Con bombos y platillos fue anunciada, hace algunas semanas, la dosis de refuerzo para enfrentar de mejor forma la pandemia del coronavirus. “Hemos decidido iniciar un reforzamiento de la vacunación en todas aquellas personas que han recibido sus dos dosis de vacuna Sinovac”, explicó el Presidente Sebastián Piñera en aquella ocasión.
El proceso, efectivamente, comenzó el miércoles 11 de agosto. Sin embargo, funcionarios de la salud han denunciado la falta de stock de vacunas, de implementos de seguridad para las y los trabajadores, la sobrecarga laboral y el mal trato de los pacientes debido, precisamente, a la “improvisación” respecto del proceso de la dosis de refuerzo.
Incluso se han registrado manifestaciones a las afueras del Ministerio de Salud, como sucedió el viernes pasado, para demandar un stock de vacunas adecuado y mejores condiciones a la llamada “primera línea” de la salud.
Ante esta situación, Radio y Diario Universidad de Chile dialogó con Patricia Valderas, presidenta de la Fenats nacional, quien confirmó la escasez de vacunas para la dosis de refuerzo, no alcanzando para todos a quienes corresponde.
“Lo que nosotros entendemos -porque el Gobierno no lo dice claramente- es que no está la cantidad de vacunas suficientes en el país para vacunar a todos quienes corresponde en esta instancia, empezando por los funcionarios y las personas mayores. Claro que faltan dosis, están parchando por todos lados con una cantidad insuficiente, en donde a la gente le dicen que vas a ser vacunados, pero hacen filas interminables y las vacunas no están. Nosotros hemos visto y constatado que las cantidades que llegan a los centros de vacunación son insuficientes, llega una carga que dura dos o tres días y después quedamos sin nada”, precisó Valderas.
Y no solo eso, la dirigenta adelantó que, como Fenats, sacarán un comunicado debido a la actual situación de los funcionaros. Primero que todo, la dosis de refuerzo no tiene considerado al gremio, pese a que son ellos los más expuestos a contagiarse con la variante delta.
A eso agregan que con la caída de contagios de coronavirus, la gente está acudiendo a los centros de salud por otro tipo de problemas y enfermedades, lo que está generando una sobrecarga a los trabajadores incluso más severa que en el peor momento de la pandemia.
“Nosotros tenemos serios problemas, hay una cantidad considerable de trabajadores con licencia, quienes no, están estresados, reventados, y hoy se agrega que se abre todo lo pendiente que había de cirugía electiva y las urgencias que no son Covid y todo esto es, incluso, más complejo hoy para los trabajadores el enfrentar el problema sanitario, porque es increíble cómo tenemos una masiva demanda de la población, porque todo el mundo tuvo conciencia respecto de sus enfermedades, esperaron, se sacrificaron, pero hoy la verdad es que no están las condiciones para enfrentar todo”.
Lo afirmado por Valderas coincide en su totalidad con lo narrado por Rosa Hernández, funcionaria de la atención primaria de salud de Coronel, Región del Biobío, y dirigenta regional de la Confusam, quien afirma que la escasez de dosis ha afectado a quienes les toca por calendario vacunarse, pues no hay vacunas para todos y si alguien no alcanzó el día que le correspondía, ya no lo puede hacer en otra jornada.
“Llegan muy pocas dosis, a nosotros se nos genera mucho conflicto porque es un día para un grupo de edad y llega mucha gente a los centros de vacunación porque es solo un día para ese grupo de edad, no se pueden vacunar al día siguiente, por ejemplo: hoy se vacuna a los de 70 a 74 años, por decir algo, pero si mañana va un usuario de 73 año, no lo podemos vacunar porque mañana le corresponde al grupo etario que venía después”.
Además de esta grave denuncia, Hernández subraya la incomodidad y la falta de espacios para realizar el proceso de vacunación en condiciones dignas, y claro, con el regreso a clases presencial muchas escuelas han dejado de ser centros de vacunación y se han tenido que ocupar recintos más pequeños y menos preparados, como juntas vecinales.
Esto, mezclado al mal tiempo y la falta de insumos, ha hecho que los usuarios pierdan la paciencia y se descarguen con el personal de salud, quienes, según los mismos trabajadores, han recibido insultos e, incluso agresiones físicas.
Para la dirigenta de Coronel todos los problemas que hoy acontecen se deben a que el Gobierno se dedicó a improvisar. Tanto así, que ni siquiera informó a los funcionarios de salud que vendría la dosis de refuerzo, de hecho, todos se enteraron a través de la prensa.
“El Gobierno tomó la decisión sin siquiera saber lo que pasaba en los servicios de salud, lo que ocurría en los municipios, nada. Ellos solo se limitaron a informar, a través de la televisión, que comenzaría la tercera dosis casi de un día para otro y sin tener claridad de nada, sin saber cómo nos íbamos a reforzar, sin tener los insumos y, lo más elemental, sin tener la cantidad de vacunas que se necesitan”.
Efectivamente las cosas no han ido del todo bien, como muestra, es que se suspendió la vacunación a niños entre 12 y 15 años, pese a que les tocaba por calendario. ¿la razón?, las vacunas no alcanzan para todos.