Inés Echeverría Bello: el rescate de una escritora pionera del feminismo en Chile

Vísceras Editorial acaba de publicar un libro que rescata dos novelas cortas de la autora nacida en 1868: Miserias ocultas y La hora de queda. En los textos, la escritora presenta historias que desafían a su propia clase, cuestionando la realidad subordinada de las mujeres y apuntando incluso, a la Iglesia Católica.

Vísceras Editorial acaba de publicar un libro que rescata dos novelas cortas de la autora nacida en 1868: Miserias ocultas y La hora de queda. En los textos, la escritora presenta historias que desafían a su propia clase, cuestionando la realidad subordinada de las mujeres y apuntando incluso, a la Iglesia Católica.

“La Lorenza” era una “humilde hija del pueblo”. “Mansa y sumisa”, desde pequeña escuchó historias sobre “hombres malos con los que no se debía tratar” y “niñas que desaparecían” sin dejar rastro. Pero su suerte, no fue mejor que aquellas narraciones de infancia. Por el contrario, empleada como sirvienta de una aristocrática familia vivió una catástrofe que la marcó para siempre: el abuso cometido en contra de su hija más querida. 

Esta es la historia presentada en Miserias ocultas, breve novela de la escritora Inés Echeverría Bello (1868-1949) que fue rescatada, junto con el texto La hora de queda, en una nueva publicación de Vísceras Editorial. Ambos títulos fueron lanzados en 1918 en una compilación que reunió seis narraciones y que la autora publicó bajo el seudónimo de Iris. 

Esta vez, las obras llegan a manos de las y los lectores en una edición a cargo de María José Veloz Lizama y Paulina Cofré Pedreros, quienes inauguraron, de esta manera y al alero de su editorial, la colección Narrativa Ghirlanda. 

“La idea era rescatar estas dos novelas, porque tenían cierta conexión con lo que estaba pasando hoy. Por eso, de algún modo, intentamos no alterar el contenido, pero sí actualizamos ciertas cosas para que el lector no se tope con un texto pesado que le cueste leer. Entonces, actualizamos ciertas palabras y fuimos dejando notas al pie para que cuando el lector fuera leyendo, reconociera algunos aspectos”, explicó María José Lizama respecto de esta publicación. 

“Para nosotras es relevante rescatar a estos autores nacionales que están como en el olvido y que tienen una significancia importante. Inés Echeverría fue una precursora del feminismo en Chile y sabemos que la lucha por los derechos de la mujer es algo que no se acaba. Es interesante mirar el pasado y ver que hay mujeres que abrieron un camino para lo que está pasando hoy. Fue interesante rescatarla porque la lectura crítica te permite ver que hay una denuncia constante respecto de la posición de la mujer”, añadió la editora. 

FOTO TAPA IRIS

Miserias ocultas y La hora de queda son dos obras que interpelan, constantemente, a la clase aristocrática a la cual pertenecía la escritora. Además, aluden a aquella ciudad de finales del siglo XIX y principios del XX, y destacan hechos como el incendio de la Iglesia de la Compañía en 1863Se trata de dos obras audaces para su época que también cuestionan la realidad de la mujer y el rol de la Iglesia en la sociedad.

“Todas las mujeres, desde la real hembra, hasta la última doncella, pasan bajo la brutalidad del macho enfurecido. Y en su aristocrática inercia, la figura parecía soñar con ironía: ¡las revanchas ya vendrán!”, se lee en Miserias ocultas. 

Mientras, en La hora de queda la autora revela la decadencia de una clase acomodada que no es capaz de adaptarse a los cambios de la época. En este ejercicio la autora presenta a tres personajes femeninos, cuya estática existencia está relegada al espacio doméstico: “Se consumían de tedio y hacían las mismas cosas, como si hubiese entrado ya en esa eternidad en que nada cambiaría nunca”, escribe la autora a la vez que critica el matrimonio y la moralidad de su clase. 

Paulina Cofré, también editora de la publicación, sostuvo que Inés Echeverría hace, en ambos textos, una crítica de la situación de la mujer tanto en su dimensión personal como social. “En las dos novelas, las mujeres están sometidas. Hay un juicio valórico hacia el cuerpo. En Miserias ocultas se cuestiona mucho el personaje femenino de Lorenza y sus formas de crianza. También hay un tema que hay que destacar y que va de la mano de los personajes femeninos: la salud mental por la opresión que vive cada personaje femenino pero que, a pesar de eso, son personajes bien fuertes. Esto se puede relacionar con cómo la figura de la mujer siempre se enlaza con la locura”.

“En el fondo, ella hace una crítica bien potente, porque se da cuenta de que la sociedad está cambiando. Le preocupa lo que va a pasar con las mujeres de su clase que no se están integrando a los cambios. Las mujeres de su clase se están quedando relegadas”, complementó. 

La publicación puede ser adquirida a través del Instagram de Vísceras Editorial con despachos a todo el país. También está disponible en Santiago en Librería Imaginaria y Espacio Público y, en Concepción, en Librería Página 128. 

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