosidad se debe tener información detallada de las personas hospitalizadas y vacunadas y no vacunadas”, señaló.
“En cuanto a la trazabilidad, el nivel es muy variado a nivel regional. Hay regiones que lo hacen bastante bien, como la del Biobío, pero hay otras que requieren mejorar y eso principalmente se da por los tiempos de respuesta de los laboratorios”, concluyó.