Tras el incidente ocurrido el viernes pasado, en el que un joven se golpeó la cabeza mientras intentaba huir de Carabineros durante una protesta, la idea de una reforma profunda a la institución volvió a instalarse en el debate público.
Todo esto, a solo una semana de asumir la nueva administración del presidente Gabriel Boric, el cual ha dado diversas señales de querer avanzar en un trabajo fluido para abordar las problemáticas en torno a la seguridad pública presentes en distintos puntos del país.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la senadora comunista y exministra de la Mujer, Claudia Pascual, profundizó respecto a estos últimos acontecimientos y señaló que “una policía que desempolvó los peores actuares de la dictadura desde el 18 de octubre en adelante, una policía que no quiere establecer protocolos basado en el respeto de los Derechos Humanos, es muy difícil responsabilizar al nuevo Gobierno del actuar de los mismos”.
Desde esa perspectiva, la legisladora sostuvo que “creo que el Gobierno obviamente tiene que pedir todas las explicaciones posibles, pero por sobre todo tratar de actuar en función de ir trabajando nuevos protocolos de actuación por parte de Carabineros”.
“Nos tenemos que hacer cargo como país también del descrédito que tiene la policía, de la desconfianza que hay en ella y de la rabia que tiene la ciudadanía precisamente por la actuación en la violación de los Derechos Humanos desde el 18 de octubre, en los fraudes al fisco en los cuales está involucrada, en las situaciones en donde le han mentido al país como, por ejemplo, el Caso Huracán con una operación supuesta de inteligencia”, afirmó.
Por ello, Pascual expresó “no le puedo pedir ni exigir a un Gobierno, mucho menos al mío que en cinco días resuelva todo y en esto quiero ser súper responsable, esa no es mi intención, sino que generar una conversación, una reflexión que nos permita desde la agenda pública y desde la transformación profunda tener una policía que te permita actuar, generando el derecho a la movilización de todas las personas en respeto a los Derechos Humanos y promoviendo el respeto al resto de los ciudadanos, vecinos y vecinas, locatarios y locatarias que están cerca de los sectores en que la gente se manifiesta”.
En ese sentido, planteó que “hay que combinar el derecho a la movilización, respeto a los Derechos Humanos y respeto al desarrollo del resto de habitantes que no participa de una movilización. No es una ecuación fácil de resolver, ningún país puede decir que esto se hace de la noche a la mañana, pero en el caso de Chile en particular y después de lo que hemos visto con nuestra policía, es absolutamente pertinente intervenir en los protocolos de actuación”.
Con todo, aseveró que “tengo la expectativa positiva de que no solo se pedirán las explicaciones, sino que se va a actuar en materia de revisión de protocolos, que se van a revisar estos efectivos que están involucrados en violaciones a los Derechos Humanos, si siguen o no activos, cuáles son las sanciones que tienen que tener”.
“Lo que está claro es que debe haber una transformación profunda. Creo que la palabra ‘refundación’ a muchos les va a molestar, pero uno no está diciendo que te quedes un día sin policía e inventas otra nueva, sino que estás hablando de procesos en donde son de transformaciones profundas y eso quiere decir atacar las bases de la formación inicial que tiene que ver con todo el actuar que implica para una policía, pero también fundado en la base y el respeto a los Derechos Humanos, en el abordaje de la violencia de género tanto para proteger a las propias funcionarias como también abordar el tema con la ciudadanía”, dijo.
Sin embargo, enfatizó que este replanteamiento sobre Carabineros debe ser transversal, apuntando que “creo que ninguno de los chilenos y las chilenas quiere que se sea permisivo con los delincuentes, pero cuando ya lo tienes reducido, ¿qué necesidad tiene de seguir sacándole la mugre, de torturarlo? Ha habido denuncias de ese tipo. Entonces, el tema de los Derechos Humanos no es solo hacia las movilizaciones, es hacia todo el actuar”.
“En general en Chile se ha naturalizado una violencia constante, protocolos que hacen gala del uso de la fuerza y del exceso de poder y creo que ese es un debate que los chilenos y las chilenas podemos abordar de manera más profunda porque el Estado tiene el uso exclusivo de la fuerza, pero este no puede ser desmedido. Ese es uno de los temas fundamentales a mi juicio para empezar a diferenciarse de lo que fue el Gobierno de Sebastián Piñera, que avaló sin ninguna investigación todas las actuaciones de Carabineros, habiendo violaciones a los Derechos Humanos”, aseveró la parlamentaria.